— ¡Lista la orden de la mesa tres!— el grito de uno de los chefs no se hizo esperar entre el constante bullicio de lo que significaba estar en la cocina de un restaurante. El rubio al instante cogió el plato, para dejarlo sobre una bandeja y colocar también un par de vasos con agua gasificada.
Salió a paso constante de la cocina, para dirigirse a la susodicha mesa. Allí, dos mujeres mayores le regalaron amables sonrisas, lizonjeando los lindos rasgos del mesero. El menor agradeció entre avergonzadas risitas, y se excusó para seguir con su trabajo. El local en el trabajaba solía tener mucha clientela. La parte frontal del local era un restaurante, mientras que la parte posterior, más tranquila y con un muy agradable ambiente, era un café con música suave donde se podía conversar tranquilamente, alejado del bullicio.
Le gustaba su trabajo. Siempre había sido bueno atendiendo al resto, probablemente por su carácter amable y servicial, además de que le gustaba mantenerse ocupado, mantener su mente ocupada era mucho más sencillo para él que pensar en todo lo que había y estaba sucediendo en su vida.
Llevaba una semana lejos de YoonGi, y había sido un sentimiento tremendamente agridulce. Por un lado, disfrutaba el no sentir miedo. Vivir con TaeHyung y JungKook era sumamente agradable, eran divertidos y parecían siempre esforzarse por distraerlo o sacarle una sonrisa. Era lindo, pero no eterno. A fin de cuentas, el mayor sabía que estaba interrumpiendo su vida de pareja, y no pensaba mantenerse junto a ellos mucho tiempo. Por otra parte... los tergiversados sentimientos que tenía por YoonGi parecían no querer darle tregua, se sentía tan fuera de ambiente, en el fondo no podía evitar extrañarlo un poco. La faceta dulce de su ex novio era encantadora, y cuando se mostraba no podía sentirme más enamorado de él. Pero no valía la pena sufrir todas esas penurias por unas migajas de amor verdadero y ahora se sentía mucho más consciente de eso.
Si YoonGi no iba a cambiar, iba a obligar a su disfuncional corazón a superarlo.
— ¡Park!— la voz de su jefa lo sacó de su pequeña ensoñación, al instante se dirigió a la zona trasera del café, donde una mujer joven lo esperaba con una ceja arqueada— ¿Soñando despierto en hora punta?
— Perdone, no volverá a repetirse. ¿Me necesitaba?— se disculpó el menor, haciendo una leve reverencia. La mujer asintió, aceptando la disculpa de uno de sus empleados más queridos.
— Verás, JiMin. Supongo que ya estabas enterado de la salida de HaNeul por su embarazo, ¿No?— el rubio asintió— Bien, como quedó un puesto libre varias personas vinieron a entregar sus currículums para optar por el trabajo. Hace unos días decidimos darle el puesto a un joven de la zona, y esperaba que pudieses hacerte cargo el él durante esta semana. Eres alguien que lleva ya un tiempo en este local y sé que podrás enseñarle todo lo necesario apropiadamente.
« Bien, justo lo que me faltaba. »
El menor asintió con una suave sonrisa, mientas por dentro se sentía bastante desanimado con la idea. No es que le molestase el enseñarle, pero no se sentía especialmente interesado en tener a un chico desconocido tras de él todo el día, haciendo muchas preguntas y llamándolo constantemente — No hay ningún problema, jefa. ¿Cuándo va a comenzar a trabajar?
— Hoy vendrá una hora antes de cerrar el local, para que puedas mostrarle tranquilamente el recinto y le expliques superficialmente que debe hacer. Comenzará definitivamente mañana por la mañana, espero cuides de él. Es de trato fácil, creo que le agradará a los clientes.— aseguró la pelinegra, asintiendo mientras hablaba— Bueno, eso es todo.
— Vuelvo al trabajo entonces.— dijo el menor, para volver a la parte frontal del local.
