유독 한 ; toxic ;; yoonmin [pausada]

•20•

  — ¡TaeHyung! ¡Te comiste mi helado! — el grito molesto del pelinegro resonó por el pequeño departamento, haciendo que el rubio, el cual se encontraba descansando en su habitación, riera.

  La verdad, muy al contrario de lo que había pensado al principio de su estadía, la pareja no era tan apacible como parecía.

  JungKook podía parecer un chico tranquilo, incluso algo sumiso, pero era todo lo contrario. No habían sido pocas las veces donde había visto a su mejor amigo siendo regañado y mandado por el menor, lo cual le resultaba muy chistoso.

  TaeHyung siendo mandoneado por ese chico de aspecto adorable era algo que jamás se había esperado ver y se le hacía sumamente dulce. Y chistoso, claro. No habían sido pocas las veces en donde se había burlado de él en ese corto periodo de tiempo.

  Observó su maleta medio desecha, y suspiró. Debía comenzar a buscar un lugar donde vivir, no quería abusar de la generosidad de sus amigos y sabía que ellos jamás lo correrían de ahí, por lo mismo había comenzado a cotizar por algunos arriendos en la zona.

  Mordisqueó su labio al recordar su antiguo departamento. No era la gran cosa, pero tenía algo irremplazable. A YoonGi. JiMin abrazó sus rodillas, sintiéndose desgraciado. Era enfermo, pero lo extrañaba demasiado. Se sentía desesperado, trataba de ocultarlo pero cada vez era más difícil. Las ojeras se hacían más pronunciadas cada mañana, su cintura más estrecha y su genio más volátil. Dios, el estaba quedando destruido y todo por su enferma dependencia del mayor. Cuánto deseaba verlo... Una parte de él le temía, pero la otra lo amaba de una forma tan desesperada e intensa que no tenía sentido tratar de ignorarla. Deseaba verlo, pero sabía que no era lo correcto. Deseaba sentir sus caricias, sus palabras dulces, pero temía a sus golpes y gritos. ¿Por qué debía ser así? Ellos no se merecían una relación tan podrida y tóxica. Él no la merecía, pero ¿qué podía hacer?

  Llevaba más de dos semanas alejado del pálido y se repetía a sí mismo que estaba bien cuando claramente no era así. Los chicos le ayudaban a distraerse, al igual que el trabajo y este último tiempo HoSeok estaba siendo una gran ayuda, casi podía llamarle un amigo.

  Sonrió al recordar a su hyung. Era tan agradable... Casi parecía brillar, le agradaba demasiado para llevar tan poco tiempo conociéndose. ¿Por qué YoonGi no podía ser tan dulce como HoSeok, amable como TaeHyung o preocupado como JungKook? Supuso que tenía que ver con lo mismo de siempre. Su pasado, JiMin sabía que lo había pasado horrible, pero jamás logró convencerlo de contarle acerca de ello, o que fuese con algún profesional. Cada vez que hacía mención del tema o lo evitaba o se enojaba con él.

  « Él no quiere tu ayuda. No la merece, JiMin. Después de todo lo que te hizo, ni siquiera deberías estar pensado más en él.»

  — Pero lo amo...— murmuró, enterrando su rostro entre sus antebrazos.

  ¿Como había terminado tan condicionado al mayor? ¿Tan dependiente? No lo sabía, pero necesitaba verlo. Solo una vez, necesitaba saber de él.

  Quería besarlo, ayudarlo a mejorar, pero no era tan estúpido como para creer que sería fácil. Tampoco podía dejar de lado ese sentimiento de miedo que estaba presente. ¿Las personas realmente cambiaban? Siempre había creído que sí, pero no era tan fácil con YoonGi.

  YoonGi no era cualquier persona. Era alguien que había sufrido demasiado, que necesitaba apoyo pero que no deseaba tenerlo. ¿Cómo ayudarlo?

  No sabía cómo ayudarse a sí mismo y deseaba ayudar a su... ¿Novio? ¿Ex novio? No tenía idea.