05| Allies

215 18 0
                                    


CAPÍTULO CINCO: allies

CAPÍTULO CINCO: allies

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━━━━※━━━━━━━━━

Carl

Mentiría si dijera que escapar de ese maldito lugar fue sencillo. También estaría mintiendo si dijera que no me pasó por la cabeza la idea de que ahí moriríamos todos. Realmente estaba impresionado de la suerte con la que cargábamos, y me refería a la suerte de seguir vivos ante cualquier adversidad.

Estaba recargado en un árbol, recuperando el aliento mientras esperaba que mi padre desenterrara las armas de la maleta. Él discutía con los demás, quería regresar a lo que quedaba de Terminus y cerciorarse de que Gareth y los demás estaban muertos. Nadie estuvo de acuerdo con él. Ni siquiera a mi se me pasó por la cabeza la idea de volver cuando a penas conseguimos salir.

Venus estaba apartada del resto, en cuclillas, revolviendo la tierra con una ramita. Aún estaba temblando.
Quería hablarle, darle unas palabras de aliento y decirle que todo estaba bien, agradecerle quizá, porque por lo que sé, jamás tuvo en mente traicionarnos y aceptar el trato que ese canibal malnacido le había hecho. Me tragué esa idea, me pareció que a ella le parecería ridícula alguna muestra de afecto de mi parte, sin embargo, creo que mi insistente mirada la llamó y ella me miró también, regalándome a su vez una tímida sonrisa que me volcó el estómago. Ni siquiera entendía por qué me sentía de esa forma.

Tan ocupado estuve perdido entre sus ojos, que no noté que por entre el bosque había aparecido Carol, cubierta de tripas de caminante y fango en la cara.
— ¿Fuiste tú? —preguntó mi padre, conteniendo el aliento.

Todo estuvo en silencio un momento, las armonías del bosque eran envolventes y el aire se sentía más ligero, lleno de esperanza. Carol asintió y una lágrima se le escapó.

Ella nos salvó la vida, ¿quién más sino Carol Peletier? Fue quien provocó las explosiones, quien nos dio una oportunidad más. Mi padre la envolvió en un abrazo, seguido de Daryl, quien la mantuvo más tiempo entre sus brazos. No pude evitar sonreír ante tal escena.

— Mira eso, tienes dientes —se regodeó Venus. La miré mal, pero de nuevo volví a sonreír. Carol era una amiga muy querida para todos y estaba viva, nos había salvado y estaba con nosotros.

La mujer de cabello corto grisáceo buscó mi mirada y luego miró a mi padre para pedirnos que la siguieramos, nos dijo que nos tenía una sorpresa. Caminamos colina arriba, me adelanté para ir al paso de papá y él me rodeó los hombros con el brazo. Pude escuchar a Maggie hablarle de nuestra salvadora a Venus, se veía algo incómoda, incluso más que el grupo de Abraham, que tampoco debían entender qué estaba pasando.
Cuando llegamos a una cabaña mal hecha, Carol nos pidió esperar y llamó a la puerta. Pasaron unos segundos que me parecieron eternos antes de que apareciera Tyreese. Lucía agotado, llevaba la remera llena de sangre y... a mi hermana entre los brazos. Tuve que sostenerme de papá para no caer de bruces; no podía creer que estuviera viendo a la pequeña y hermosa Judith, sana y a salvo. Los ojos se me llenaron de lágrimas y ni siquiera me di cuenta de que estaba corriendo hasta que noté que la distancia que me separaba de la bebé era casi nula. Le quité a Judith de los brazos y agradecí con la voz quebrada de emoción. Llevaba tiempo son sentirme así de feliz.

Isle of Flightless Birds| Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora