𝐈 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 (Me enamoré) [ⒶⓊ - ⒶⒹⓇⒾⓃⒺⓉⓉⒺ] (Editado/Resubido)

Dieciocho

Marinette avanzó nuevamente hacia su oficina tras despedirse de Luka.

Por alguna razón, ambos se habían vuelto más cercanos, tras el encuentro con Kim, ella se había preocupado bastante por él, sintiéndose aliviada al saber que solo debían colocarle algunos remedios para cicatrizar algunas de las heridas.

Se había dado cuenta de que era un chico bastante agradable, la trataba muy caballerosamente y se mantenía al tanto de lo que ella pudiera disponer. Solo que no sabía que eso se debía a un enamoramiento que él tenía hacia ella.

Agradecía con el alma el hecho de que Kim había desaparecido de su vida estos últimos tres días.

Y mencionando los días, al día siguiente sería el lanzamiento de la colección.

Como buen equipo, habían terminado el trabajo sin muchas complicaciones. El señor Agreste estaba satisfecho con la labor desempeñada por parte de ellos.

Tan solo faltaba ajustar algunos detalles , por lo cual Marinette entró en su oficina y se dispuso a continuar trabajando, hasta que llamaron la puerta.

—Pase....

—Hola...— dijo entrando.

—Hola, Adrien— sonrió.

Él se acercó y tomó asiento, sin siquiera pedir permiso.

—Has hecho un gran trabajo. Mi padre está muy contento. Y sabes lo difícil que es lograr eso— dijo divertido cruzándose de piernas.

—Oh, sí. Pero me alegra saber que no lo hemos defraudado.

—Eres Marinette Dupain-Cheng ¿Quién se defraudaría de ti?— alzó los brazos al aire provocando un sonrojo en ella, pero que no lo notó —Por cierto...he visto que Luka y tú se han vuelto más... cercanos desde aquel incidente...

—Podría decirse. Lo he conocido un poco más y es bastante agradable.

—¿Más que yo?

Ella río —Nadie se compara contigo, Adrien.

—Pero sí soy reemplazable ¿No?

Ella lo miró confundida.

—Parece que alguien tiene una amistad tóxica- bromeó

—Bueno, antes solíamos hablar más y salir más. Creí que ya se había arreglado las cosas entre nosotros y que todo sería como antes.

—Y están arregladas— sentenció —Solo hemos dejado de ir al almuerzo, no exageres.

—No exagero— se levantó —Al menos dime que no irás mañana al evento con él— rodó los ojos.

—Por supuesto que no, tontito— negó divertida, levantándose también. —Aunque ahora que lo mencionas...— pensativa.

—¡No!— exclamó —Es decir, yo te quiero invitar a que me acompañes, Madame— hizo una reverencia.

—Oh, por supuesto, caballero, sería todo un placer— imitó el gesto de una princesa. Ambos rieron.

Era lo único que les faltaba para ver que entre ambos las cosas no habían cambiado para nada.

—¡Perfecto! Entonces mañana paso por ti ¿Va?

—Vale.

Él sonrió y caminó hasta la puerta. Hizo un ademán con la mano y salió, cerrando tras sí la puerta.

Marinette volvió a sentarse en su escritorio, negando divertida con la cabeza pensando en la ocurrencia del rubio.

•••

Adrien llegó a su hogar con una notable alegría, silbando mientras buscaba las llaves de la puerta principal.

Entró allí y se tumbó en el sofá, antes de dejar caer su cabeza contra una de las almohadas, para luego cerrar los ojos, quedándose dormido.

—¿No trajiste un paraguas?— interrogó divertido.

—No te burles que tú tampoco— respondió cruzándose de brazos.

—Bueno, pues no nos queda de otra que aguardar ¿No?

Ambos adolescentes se sentaron en la acera de las escaleras de la escuela, observando como las aguas caían al vaivén de la brisa.

Marinette se abrazó a sí misma, debido a que comenzaba a tener frío.

—¿Tienes frío?— preguntó mirándola.

—Eh, un poco.— él se sacó su chamarra y se la pasó. Ella lo miraba dudosa.

—¿La tomarás o qué?

—S-sí, por supuesto. Gracias Adrien.— se colocó el abrigo y giró nuevamente la vista.

Él no dejaba de verla. Su mente pensaba en "¿Y si se lo digo? No ha de ser difícil decir «me gustas Marinette» pero ¿Y si pierdo su amistad?"

—¿Tengo algo en el rostro?— preguntó al percatarse de la mirada clavada en él.

Negó con la cabeza, "aterrizando" a la Tierra. —No, nada— desvió la vista hacia el paisaje.

Ahora fue el turno de Marinette de contemplarlo. "¿Estaría tan mal decirle lo que siento? No me gustaría arruinar nuestra amistad" y tras pensar esto, volvió la vista al paisaje gris, quedándose ambos con sentimientos guardados.