A fin de cuentas

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La clínica localizada en la capital del Inframundo, Lilith, estaba en un gran ajetreo, más porque...

-¿¡Dónde está!? ¿¡Dónde está mi hija!? – Venelana tenía al pobre doctor agarrado del cuello de la bata y lo había alzado unos centímetros del suelo ante el claro miedo de este. - ¡Hable! – Decir que la llegada de todos los miembros de la residencia Hyoudo al lugar luego de recibir la llamada de que Ise y el resto estaban aquí hizo que todos fueran hacia allá de inmediato mientras ambos Maou iban a tener una pequeña reunión. Y eso nos lleva a lo de ahora.

-Señora por favor... cálmese... estamos en una clínica y... - La mirada de la mujer lo hizo callar y señaló el lado del pasillo. – por allá... todos están ahí.

Con ya conocimiento de a donde ir, la mujer soltó al pobre hombre y fue hacia dicha dirección mientras Rean y el resto pedían perdón por la actitud de la demonio para ir tras ella.

Todos fueron en dicha dirección donde finalmente, tras varios pasos, se vieron en frente de una puerta... sabían que ahí estaban sus amigas ya que según lo que les dijeron, Ise está en una habitación diferente debido a que necesita más atención.

Venelana no dudó un segundo y abrió la puerta. Al entrar a la habitación, ella y el resto pudieron ver a las 6 chicas recostadas y con varios vendajes en sus cuerpos, estaban durmiendo plácidamente.

Ninguno quiso decir nada para no tener que despertarlas ya que en verdad necesitaban del descanso, se lo merecían y... Como si las 6 supieran que estaban siendo vigiladas, abrieron los ojos para ver con sorpresa que... estaban ahí, sus amigos... todos con expresiones de preocupación.

-Mamá... - Rias fue la primera en hablar, algo asombrada de ver a su madre llorar y sentir el abrazo que ella le dio. – Estoy bien mamá... no es nada... - la chica recibió gustosa el abrazo, años que no recibía uno de este estilo por parte de ella.

-Ne Shirone... ¿Te preocupe? – Kuroka quiso bromear para aliviar el ambiente con su hermana sólo para ver como la chica lloraba. – Gh... era broma...

-Baka Nee-san... - Koneko abrazó a su hermana ante la clara sorpresa de ella... pero devolvió el abrazo en señal de que lo lamenta.

-Cielos Akeno... te ves mal. – Raynare se acercó a la chica quien rio un poco. - ¿Cómo...?

-Viviré... aunque parece que no podré pelear un par de semanas. – la chica sonrió algo complicada, mientras Azazel se acercaba. – Mi padre...

-Está de camino... no te imaginas el escándalo que hizo cuando me llamó preguntando donde estaba el hospital. – Akeno se sonrojo apenada... que vergüenza.

-¡Aj, Rarity! – Pinkie fue con sus dos amigas. - ¡Cómo quisiera poder abrazarlas a la vez!

-Ya Pinkie, estas exagerando... - La rubia rio un poco a pesar del dolor en su abdomen. – Estamos bien.

-Bien mal. – Rainbow se acercó a la chica y pudo notar que... - Tienes quemaduras.

-Oh Dios... Chicas... Debió haber sido difícil. – Fluttershy se sentía mal por ver el estado de sus amigas. – Quiero poder curarlas.

-Déjalo así querida... necesitamos el descanso. – Rarity de acomodo en su cama sólo para... - ¿Qué?

-Tu cabello... - la chica se sorprendió al ver a Kiba cerca de ella. – Tú... - Rarity cerró los ojos en espera de que... - lo has hecho bien Rarity... lo hiciste muy bien. – Esas palabras por parte del rubio bastaron para que la chica sonría... era lo que necesitaba oír.

-Cielos Fay... Y pensar que tú también. – Ayane y Ravel se acercaron a su amiga quién sonrió complicada. - ¿Cómo se siente?

-Raro... Aunque ha estado callado desde que llegamos aquí. – Fay miró a Ravel quien le sonreía triste. - ¿Qué pasa...?

Sekiryuutei SupremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora