¿Qué piensas hacer con Fany?

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Fue un fin de semana muy largo para todos.

Tiffany, se la había pasado encerrada en su casa sin hablar con nadie. Lloró durante toda un noche. Cuando su madre fue a buscarla para el desayuno el sábado por la mañana, tenía los ojos hinchados y rojos.

Fue ese mismo sábado por la tarde noche, y al otro extremo de la ciudad, que Irene y Jessica se reunieron para ponerse al tanto de los recientes descubrimientos.

— ¡Esa zorra...! — murmuro Jessica enojada.

— Cálmate — pidió Irene.

— ¡Ahora mismo tendrá que darme una explicación!

— Siéntate por favor — sujetándola de la muñeca y jalándola hacia ella, volvió a sentar a Jessica en la banca que estaban compartiendo — Ya te dije que, Lisa tiene un buen punto. Y su plan me parece el más sensato hasta ahora.

— ¡Pero...!

— Escucha. Quiero que esa tarada tenga su merecido. Tanto como tú. Pero, debemos de ser más inteligente y actuar con más clase que ella.

Jessica lo pensó por un momento. No estaba muy convencida. Si por ella fuera, ya estaría gritándole unas cuantas verdades a la tipa en la cara.

— Está bien. Haremos como dices.

— ¿Enserio? — pregunto Irene algo sorprendida. Esperaba un poco más de resistencia por parte de su tutora.

— Sí — fue la respuesta de la rubia.

— O-ok.

— ¿Y ahora qué hacemos? — pregunto la mayor.

Irene, miro el reloj en su muñeca. Ya era tarde. Pasaban de las nueve treinta de la noche.

— Ir a casa.

De un salto, se puso de pie. Pero antes de que diera un solo paso, Jessica la sujeta delicadamente por la yema de los dedos. La chica se detuvo al sentir el contacto y se giró para mirarla. Ella sonreía, con una mirada traviesa.

— ¿Qué...?

Jessica se puso en pie y sin soltarla, entrelazo los dedos guiándola por el camino.

— ¿A dónde vamos?

— Por alitas. Hay un lugar en el centro donde son deliciosas. Y la cerveza esta al dos por uno hasta las once y media.

— Pero Jessica...

— Solo será un rato — le explico — Todo con moderación. Vamos, comemos alitas y nos tomamos algo. Hay música en vivo. Te vas a divertir.

Irene no estaba muy convencida. Aun así no detuvo su andar.

— ¡Oh vamos! Debemos de despedirnos de nuestros ex, como dios manda.

— ¿Nuestros ex?

— Julián y Tiffany.

— En teoría. Sigues siendo la novia de Tiffany — Jessica la miro entrecerrando los ojos — No has hablado con ella. No has quedado en nada con ella. Siguen siendo pareja.

— ¿Estás diciendo que quieres que hable con ella?

— Esa decisión soloo depende de ti. No voy a decirte lo que tienes que hacer. Pero, eran mejores amigas, y... — la atención de la chica estaba por completo sobre ella — lo menos que se deben es mandarse a la chingada de frente. Tú no estarás en paz con nadie, hasta que no enfrentes la verdad.

El semblante de Jessica era sombrío, pero de un segundo a otro cambio por uno alegre y animado de nuevo, ocultando sus verdaderos sentimientos.

— Nos preocuparemos el lunes por todo eso. Ahora, vamos a comer alitas.

VERDAD O RETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora