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Ligeros pasos se escuchaban por el Instituto Balck Hat, pertenecientes al ya mencionado y dueño de la institución.
No se hallaba solo, oh claro que no. Detrás suyo, lo acompañaban el azabache y el rubio los cuales observaban con curiosidad hacia todos lados, generalmente hacia adelante para saber el camino hacia el laboratorio bien sabían ambos, hasta que finalmente los pasos habian sesado.

- de acuerdo jóvenes - pausó un momento volteando a ver a los dos muchachos -bienvenidos al laboratorio - anunció abriendo la puerta del dichoso lugar

El olor a químicos, el notable calor del cuarto, las miles y miles de anotaciones en el pizarrón y botellas de vidrio, hacian de aquella habitación un laboratorio digno de cualquier brillante cientifico.

Un color obscuro adornaba las paredes de la habitación, seguido de las cuantas ventanas, una que otra tapada por cortinas. El piso de madera natural y reluciente, y los pequeños pero elegantes focos que alumbraban todo volvían aquel lugar como en una pelicula de ficción, o almenos asi se veia a los luminosos ojos de Slys.

- a-ah, yo... - traga saliva, casi queriendo llorar de la emoción - e-este lugar es...

- patetico,no? - continuó al instante el ser elegante mirando con repugnante gesto el laboratorio - si, debo admitir que no hubo mucha imaginación para este lugar. Casi no se encuentra en uso, asi que se encuentra un tanto lleno de polvo y...agh, no lo se. - finalizó un tanto frustrado.

- qué está diciendo señor? Este lugar es asombroso! - halagó Slys observando cada rincon y detalle del lugar como si se tratase de un paraiso -  nunca habia visto un laboratorio como este ni en un millón de años. Es el lugar perfecto para un científico. A-a mi mi gustaria tener mi propio laboratorio como este - continuó maravillado con una tierna sonrisa a su superior, obteniendo como respuesta unos ojos abiertos.

Un extraño nerviosismo se apoderó de Black Hat

- en serio? Gracias joven Flug - respondió volteando hacia otro lado el de sombrero aun con aquella sensación nada común en el. - c-como sea, entren. Les explicaré los demás detalles. - se apresuró a decir entrando al lugar - como verán, en este sitio se llevará a cabo su investigación. Aqui podrán hacer experimentos, anotaciones entre otras cosas relacionadas al objetivo que quiere lograrse. Vendrán 3 días a la semana: Lunes, Miércoles y Viernes para ser exactos, y su horario será de 1:30pm a 3:30pm. Si tienen dudas de algo o suceden inconvenientes solo acudan a mi oficina, todo claro?

- como el agua, señor - respondió Walter con una sonrisa llena de optimismo en su rostro.

- perfecto. En ese caso, yo me retiro jóvenes - finalizó el de sonrisa puntiaguda desapareciendo de la vista de ambos chicos.

El silencio se apoderó de todo totalmente.

- Bueno, y ahora qué? - Preguntó el de gogles rascando su nuca

- no lo se - respondió Walter con una mirada picara acercandose ligeramente al contario - solo bésame

- q-qué?! - respondió hecho un tomate el menor, a lo cual el de mecha roja comenzó a reírse al instante.

- jajajajaja, no es cierto. Cómo crees? - reia el demonio mientras era "golpeado"en su pecho por el de gogles. -  bueno ya ya, será mejor que empecemos a trabajar o Black Hat se pondrá de malas jajajaja.

- si pero no hagas eso tarado!!! - respondió a gritos Flug después de tal broma.

- ok ok, lo prometo - habló finalmente el ojiambar sonriendo.

2:30pm

el laboratorio se hallaba en total uso por ambos adolecentes, quienes iban de aquí para allá con papeles, mezclas entre otras cosas. Llevaban puestas las típicas batas, las cuales les sentaban de maravilla (en especial a Flug). Aun no podían creer lo que les estaba pasando en su primer año de bachillerato, todo era totalmente increible. Ser "cientificos" de un veneno el cual fué aprobado por el villano mas temible de todos era algo que no se veía todos los dias, y mirenlos...sin duda eso era lo que ocurría frente a ellos ahora.

3:15pm

El sudor y el cansancio se volvían visibles en todo su ser, a pesar de ser su primer dia en el laboratorio, los análisis resultaron un gran éxito.
Habían probado el mezclar ciertos químicos y sobrecalentarlo nuevamente, claro, sin la parte de explotar todo otra vez, dando como el resultado el nivel de toxinas que buscaban.

Todo era un gran exito para los dos.

- agh, esto de ser un investigador de reacciones químicas es tarea dificil - comentó Flug mientras anotaba los análisis hechos en una libreta de pasta dura, la cual habia comprado el dia anterior.

- lo se - contestó Walter con una voz cansada mientras limpiaba algo de polvo del escritorio.

- bueno, ya está - respondió nuevamente el rubio cerrando la libreta. - este apunte le ha de gustar al señor Black Hat

- jeje si. - rio suavemente el de cuernitos - oye, hablando del señor Black Hat, puedo hacerte un comentario y no te enojas?

- claro, qué sucede? - preguntó curioso el rubio.

- pues... - pausó un momento - no lo se, pero en mi opinión...yo creo que le gustas.

El color rojo invadió las mejillas de Flug al instante.

- g-gustarle a Black Hat? Por favor Walter, no creo que sea posible eso.

- y por qué no?

- seamos realistas. Es uno de los más grandes y crueles villanos que existe, director de una institución totalmente dedicada en carne y hueso a la educación de nuevas generaciones malignas, en donde una de las reglas mas importantes en nustro vil mundo es NO enamorarse - explicó con voz sencilla Flug junto con cierto brillo perdido en sus ojos - sería algo totalmente absurdo que llegara a sentir algo por alguien, mucho menos por un alumno de su escuela.

- pero.. - se vió interrumpido antes de poder hablar nuevamente.

- un villano JAMÁS se enamora ni se deja llevar por ese asqueroso sentimiento - le recordó finalmente al ojiambar la regla número 6 del Instituto Black Hat.

Un suspiro salió de los labios de Walter.

- ya son las 3:30pm, vámonos a casa - habló el azabache dando final a aquella conversación.

Los chicos tomaron sus pertenencias, pusieron llave al laboratorio y sin mas salieron de la escuela.

La hora de autobuses habia terminado, asi que irían a pie. Para mala suerte de ambos, sus casas quedaban algo lejos, pero no mucho como para llegar en 15 o 20 minutos.

- bueno, te veo mañana Flug. Te envío un mensaje mas tarde - se despidió el de coleta caminando rumbo a su hogar.

- claro, nos vemos - correspondió la despedida mientras agitaba su mano a lo lejos.

- ah, Flug!!! - gritó Walter a una distancia ya separada del contario - algunas reglas, fueron hechas para romperse!!!

Quedó inmóvil ante aquellas palabas, la conversación en el laboratorio llegó a su mente al instante y lo pensó una vez mas...

Un villano JAMÁS se enamora ni se deja llevar por ese asqueroso sentimiento






Regla número seis





Una regla


Una regla hecha para romperse quizá...

Un villano JAMÁS se enamora [BlackFlug//Paperhat]#Wattys2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora