𝐈 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 (Me enamoré) [ⒶⓊ - ⒶⒹⓇⒾⓃⒺⓉⓉⒺ] (Editado/Resubido)

Veinticinco

No era ya nada extraño ver a Luka junto a Marinette, conversando en los ratos libres.

Y es que ella se había puesto la meta de pasar más tiempo con el ojiazul para así poder evitar al rubio.

No era por nada, sino por el hecho de que se ponía completamente nerviosa mientras pensaba en que él era el padre de su bebé, bueno, si es que estaba de verdad embarazada.

Porque aún no lo creía, no confiaba en las pruebas de farmacia. A pesar de que Alizee le había aconsejado hacerse una prueba en el hospital, ella se negó.

Y es que el miedo a que aquello fuera cierto la consumía, prefería hacerse la idea de que no estaba para nada encinta, que la prueba falló y que su atraso menstrual debe deberse a otras cuestiones nada inherentes al embarazo.

Pero muy en el fondo sabía que bien podía ser cierto. No le aterraba la idea de ser mamá, pero no quería que fuera en una situación como en la que en estos momentos se hallaba.

¿Cómo puedes decirle a tu mejor amigo de infancia que estás esperando un hijo suyo?

—¿Marinette?— la muchacha no había oído las reiteradas repeticiones de su nombre que el de mechas azules pronunciaba. —Estás vertiendo salsa en tu jugo...— la azabache abrió los ojos como platos al ver como en definitiva echaba salsa al jugo y no al plato de comida.

Llevó sus manos a su cabeza, estirando levemente su cabello.

—¿Te encuentras bien? Te ves pálida— expresó él, preocupado.

—S-sí, e-estoy bien ¿Por qué no debería de estarlo?— interrogó fingiendo una sonrisa que más bien era una mueca.

Él levantó una ceja, no muy convencido.

—Soy tu amigo, Marinette. Puedes contarme lo que sea que tienes, yo te ayudaré en lo que necesites, siempre. Y lo sabes— dijo tomando las manos femeninas mientras la miraba a los ojos.

Ella lo miró confusa y extrañada. Últimamente se había tomado demasiada confianza con ella; solía tomarla de la mano, agarrarla de la cintura o abrazarla de pronto. Aquello se debía a algo, y ella quería saberlo.

—Luka...— dijo mientras apartaba sus manos —¿Puedo hacerte una pregunta?

—Por supuesto, Mari. Lo que quieras.

—¿Por qué siempre estás tan al pendiente de mí? Digo no es que me moleste pero me da curiosidad.

Él sonrió. Gracias al tiempo que compartían se había sentido más confiado estando junto a ella, intentaba dejar su timidez a un lado.

—¿Es que no es obvio?— interrogó con una seguridad irreconocible en su voz mientras volvía a tomar las manos de la azabache. —Tú me gustas, Mari. Desde el primer día en que te vi.— él se sorprendió por la facilidad con la que había dicho eso, pero no más que ella, quien tenía los ojos abiertos de par en par observándolo con asombro.

—Yo no...— murmuró sin saber exactamente qué decir ante aquella remota confesión.

—Sé que soy poca cosa para ti...— dijo apartando la vista soltando las manos de ella —Tú eres alguien maravillosa y yo...solo soy yo. Con eso te digo todo.— alicaído pronunció, incapaz de mirarla a la cara.

—Luka no es eso...

—No hace falta, Marinette. Lo que sea que digas solo será para no hacerme sentir tan mal. Es una de tus grandes virtudes, el no querer herir a nadie.— sonrió sin mostrar los dientes —No quiero que te sientas mal tampoco por esto, en el amor no se puede obligar a nadie.— se levantó y buscó en sus bolsillos un billete, el cual bajó sobre la mesa —Perdón, pero debo irme— dijo con las manos en los bolsillos mientras caminaba lentamente alejándose de allí.

En su mente se dibujaba la idea de que ella saltara de su silla y corriera junto a él, abrazándolo y besándolo, diciendo así que le correspondía. Pero eso solo ocurría en las películas y novelas de amor.

Giró levemente la cabeza echando un último vistazo a la mujer que se encontraba estática en su asiento, viéndolo partir.

—Lo siento, Luka- dijo en su soledad— Lo siento.

La azabache lo miró hasta que este desapareciera de su campo de visión.

Tomo su celular, encontrándose con un mensaje de Ali:

Holaaa, sé que me dijiste que no querías hacerte la prueba en un hospital pero como yo nunca entiendo los "no" vine a uno y ya te agendé para que vengas a hacerte la prueba :3

Marinette suspiró, ya un poco resignada.

Está bien. Iré. Pasame la ubicación.

•••

—Míralo por el lado positivo- expresó Alizee mientras aguardaban el turno de la azabache —Tus genes son perfectos y los de él ni hablemos, así que tendrás una criatura que nunca sufrirá de bullying- la codeó divertida.

—No es un chiste para mí- resopló ella .—Adrien es mi amigo y desde siempre lo ha sido, no necesitaba arruinar eso, más de lo que ya lo he arruinado.

—Fue algo que los dos querían, así que no es culpa de nadie... y no me salgas con que estabas muy borracha- añadió antes de que Marinette objetara —El alcohol no cambia a las personas bajo su efecto, sólo libera aquellas emociones que estando sobrios reprimimos. Así que, Marinette, ambos se tenían ganas e hicieron pues lo que hicieron.

—Bueno, yo- Marinette iba a añadir algo, mas fue interrumpida por el médico que la había llamado por su nombre.

Alizee tomó su mano, apretándola, demostrandole todo su apoyo.