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[MARATÓN 1/3]

  — ¡Hyung, por aquí! — el rubio ondeó su mano efusivamente al ver a HoSeok entrando al pequeño café.

  El castaño sonrió instantáneamente al verlo. Era tan agradable. Realmente se sentía afortunado de poder trabajar con alguien como él y, tal vez, formar una amistad con el pequeño en un futuro no tan lejano.

  — ¡Jiminnie! Por un segundo pensé que me había extraviado. Menos mal qué no fue así.— tomó asiento frente al chico en la pequeña mesa. El local no era grande y transitado como el café en el que trabajaban ambos. Era tranquilo y acogedor. Habían pocas mesas y una barra. Sólo podía ver a tres clientes en todo el local, un mesero y una chica en la barra.

  — ¿No es muy popular, eh?— murmuró, viendo como JiMin negaba.

  — No es eso, hyung. Este horario es tranquilo, en hora punta se llena. Normalmente todos se dirigen a su casa a esta hora.

  El castaño asintió, iba a agregar algo pero el mesero se acercó a ofrecerles la carta.

  Ambos jóvenes la tomaron mientras agradecían, para darle una rápida ojeada. JiMin eligió lo mismo de siempre sin siquiera mirar la carta.

  Venía siempre. Ese café era su favorito y el de YoonGi también. A fin de cuentas, todo había comenzado ahí.

  Mordisqueó su labio mientras su hyung leía atentamente la carta, la cual era muy variada e incluía, además del café, muchos postres deliciosos y pasteles para acompañar el café.

  Su mirada recorrió el lugar, y sintió una leve punzada en su pecho al recordar todas las veces que había venido con su novio ahí. Tal vez no había sido el mejor lugar para hablar de su relación con el pálido, pero en el fondo creía que lo mejor que podía hacer era acabar (en el caso de que fuese así) todo justo en el lugar que había comenzado. Ese pequeño pero concurrido café donde un chico torpe unos años atrás había derramado su café sobre las partituras de un chico de cabellos azabaches como el ala de un cuervo, piel pálida y ojos amables.

  Quién diría que esos ojos podían cambiar tanto en tan solo un segundo.

  — Ya decidí. ¿Llamamos al mesero?— HoSeok cerró la carta con un gesto decidido, haciéndole sonreír.

  Realmente le agradaba.

  JiMin le hizo un gesto al mesero, el cual se acercó al instante.

  Ambos pidieron. HoSeok un Macchiato con un trozo de pastel de fresa (no había comido nada y estaba hambriento) mientras que JiMin pidió un café con vainilla y crema.

  — Bueno, ¿Cuál es el motivo de esta cita?— soltó de pronto el castaño, sacándole una sonrisa al menor.

  — ¡Hyung! Ya le dije que no es una cita. Además, ¡dijo que tenía pareja! Ah, que desvergonzado... No sé con quien está saliendo pero creo que voy a acusarlo.

  Esta vez fue el turno del mayor de reírse— Me atrapaste. Bueno, bueno. ¿Cuál es el motivo de esta salida de amigos?— la sonrisa del rubio desapareció de pronto, gesto que no pasó desapercibido por el mayor— ¿JiMin?

  — Ah... Bien. La verdad, es que lo invité porque necesito su ayuda. Mejor dicho, su opinión y tal vez un consejo. Espero no le moleste que me tome estas confianzas siendo que nos conocemos hace poco tiempo y–

유독 한 ; toxic ;; yoonmin [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora