VERDAD O RETO

Epílogo

La vida es difícil. Dolorosa y muy dura.

Sobre todo, cuando no te conoces a ti mismo, ni sabes reconocer tus propios sentimientos. Muchas veces, vivimos con una máscara. Una mentira que en algún punto nosotros mismos creamos y utilizamos día con día, porque es más fácil y menos doloroso mostrar a los demás lo que quieren ver, que lo que realmente eres y que deben de aceptar. Y entonces comienzas a creer en tu propio engaño. Pero esa máscara se hace más pesada día con día, hasta que no puedes más y todo se va a la mierda.

Después de la muerte de Kyuhyun, estaba tan segura que no podría quitar de mi cabeza ese horribl momento jamás, y sinceramente aún sigo trabajando con el sentimiento de culpa que su suicidio me dejo; Pero lo más difícil quizá no fue ver como se volaba la cabeza, sino lo que vino después de eso.

Las horas en el hospital, las noticias terribles que llegaban poco a poco el darme cuanta de lo que había pasado, que no habá sido un sueño y que todo era verdad. Ver el dolor y la angustia en los ojos de Jessica sosteniendo mi mano, mientras los medicamentos entraban a mi vena sobre la cama del pabellón de urgencias. Las lágrimas silenciosas que ambas derramamos, por diferentes motivos, mientras esperábamos a que las cosas pasaran. Y a pesar de todo, de tanto sufrimiento, tantos malentendidos y tantos sentimientos entre nosotras, no pudimos separarnos en ese entonces. Sin importar qué, sabíamos que estaríamos la una para la otra.

No como lo hubiéramos imaginado después de intentar tener una relación, sino como las amigas que seremos durante toda la vida.

Hablar con ella se volvió difícil, mucho más luego de lo que le paso a Irene. Aun hoy, un año después de aquella pesadilla, seguimos manteniendo cierta distancia, quizá el dolor, la perdida y el miedo nos mantiene alejadas. No sé si algún día podrá perdonarme, o si nuestra amistad vuelva a ser lo que era, supongo que eso es demasiado pedir. Pero sigo optimista. Y si algún día regreso a la ciudad, puede ser que logremos encontrar el camino para ser buenas amigas de nuevo.

Sé que desde que decidí venir a Viena, aceptando la ayuda de Yoona, no han tenido muchas noticias de mí, pero todo era parte de un proceso que debía de superar.

Sí, estoy asistiendo con el psicólogo, a pesar de que siempre grite a los cuatro vientos que nunca pisaría un consultorio de estos. Finalmente comprendí que la salud mental es igual de importante que la física.

Eso y que, en verdad tenía muchas cosas que tratar. Quizá lo que más trabajo me costó aceptar durante estos meses, fue que no todas las historias tiene un final feliz, y que a veces es mejor dejar ir que retenerlo y sufrir. Que no todo es lo que parece y que a pesar de que no veas salida y creas que es el fin, que el dolor es tan insoportable que no te dejará vivir, siempre habrá nuevas aventuras y nuevos retos para encontrar tu propio final feliz.

Si, la vida duele, pero sin ese dolor no podríamos distinguir los hermosos momentos que podemos vivir. Al final serán esos recuerdos los que el cerebro y el corazón rescaten del abismo.

¿Y sabes qué? Soy feliz, por primera vez en mucho tiempo, soy feliz solo conmigo.

Yoona, está bien. Sigue trabajando en su especialidad en psicología infantil. Ha sido un gran apoyo en todo esto y no sé qué hubiera sido de mí si simplemente me hubiera marchado a cualquier otro lugar como era mi plan después del sepultar el cuerpo de Kyuhyun. Lo único que quería era alejarme. Creí que poniendo cientos de kilómetros entre el pasado y yo, el dolor simplemente se esfumaría. Pero las cosas no funcionan así, ¿cierto?

Debo de admitir, que no me gusto como terminaron las cosas entre Taeyeon y nosotros. Se ha negado a contestar mis mensajes y mis llamadas. Luego decidí darle un tiempo, no insistir, comprendo su rencor por nosotros, pero espero que ella también encuentre la paz de algún modo. Lo último que supe de ella, fue que viajo a la India para pasar tiempo con su madre. Espero que tú tengas más noticias de ella, o que por lo menos traten de seguir en contacto.