VERDAD O RETO

Metimos la pata

Jessica estaba recargada hacia el frente sobre la mesa desayunador del jardín de la universidad. Apretando el tenedor que tenía en la mano derecha con fuerza.Frente a ella, un plato de fruta a medio comer al que había dejado de prestarle atención desde que Tiffany y Kyuhyun aparecieran en su campo de visión.

La joven pareja iba tomada de la mano. Kyuhyun cargaba la bolsa de Tiffany, mientras ella se balanceaba de un lado a otro como una tonta, sin soltarle de la mano. Él sonreía, evidentemente feliz por la actitud infantil de la joven.

Cualquiera que los mirará, cualquiera que pasara por lo menos cinco minutos junto a ellos, podía darse cuenta de lo enamorados que estaban.

— ¡Hola Jessica! — Yuri llego junto a ella, o mejor dicho, sobre ella, dejo caer la pesada mochila sobre la mesa y se sentó a un lado de la rubia — ¿Qué comes? — sin esperar respuesta de su amiga, metió los dedos entre la fruta, y tomo un gran trozo de piña que se llevó a la boca.

Eso era algo que siempre molestaba a Jessica. Sobre todo porque Yuri siempre tenía las manos sucias por los materiales que utilizaba en sus clases de mecánica. Generalmente toda ella era un desastre. Botas de trabajo, overoles y manchas de aceite por todos lados. Su mochila, que pesaba como si todo el tiempo cargara medio motor dentro de ella era más como un costal lleno de refacciones. La combinación perfecta para hacer enfurecer a la rubia.

Sin embargo, esta vez Jessica no dijo nada.

Con lentitud, Yuri volvió a repetir su movimiento, tomando esta vez un trozo de mango que saboreo ruidosamente, salpicándose la mejilla con unas gotas de yogurt. Pero Jessica ni siquiera la miro.

Su amiga tenía la vista clavada al frente. Apretaba los dientes, al igual que los puños. Estaba tan molesta, que había doblado el tenedor metálico que sostenía en una mano, pero parecía que no lo había notado, ya que seguía apretándolo.

Entonces Yuri busco lo que Jessica estaba viendo. Al principio no sabía de lo que se trataba, pero después de analizar el panorama con cuidado, se dio cuenta de que estaba mirando Tiffany y Kyuhyun.

Regreso su atencion a Jessica, luego a la pareja que parecía divertirse. Sonrió con tristeza, suspiro y comenzó a sacar algunos manuales de su mochila.

— Hacen una linda pareja, ¿no crees? — fue lo primero que pregunto Yuri una vez que estuvo instalada sobre la mesa. Entre libretas, libros, su calculadora y sus lápices. Y claro, cuando Tiffany y Kyuhyun se habían ido.

Fue hasta entonces que Jessica se enteró que su amiga estaba ahí. Miro todas las cosas confundida.

— ¿A qué hora llegaste?

— Como quince minutos— respondió la morena tecleando algunos números en la calculadora.

— No puede ser.

— Sí. Estabas tan ocupada doblando tenedores que no te diste cuenta cuando llegue y me acabe tu fruta.

Jessica miro el tenedor destrozado en su mano, luego el plato vacío donde había estaba su desayuno y finalmente a Yuri, quien le sonreía con amabilidad.

— ¿Qué era lo que estabas viendo?—la cuestiono Yuri mientras escribía el resultado en su cuaderno.

— Nada.

— Si como no, ¿y por eso doblaste el tenedor?

Jessica no quiso responder. Entonces Yuri dejo sus cosas y miro a su amiga directo a los ojos.

— Mira Jessica. Sé que quizá no tenga el derecho de decirte esto, pero creo que deberías de hablar con Tiffany.

— ¿Hablar con Tiffany? ¿De qué?

— De lo que sientes por ella.

Jessica comenzó a reír. Hasta que las palabras de Yuri la callaron.

— Ríete todo lo que quieras. Pero yo sé lo que vi. Sé lo que veo. Puede que para Tiffany ese beso no significara nada. Pero me temo que para ti significó mucho.

— Eso no es... — Yuri levanto la mano para que Jessica guardara silencio.

— No es a mí a quine debes convencer. Si no a ti misma. Solo quiero que entiendas... que no tienes oportunidad. A Tiffany no le interesas, y no quiero verte sufrir con este tonto enamoramiento que crees tener por ella.

— Yo no...

— Tú no la quieres Jess, solo estás confundida por lo que paso. Solo estas celosa porque eres su mejor amiga. Así que te sugiero que pongas en orden tus ideas antes de que lleves la amistad de todas nosotras a la mierda.

Jessica y Yuri se miraron con intensidad.

— Tienes razón Yuri — dijo Jessica — No tienes derecho de decirme esto.

La rubia se iba a marchar, pero antes de poder hacerlo. Sunny llego abrazándolas a las dos por el cuello.

— ¡Chicas! — grito la bajita — ¿Listas para esta noche?

— Como un calcetín — respondió Yuri sonriendo con alegría.

— No estoy segura de poder ir— dijo Jessica separándose de ella.

— ¡¿Qué?! ¡Pero es mi cumpleaños!

— Lo sé. Pero... tengo algunas cosas que hacer. Con permiso.

Fue lo único que dijo y luego se marchó dejando confundida a Sunny.

— ¿Y ahora que mosco le pico? — pregunto a la morena, que suspiro en respuesta.

— Ah, Sunny... creo que metimos la pata horriblemente.