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Desperté, seguía con la cabeza en el pecho de Peter. Sus manos rodeaban mi cintura con firmeza, sentí que me miraba profundamente.
Levante mi mirada, y alli estaba el joven de aquellos ojos esmeralda que tanto me hipnotizan, mirándome fijamente.
-¿Cuanto tiempo llevas así?.-Pregunte bostezando.
-No mucho, unos 10 minutos.-Tenia el cabello desordenado que lo hacia ver tierno.
-¿Eso te parece poco?.-
-Me quedaría aquí toda la vida solo para contemplarte.-Lo mire con ternura.-Demonios, eso fue terriblemente romántico.
Me reí.-Sí, pero te ves tierno.
Peter se sonrojo, ¡Demonios se sonrojo! ¡Lo juro!
-Tenemos que irnos a... al bosque oscuro.-Se levanto enseguida y uso su magia para arreglarse.-Te veo en la playa.
Dicho esto él desapareció.
No quería levantarme. Pero hice un esfuerzo y me senté en la cama, use mis poderes para arreglarme, me coloque una camisa que decía 'Fuck world' un short y una chaqueta de cuero negro.
Si quería sobrevivir, tendría que hablar con los estúpidos niños perdidos.
-¡Hey! ¡Idiotas!.-Los niños perdidos giraron sus cabezas hacia mi dirección.-¿Que hay en el bosque oscuro?.-Todos los chicos se volvieron mas blancos que la leche.
-David fue ayer, se quedo sin un ojo, pregúntale a el.-Me dijo el mas chico de todos, con su mirada de inocencia, como si fuera normal que te saquen un ojo, que ternurita.
-Oh, que cruel.-Sonreí sarcásticamente.-¿Donde esta?.
El mismo niño que me respondió señalo una cabaña. que estaba en lo mas alto de un árbol, seria aburrido escalar, me teletransporte hacia aquella cabaña y entre sin permiso.
-¿David?.-Ahí estaba, el chico de ojos miel que había señalado Peter, recostado en su cama, con un aspecto demacrado, su cabello castaño estaba desordenado, el lugar donde se hallaba el ojo izquierdo, había un parche, tenia miles de cortes en su piel, su ropa estaba rasgada, parecía no haberse cambiado.
-Ese soy yo, bella dama.-Sonrio, su sonrisa no era normal, tenia un aspecto cínico.-¿En que la puedo ayudar?
-¿Que hay en el bosque oscuro?.-La mirada del chico se dirigió hacia la nada, para luego volver a mirarme.
-No entres ahí.
El señor dijo con palabras claras.
Este lugar prohibí.
Si desobedeces te asesinara.-David cantaba, como si fuera solo una canción de cuna lo que acabo de decirme.
Era una pésima rima, pero aun así, me provoco un pequeño escalofrío.
-Mira, no busco advertencias. Quiero que me digas que hay dentro.
-El precio de entrar,
Tu vida costara.-No se molesto en cantar, por lo menos.-Te atacara, te acechara, hasta que lo ultimo que veas sean unos ojos color rojo sangre.-Eso fue una advertencia que me erizo la piel enseguida.
-Si quieres entrar, tu vida costara.
Si quieres entrar, tu vida costara.
Si quieres entrar, tu vida costara.-David tarareaba, en verdad, ¿Tan traumante fue?
No deseo oír mas.
Aparezco en la playa al lado de Peter.-Vamos a ese bosque.
Peter solo asintió. Me quede al lado de el, caminamos derecho hasta entrar en un lugar mas oscuro. El aire se volvía mas pesado.