Vio unos platos en una mesa vacía, y se apresuró a recogerlos y limpiar la mesa mientras meditaba acerca de la situación. Bueno, tal vez no sería tan malo, o eso quería pensar. La jefa había dicho que era agradable, ¿No? Quizá hasta podían volverse amigos en un futuro cercano. Pensó en la idea, y sonrió, sintiendo de pronto un naciente interés por el chico desconocido. Realmente necesitaba a alguien nuevo en su vida, alguien que no lo conociera y que pudiera ser un apoyo para él. No es que sus amigos no lo fuesen, pero no se sentía bien al notar esas miradas de lástima y tristeza disimuladas que esos dos le dirigían en vez en cuando.
Era como si llevase un cartel que rezaba: "este joven ha sufrido, por favor trátelo con cuidado". Sentía que le colgaban un cartel de víctima que no deseaba llevar, y aunque la pareja no lo hacía con malas intenciones no se sentía cómodo para él.
Llevó los trastes sucios a la cocina, siendo envuelto rápidamente por la mezcla de aromas y sonidos característicos. Observó silenciosamente al jefe de cocina, Kim SeokJin, quién se movía cual huracán en todos los mesones, supervisando la preparación de la comida y regañando de vez en cuando a los pobres chefs que estaban bajo su supervisión.
Los ojitos pardos del menor parecieron brillar al ver los claros dotes de su hyung, el cual tomó el lugar por unos segundos de uno de los integrantes de la cocina mientras éste salía a atender una llamada urgente.
JiMin siempre se había sentido fuertemente atraído por toda el área culinaria, pero nunca lo había visto como una verdadera opción. Por el momento estaba en un pequeño paréntesis en su vida, barajando que pensaba hacer y experimentando en pleno el ambiente laboral. Sus padres no habían accedido a pagarle una carrera al saber de sus intereses, en especial su padre, el cual todavía lo renegaba levemente por su orientación sexual. Su madre había sido un pilar importante, convenciendo a su padre solventar económicamente al joven por un tiempo mientras buscaba trabajo, pero al enterarse que había conseguido pareja hombre y que vivía con él, las cosas se habían puesto algo frías entre ellos.
Aceptar una idea y verla concretada son dos cosas muy distintas, y aunque su madre insistía en que nada había cambiado en la familia, ambos sabían que no era así, y todo había agravado aún más cuando comenzaron los problemas con YoonGi.
Jin vio la mirada que le dirigía el joven, y sonrió— ¡JiMinnie! ¿Podrías echarme una mano y revolver esto mientras voy a buscar al tonto de JongDae? Por lo visto olvidó que no estoy aquí para hacerle el trabajo.— espetó el castaño, para luego fruncir el ceño.
Park asintió al instante, dejó los platos y se colocó junto al mayor, el cual le dio unas breves indicaciones y lo dejó para ir a buscar al despistado castaño, al cual seguramente le esperaba una buena reprimenda.
El rubio sonrió mientras revolvía rápidamente el guiso, sintiéndose en su elemento. Pensó en el chico que atendería en la tarde, y se preocupó por mantener muchas esperanzas.
— Supongo que es mejor no hacerse muchas ilusiones...
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Se me había olvidado la nota xdxd.
Primero, gracias por todos los vistos, cada uno me hace inmensamente feliz.
Segundo, perdón por la demora ;;
He tenido muchas evaluaciones y simplemente no tenía cabeza para escribir :(SUBO ESTO BECAUSE MAÑANA ES MI CUMPLEAÑOS Y QUIERO CELEBRAAAR. Ahre no, es sólo porque lxs amo a todxs <3
Gracias por leer, y perdón por la demora o cualquier error.
— ❀ ; ♕
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유독 한 ; toxic ;; yoonmin [pausada]
Ngẫu nhiên《 Donde Yoongi tiene un TOC celoso y Jimin simplemente lo ama demasiado 》 ◻ Pareja principal: Min Yoongi ✖ Park Jimin ◼ Pareja secundaria: Kim Taehyung ✖ Jeon Jungkook ◻ Drama. Capítulos relativamente cortos ◼ Publicado el 11 • 11 • 2O17 ◻ Número d...