𝐈 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 (Me enamoré) [ⒶⓊ - ⒶⒹⓇⒾⓃⒺⓉⓉⒺ] (Editado/Resubido)

Treinta y nueve

El timbre había sonado por tercera vez, no prestando atención mientras seguía concentrado en su videojuego.

-Vas a morir, p***, ya lo verás- pero el timbre volvió a sonar -A LA V****- exclamó lanzando el mando al aire. -¡¿Quién mierdas es?!- dijo furioso mientras iba a abrir la puerta.

-¿Jugando videojuegos?- interrogó divertida una vez abierta la puerta.

-¿Tú?- interrogó, tratando de cerrar la puerta.

-Quiero hablar contigo- dijo empujandola.

-¿Qué mierdas quieres Chloé? ¡Has hecho que pierda el maldito juego!

-Pudiste perder ese juego, pero ganarás algo mejor... Tengo algo que proponerte, Kim. Te encantará...

-¿Ah sí? ¿Y cómo sabes que me gustará?

-Porque tú obtendrás lo que quieres y yo también...¿Me dejas pasar?

-Espera ¿Qué es lo que yo quiero obtener?

-No es qué. Si no quién. Marinette...

•••

Adrien volvió a su oficina, viendo a la joven rubia sentada en uno de los sillones.

-En verdad hay que trabajar en la seguridad de este edificio- expresó algo molesto -¿Y ahora a qué has venido?- preguntó sin mucho afán

-He visto que no has movido ni un solo dedo para hacerte la prueba de ADN, así que, aquí estoy- el rubio rodó los ojos.

-Tengo cosas más importantes en los que enfocarme.

-Nada es más importante que un bebé

-Sí, sí, ve al grano.

-He sacado una cita en una de las mejores clínicas de la ciudad gracias a la influencia que un día tuvo mi papi.

-¿Lo sacaste sin consultarmelo?

-No demostrabas interés, así que tomé el control del asunto. Espero no tengas mucho que hacer hoy porque nos vamos.

-¿Y si soy el padre qué? No volvería contigo jamás.

-Ay, por favor, no me importa si me quieres o no, me da exactamente lo mismo. Pero un bebé no lo hace solo una mujer, así que tú deberás siempre apoyarme con él, o ella.

-Bien. Iré. Pero si yo no soy el padre, te desaparecerás para siempre de mi vida, ¿de acuerdo?

-No será necesario, porque sé que es tuyo, ¿nos vamos?- le indicó que saliera primero, mientras ella esbozaba una sonrisa maliciosa a sus espaldas.

•••

-¿Cómo que no está?- cuestionó a la muchacha.

-Así como le dije, el joven Agreste salió acompañado de una mujer de cabello rubio.

-Chloé...- murmuró -Gracias- expresó, antes de volverse a su oficina.

Entró desganada, mientras Alizee la miraba atentamente.

-No me digas que te han roto el corazón.