𝐈 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 (Me enamoré) [ⒶⓊ - ⒶⒹⓇⒾⓃⒺⓉⓉⒺ] (Editado/Resubido)

Cuarenta

El día prometía ser hermoso para ella esa mañana, la melodía de los pájaros parecían sonar en completa armonía mientras el viento golpeaba suavemente sus mejillas.

Sus ojos habían adquirido un nuevo brillo, uno que jamás había tenido. Podía sentir su corazón al mil mientras una sonrisa pintaba sus labios.

Suspiró, recordando lo acontecido el día anterior. Se sentía aliviada pues por fin había liberado todo ese amor que durante tanto tiempo había reprimido mientras trataba de convencerse de que ya era parte del pasado.

Solo bastó un contacto, una mirada, una señal, para demostrarle que, tal como se lo había dicho Alizee, no podía apagar un incendio con un vaso de agua.

Aunque sí había querido a Kim, nunca había sentido algo tan fuerte como lo que sentía por su amigo de infancia.

"Nos tardamos un poquito" con una risilla había dicho ella al separarse.

"Nunca es realmente tarde" fue la respuesta del joven que no dejaba de mirar a su amada.

Sumida en sus pensamientos, no se percató de que el timbre había sonado un par de veces.

Sacudió levemente su cabeza, volviendo a la realidad para disponerse a abrir la puerta.

Lentamente abrió la puerta, observando al individuo que se encontraba afuera. La sonrisa que tenía dibujada se disipó. Quiso cerrar la puerta mas aquel se lo impidió.

-Marinette, por favor, debo hablar contigo.

La azabache rodó los ojos -¿Sobre qué? Creo que ya me has dicho suficiente.

-Yo... lo siento, me sentía muy molesto.  Pero luego me puse a analizar y me sentí terriblemente mal...- miró hacia el interior -¿Puedo pasar?

-No. Lo que tengas que decir me lo dirás aquí.

-Bien. No creo en lo que me dijiste. Sé que yo soy el padre de tu hijo ya que no has estado con nadie más.

-¿Y si sí estuve con alguien más?

-Sé que lo dijiste porque te sentías dolida, y con razón, pero nuestro hijo no tiene la culpa de lo sucedido.

-No es tu hijo, entiéndelo.

-Si no es mi hijo, demuéstralo.

Ella lo miró con total seriedad -No necesito demostrarte nada. Este hijo es... de Adrien.

Kim rio con ironía -¿Adrien? ¿ese tontito que tienes de amigo? Por favor, al menos alguien creíble.

-Si no me crees ya no es mi problema.

-Ok. Te creeré si me entregas una prueba de paternidad.

-Perfecto- expresó ya cansada -Iremos cuando yo decida y a dónde decida, ¿de acuerdo?

Kim aceptó, después de todo, estaba convencido de que todo resultaría a su favor.

•••

Uno cuando está enamorado puede parecer un tonto, ¿verdad? Sonriendo embobado, comprendiendo canciones románticas, sintiendo como si revolotearan mariposas alrededor, incluso el sol del mediodía en verano resulta agradable.