Instintos

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La batalla había iniciado, Kuroka había tomado el inicio de la batalla de manera rápida y mortal. No está de humor para jugar con este tipo, debe de ir por Fay.

Cargó magia, la dividió en la palma de su mano como si fueran varias pelotas del tamaño de una de Baseball y las hizo girar a todas alrededor de un mismo eje. Al tener su ataque listo, lo lanzó hacia Shad quien sonrió al ver el intento de la chica pero este era más que inútil.

Con un movimiento de su mano alzó un muro de tierra ante la ligera sorpresa de Kuroka pero poco le importó ya que su plan era otro. Con un movimiento de su mano hizo que su ataque cambie de dirección y vaya hacia arriba para luego hacer que vaya en picada sobre la cabeza de su enemigo.

Ver que le iba a dar bastaba para ella pero ver que lo que pasó fue que el ataque en verdad le diera a una imagen del tipo la desconcertó... ¿Cuándo hizo eso y cómo lo hizo? Miro a todos lados en un intento de saber donde fue pero no detectaba su presencia, parecía que había desaparecido. Cuando sintió que el suelo se movía la hizo mirarlo... notar como este se habría y salían varias bestias horribles la asustó un poco sólo para luego darse cuenta de que... estas cosas no tienen olor.

-Una ilusión... - Ver como la bestia que la atacaba pasaba de largo sin tocarla afirmó sus sospechas.

Kuroka sintió el sudor recorrer su frente, por un segundo si se creyó la ilusión. Escuchar las palmas de su enemigo dando un aplauso la hizo ver a su derecha.

-Muy bien Nekomata, que hayas sido capaz de ver mi ilusión demuestra que tu habilidad no es broma. – el ojo del sujeto brilló al captar que... - Pero puedo ver tu miedo y rabia... Creo que no te gustó nada mi pequeña broma.

-Haber caído en un truco tan simple... que humillante. – Kuroka nunca antes había sido engañada así. Ella era una maestra del uso de la ilusión y la detección de estas.

Shad notó que la Nekomata se mostraba furiosa y eso era mejor para él ya que... Eso la pone vulnerable. Con un chasquido de sus dedos volvió a crear una especie de ilusión... parecía que habían grandes bestias en el lugar pero Kuroka sabía que no era así... Eran imágenes y esta vez no la engañaran.

Cuando vio a la primera bestia ir hacia ella no se molestó en esquivarla porque no le iba a hacer nada pero su sorpresa fue mayúscula cuando sintió el zarpazo de la bestia felina en su hombro. Era real, el dolor... la herida... eran reales... por instinto, su propio cuerpo reaccionó retrocediendo solo para verse con un gran lobo a su costado.

Ahora no sabía cuál era falso y cuál era real... Alzó el brazo al ver como este abría su boca para tratar de morderla. Su acción defensiva fue en vano ya que el lobo si fue una ilusión ante su sorpresa que no duró mucho debido al impacto que recibió en la espalda por parte de Shad quien lanzó una ráfaga mágica. La Nekomata volteó para ver a su oponente... bastardo.

-Veo que ya no puedes confiar en tus sentidos Nekomata. – Shad sonreía al ver la cara de confusión y rabia de Kuroka. No le cabía en la cabeza a la chica como es que algo falso la haya lastimado sólo para luego ver que era falso y por ello baje la guardia.

-Era una ilusión... yo lo noté... ¿Cómo me lastimó? – Kuroka se tomó el hombro derecho al sentir el ardor en la herida.

-Los sentidos son algo que nos permite relacionarnos con el ambiente. Eso ya lo debes saber... - Kuroka no dijo nada, era verdad. Los sentidos son lo que les da la capacidad a los seres vivos de interactuar e interrelacionarse con lo que existe a su alrededor. – Pero... Son algo tan confiable como sensibles al engaño.

-¿Engaño? – Kuroka no entendió a que se refería.

-La vista, la audición, el olfato... los 5 sentidos son fácilmente engañados por factores que pueden generar una respuesta confusa del cerebro.

Sekiryuutei SupremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora