En problemas por mi culpa

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Lisa e Irene, se encontraban tomando limonada, sentadas en una banca bajo la sombre del árbol en el parque. Hacía mucho calor ese día. Aun cuando el viento soplaba con constancia, no ayudaba en nada porque también se sentía caliente. Sin importar lo que hicieras o donde estuvieras, tu cuerpo comenzaba a sudar y deshidratarse. A pesar de eso, Lisa no se había quitado la sudadera negra que siempre llevaba encima, ni los pantalones de mezclilla, muy característicos de la joven.

Irene por su parte, no podía soportar prendas como esas en esta estación. Había salido de casa con un short, una blusa de tirantes y sandalias, tratando de hacer frente a aquel insoportable calor.

— ¡Hola! — saludo Yuri al llegar junto a ellas, acompañada de Sunny y Yoona.

— Hola — respondió Irene dándose un tiempo para dejar de beber el líquido frio que la estaba refrescando. Lisa, simplemente las saludó levantando la mano.

— Ella es... — iba a presentar Sunny, pero Irene la interrumpió.

— Yoona — sonrió a la amiga de Jessica — Ya nos conocemos.

Yuri se le quedo mirando a Lisa. No podía explicarse cómo era posible que vistiera de esa manera, cuando el sol aun estaba en su punto máximo y la temperatura no hacía más que aumentar. De solo verla le daba calor, pero parecía que a ella no le molestaba en lo absoluto. Mientras que ellas llevaban la menor cantidad de ropa posible.

— ¿Qué nos tienen? — pregunto Sunny, yendo al grano de nuevo.

— Nada — fue la respuesta despreocupada de Lisa antes de volver a tomar entre los labios, el popote de su bebida.

Confundida, Sunny busco una explicación. Pero Irene se encogió de hombros, dándole a entender que esa era justo la respuesta que tenían.

— ¿Nada? — pregunto de nuevo Sunny dirigiéndose a Lisa.

— Nada — volvió a decir la joven.

— Nada — repitió Sunny dirigiendose a Yuri y Yoona aparentemente calmada y sonriendo — ¡Dijeron que para hoy ya sabríamos quien era el chistosito! — grito exasperada a Irene y Lisa.

— Oye — lo detuvo Yoona — Tranquila. Ellas lo están intentando.

— ¿Qué es lo que sucedió? — Pregunto Yuri — ¿Por qué no has podido encontrar a quien subió el video?

— Verán — Lisa se puso de pie, fue al bote de basura y tiro el vaso para hablar libremente — Pensar que quien subió el video era una persona cualquiera. Sin conocimientos mayores de la computación que colocar una contraseña para abrir Facebook, o twitter era algo tonto, dado que logró enviarlo a todas las cuentas registradas a la red de la universidad — hizo una pausa para asegurarse de que la estuvieran siguiendo. Así era, en señal de aprobación, Irene levanto los pulgares para que continuara — Sin embargo, realizando una geolocalización de IP, podríamos encontrar la computadora desde donde se envió ese video y así, encontrar a quien lo hizo. El problema es que esta persona es mucho más inteligente de lo que esperaba, y filtro el archivo por varios rúters — como vio la cara de confusión de todos, decidió explicarse mejor — El dispositivo que provee de conectividad a la red en todo el campus — las chicas seguían con cara de no entender nada.

— Se refiere a los módems — agrego Irene aclarándoles la terminología.

— ¡Ah! — exclamaron al mismo tiempo las tres.

Irritada, Lisa rodo los ojos, pero siguió con la explicación.

— Eso complico un poco más la búsqueda.

— ¿Por qué? — pregunto Yoona.

— Porque cada edificio de la universidad tiene su propio rúter. Y al filtrarlo por cada uno de ellos, creó muchas direcciones IP alternas, volviendo complicado rastrear la original.

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