Treinta y Ocho

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-Ok, ahora es bipolar- dijo para sí mismo luego de que la mujer simplemente se había separado de él sin decirle siquiera una sola palabra. -¿En serio harás como que no pasó nada?- preguntó, esta vez dirigiéndose a ella -¡Marinette!- llamó su nombre, al ver que esta seguía ignorandolo.

-Lo hemos vuelto a arruinar- habló finalmente, a lo que Adrien hizo una mueca de confusión.

-¿Arruinar? ¿De qué carajos estás hablando?

-Esto... no debió pasar, nos dejamos llevar por la conmoción.

-¿En serio lo llamarás simplemente "conmoción"? ¿A qué temes? Si yo te amo y tú me amas ¿Qué hay de malo con eso?

-No. Eso es lo que tú crees. Tuviste como un flashback, volviste a tener 15.

-¿Me estás diciendo que no sentiste absolutamente nada después de todo lo que me dijiste?- la fémina no respondió -Bien, no quieres hablar, pues yo tampoco- y sintiéndose bastante molesto, salió de la habitación, cerrando con fuerza la puerta tras de sí, provocando que Marinette se sobresaltara.

•••

Ahora era el turno de Adrien de mostrarse indiferente ante la situación. No comprendía del todo a la Dupain, ¿Por qué se resistía ante el sentimiento? ¿Qué de malo tenía?

-Buen día- la morena se adentró, saludándolo -Disculpa, tu padre quiere hablar contigo- explicó -Por cierto, ¿no has visto a Marinette?

-No- respondió secante.

-Oh, es que, abajo hay un hombre que trae un ramo para ella. Le diré que se lo deje en la oficina.

-¿Un hombre?- la mujer se achicó de hombros, dándole a entender que no tenía idea de quién se trataba.

Le reiteró que su padre lo necesitaba, antes de despedirse y salir.

-Genial- murmuró entre dientes -Ahora estoy celoso.

•••

-Buen día, buen día- saludaba a los empleados con los que se encontraba, subiendo con prisa hasta llegar a su oficina. Gracias a Adrien, se le había hecho bastante tarde.

Se sorprendió al ver aquel arreglo floral sobre su escritorio.

-Hola, Marinette- la morena la saludó a sus espaldas -Parece que tienes un admirador.

-Hola Alya- devolvió el saludo -¿Quién me las mandó?

-No lo sé, solo vino el florista, lo dejé pasar, bajó las flores ahí y se fue.

Marinette, entonces, visualizó un pequeño papel. Lo tomó, leyendo en él: "Para la mujer más bella que han visto mis ojos". Sin embargo, no tenía identificación. Arrugó la nota para luego botarla a la basura.

-¿Te gustan las flores?- preguntó Marinette a su compañera.

-Pues, sí.

-Si quieres te las puedes llevar, puedes decorar con ellas tu oficina.

-¡Gracias!- exclamó con emoción, llevándose el ramo consigo.

Marinette negó con la cabeza mientras reía en voz baja.

Acomodó sus cosas sobre su escritorio, percatándose de que tenía una llamada entrante en el celular.

-Hola, Ali- saludó al atender.

-¡Hola!- saludó ella -Oye, no es que yo sea metiche... bueno, tal vez un poco pero... al pasar por tu casa he visto salir a Adrien esta mañana. Diría que tuvieron una noche de pasión, pero por la cara que él tenía, creo que tuvieron una noche de discusión- rio -¿Qué pasó?

-Creo que no es algo del que se pueda hablar por teléfono.

-¡Lo sé!- dijo ella, entrando por la puerta de la oficina. -Obvio que venía a hablar cara a cara contigo- expresó, colgando la llamada para después sentarse. -Cuéntame. Soy toda oídos- se cruzó de piernas, esperando que la azabache hablara.

-No pierdes tiempo, eh- bromeó -Sí, él está molesto. Y bastante, ni siquiera ha venido a saludarme - suspiró.

-Y ahora ¿Qué hiciste? ¿Volvieron a emborracharse?- Marinette negó -¿Entonces?

-Estuvimos sobrios y... pues bueno, sucedió algo que no me esperaba pero que ansiaba con todas mis fuerzas.

-Lo sabía. Te lo dije, no puedes apagar un incendio con un vaso de agua... pero ¿Por qué él estaba así? ¿No fuiste lo suficientemente sucia?

-¿De qué demonios estás hablando?

-Ya sabes, coito...

-¡No! ¡No tuvimos relaciones!- exclamó ella, evitando decirlo demasiado fuerte.

-Oh, ya me estaba imaginando todas las posibilidades... Entonces... ¿Qué fue lo que pasó?

-Solo nos besamos.

-Aww, ¿y cómo te sentiste?

-En el paraíso- dijo con una sonrisa boba.

-Pues lo habrás besado tan mal para que saliera así.

-De hecho, solo fui una tonta. Luego de eso fingí que no había pasado nada...

-¿Que qué? De verdad, Marinette, ¿y qué le dijiste?

-Le dije que lo volvimos a arruinar y que no debió suceder- Alizee golpeó su frente.

-En serio eres tonta, ¿Por qué hiciste eso?

-Tenía miedo, Alizee. Sentía que volvía a ser la misma adolescente tímida e insegura.

Alizee suspiró, adoptando una posición más sería.

-Yo que tú trataría de arreglar las cosas ¡es más que obvio que no pueden seguir siendo solo amigos! Ninguno de los dos soporta esa idea.

Marinette la escuchó atentamente, pensando en qué podría hacer.

-Invítalo a salir, hagan algo juntos, vayan a un lugar que les gusta, y lo más importante, no te guardes nada ni reprimas tus sentimientos.

Decidida, Marinette reunió todo el valor que tenía y se dispuso a ir a buscar al joven. Sin embargo, este no se encontraba por ninguna parte.

𝐈 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 (Me enamoré) [ⒶⓊ - ⒶⒹⓇⒾⓃⒺⓉⓉⒺ] (Editado/Resubido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora