VII. Preguntas

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No podía pasar por alto la nueva actitud de se hermano, aquella felicidad no era propio de él. Esas sonrisas dirigidas al móvil y su rostro cubierto por esos sonrojos tan leves, que lo hacían ver tan gracioso y adorable a la vez. No era normal. Mucho menos en Ichiji.

Además, él no era el único que lo notaba. Todos sus hermanos comenzaban a sospechar respecto a su estado de ánimo.

Cosa que no era nada bueno.

Su hermano era una de las personas más frías en el mundo, la persona número un en humillar y hacer que los demás se sintieran como la mismísima mierda.

Ahora, parecía más desinteresado en los comentarios hirientes y más concentrado en sonreír y reservarse todos sus sentimientos. Él no era así, jamás lo había sido; ni siquiera de pequeños.

Aquella confidencialidad que tenían se estaba llendo al carajo cada día que pasaba.

Eso lo único que causaba era que Niji se volviera loco.
Comenzaba a sentirse ansioso y rechazado.

Cosa que nunca imaginó sentir, mucho menos proveniendo de su hermano mayor.

Se estaba volviendo loco. ¿Qué era lo que traía tan distraído y distante a Ichiji? Necesitaba darle una respuesta concreta e inmediata a esa pregunta.

En esos precios instantes se encontraba entrando a la casa. Luego de salir de la escuela había ido a dar una vuelta con Cosette. Una hermosa chica que, aunque no lo admitiera en voz alta, lo traía como tonto. Ese día por fin había conseguido salir con ella, a solas, por lo que se encontraba de lo más contento. Tenía una sonrisa indescriptible plasmada en el rostro.

Nada podía quitarle aquella felicidad.

Al entrar a la casa buscó con la mirada a alguno de sus hermanos. Principalmente a Ichiji y Reiju.

Sabía que sus dos hermanos menores no se encontraban ahí. Uno por su juego semanal y el otro por el simple hecho de que nunca llegaba temprano los viernes.

Se encontró con Reiju, sentada en la sala, de piernas cruzadas viendo televisión. A penas y lo volteo a ver, ni siquiera se molestó en levantar una mano en saludo.

Volvió a mirar a todos lados, buscando alguna señal de que Ichiji estuviera ahí.

—Si buscas a Ichiji, está en su habitación —soltó la chica—. Creo que acaba de entrar a bañarse.

El recién llegado soltó un gracias casi inaudible, a duras penas llegó a los oídos de la peli rosa. Dejando sus llaves sobre la mesa, se apresuró a subir las escaleras, en dirección al cuarto de Ichiji.

«Ni siquiera sale de su habitación, ¿Qué diablos le sucede?»

Gruñó. Las ganas de saber que era lo que pasaba por la mente del pelirrojo eran tan grandes, que si seguía con la incógnita se volvería loco.

Estando frente a la puerta, se pegó a esta para intentar escuchar que era lo que podía estar haciendo. No escucho nada.

Abrió la puerta lentamente, entrando en un total silencio.
Observó el lugar, buscando algo fuera de lo común.

¡Sorpresa!

Había una mochila en el suelo, junto a la cama. Niji conocía aquella mochila, más no podía recordar de donde. Rápido se acercó a revisar su contenido.

Ropa deportiva, tenis desgastados, vendajes y un celular.

—Un momento... —tomó rápidamente una camisa roja, sucia. La levantó en el aire y le dió la vuelta para ver la parte trasera.

Primer amor 🌻 LuffyIchiji ; One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora