Primer amor 🌻 LuffyIchiji ; One Piece

XII. ¡Fiesta! (Parte 2)

Mientras más pasaba el tiempo, más personas se aparecían en el lugar. La noticia de la fiesta en casa de Luffy había llegado muy rápido a los oídos de todos. Desde la universidad del moreno, hasta las demás universidades. Luffy tenía amigos por todos lados, y era más que evidente que ninguno se perdería de una celebración como esa. 

A Luffy no la importaba que la gente llegará de a montón, no le importaba que la mayoría fueran completamente desconocidos.  

No le importaba en lo más mínimo y tal parecía que a su hermano mayor tampoco le importaba la compañía extra.

Ichiji había sido arrastrado por Luffy por toda la casa, hasta que dieron con el hermano mayor del pelinegro. Rubio, de ojos azules y, al igual que Luffy, el chico sonreía de manera amable.

—¡Sabo! Te he estado buscando.

—Hay demasiada gente en casa, era obvio que se te iba a complicar eso de encontrarme —contestó con una gran sonrisa, estaban en el piso de arriba, sentado en una de las sillas que tenía en el balcón de su cuarto—. Tardaste en llegar, así que tuve que comenzar a atenderlos a todos, ¡Al menos llegó Sanji! Como siempre, se ofreció para ayudar.

Luffy soltó una risita nerviosa. Algunas veces dejaba a Sabo con todo el desastre y, algunas veces, él se enojaba por ser irresponsable y no pensar en él y en los problemas que podía meter a su hermano mayor.

Está vez, por suerte, Sabo no se había enojado, ni reaccionado mal. Usualmente se molestaba y lo dejaba de hablar por unas cuantas horas.

—Cuando acabe me encargaré de limpiar todo —contestó, rascándose la nuca. Entonces, cayó en cuenta de que tenía al pelirrojo a lado, rápidamente reaccionó, tomando al muchacho por el brazo para acercarlo—. ¡Sabo! ¡Te quiero presentar a alguien!

Ichiji se tensó levemente, miro al rubio frente a él. Le dedico una sonrisa nerviosa, que en vez de sonrisa parecía una extraña mueca.

Extendió una mano en forma de saludo.

—Eh, hola... soy-

—¡Ichiji! —no recibió el apretón, sino se lanzó al pobre pelirrojo, abrazándolo y levantándolo un poco del suelo—. Luffy habla mucho de ti, ¡Desde hace un mes!

—¡Sh! ¡Sabo!

—Cállate. Creo que habla más de ti que de mi, ¡Es un placer conocerte!

Sabo no dejaba de parlotear. Abrazaba y empujaba a Ichiji de vez en cuando, era bastante inquieto y eso comenzaba a marear al pelirrojo. No le gustaba que lo estuvieran moviendo o tocando mucho, la única persona que hacía eso era Luffy, y hasta con él tenía un límite.

El peli negro se dió cuenta de los gestos de Ichiji, e inmediatamente lo tomó del brazo para apartarlo de su hermano. No quería que el pelirrojo mal reaccionara por la forma tan afectiva y enérgica que tenía Sabo con las personas.

—¡Muy bien! Iré a mostrarle la casa... ya sabes.

El rubio tardó unos segundos en comprender, cuando reaccionó, soltó una pequeña risa.

—Está bien, estaré abajo. No quiero que rompan nada.

Se despidió, entrando nuevamente a la casa. Fue hasta que Luffy lo perdió de vista, que se acercó de más a Ichiji. Acarició sobre las caderas al mayor, sonriendo de forma coqueta. Sus intenciones eran claras; no habían dudas en sus ojos. Ichiji tenía un presentimiento sobre lo que se aproximaba, al menos eso creía. 

Los labios del peli negro se pasearon por el pálido cuello del pelirrojo, creando cosquillas sobre este. La risa tímida y poco conocida de Ichiji era música para los oídos de Luffy. Le encantaba demasiado oírlo reír; pensar que era la única persona que lo hacía sonreír.