XIX. Es el momento

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Enfrentarse a Judge era una de las cosas que Ichiji creyó que jamás haría. ¿Por qué eso pasaría por su mente? Hasta hace unos mese su padre era en lo que se quería convertir. Ahora prefería estar lo más lejos posible de él. No quería verlo. No sería capaz de aguantar esa mirada llena de decepción o sus palabras hirientes. Llevaba dos días desde que recibió la llamada de Judge y este seguía llamando, una y otra vez, más Ichiji no tomaba ni una sola de las llamadas. Hablaba solo con su madre y ocasionalmente con Reiju; esta se había ofrecido en ir a visitarlo, saludarlo a él y a Sanji. Yonji les mandaba mensajes de lo más simplones, pero era algo. En cambio Niji... Con él no cruzaron ni una llamada o mensaje, como si no existiera.

Si bien a Sanji no le importaba que Niji no llamara, a Ichiji sí. Diablos, era su hermano, el más cercano a él hasta que Luffy apareció, claro.

En una de las llamadas más recientes con Reiju, se atrevió a preguntar por Niji. En su voz se oía algo de angustia, aunque quisiera decir que no era así.

—¿Cómo está Niji? —preguntó con voz muy baja, como si no quisiera ser escuchado por Luffy, quien se dio cuenta de cómo el pelirrojo bajaba el volumen de su voz al hablar. 

—Siendo un idiota, ya sabes. Los primeros días no se despegaba de papá y hablaban mucho, eso hasta hace dos días, se pelearon a gritos y ahora no se hablan.

Eso sí que era extraño. ¿Niji peleando con Judge? 

—Mm, ¿Sabes la razón? —y es que la curiosidad le carcomía. Parecía estar adquiriendo esa maldita curiosidad que tenía Luffy.

—Pues de todo lo que alcancé a oír, Niji dijo algo como: "¡No te atrevas a llamarlo de esa forma!" —Reiju hizo una tonta imitación de su hermano, causando una ligera sonrisa en los labios de Ichiji—. Luego de eso solo escuché un portazo. La casa se viene abajo, todo gracias a que no estás para controlar a esas dos bestias. En serio, ¿Cuando vuelves? Mamá y yo no aguantamos. También queremos a Sanji de regreso, ¡Dios! Como extraño los desayunos que hace. 

El pelirrojo soltó un suspiro. Estaría mintiendo si dijera que no quería regresar; extrañaba más de lo que esperaba a los demás. Los gritos de Niji y Yonji peleando por cualquier tontería, los comentarios ofensivos de Reiju hacia el comportamiento de los otros, las pláticas con Niji hasta que ambos se cansaban. Hasta extrañaba los escándalos que se armaban en las noches cuando sus padres salían de la ciudad. Las fiestas de deportistas sudorosos y las latas de cervezas que sacaban del refrigerador, a pesar de que tuvieran prohibido tomarlas, ya que eran de su padre.

¿Quién pensaría que extrañaba esa rutina? Esa horrenda, pero perfecta rutina en casa.

—No sé... No me he atrevido a tomar las llamadas de Judge. Temo de lo que vaya a decir, ¿Sabes? —mientras hablaba, sintió un par de cálidos brazos rodearlo desde atrás. Sabía que se trataba de Luffy; pronto unos húmedos labios besaron su cuello—. Ah... Estar con ese pequeño saco de emociones llamado Luffy me vuelve cada vez más sensible —comentó en burla, consiguiendo una mordida en el cuello.

Del otro lado de la línea Reiju sonreía. Escuchar a su hermano hablar así, tan sentimental y humano era tan reconfortante; cuando mencionaba a Luffy, los problemas parecían irse con el viento y la voz de Ichiji se pintaba de felicidad. Todo gracias a ese tonto chiquillo.

Me agrada este Ichiji —dijo sin rodeos—. El que se preocupa por sus hermanos, el que siente miedo por las palabras de su padre. Me gusta lo que Luffy a logrado en ti hermanito.

—Créeme, a mi también me gusta. 

Luffy acercó sus rostro al teléfono de Ichiji—. A mi también, ¡Me encanta! —exclamó mientras atacaba el cuello del pelirrojo para besarlo una y otra vez. 

—¡Hey, Luffy! ¡Espera! 

La risa de Reiju llegó a los oídos de ambos chicos.

Parece que están ocupados, ¡Te llamo luego Ichiji! Besos. Adiós Luffy.

Cuando la llamada fue terminada, Ichiji sintió la lengua de Luffy rozar los labios, logrando entrar en estos, acariciando sus dientes, para ir más al fondo. Tocando su paladar con la punta de la lengua y enviándole unos placenteros escalofríos a Ichiji. ¡Y es que Dios! Esos labios de Luffy eran tan exquisitos. Se sentían tan bien sin importar a donde viajaran. Ya sea por su cuello, pecho, abdomen o más abajo. Todo se sentía tan bien en manos del peli negro.

Mientras en beso se intensifica, las manos de Luffy acariciaban a Ichiji, acercándolo y haciendo que se coloque sobre su regazo para su comodidad.

Se detuvieron hasta que Ichiji rompió el beso.

—Eres un caliente —se quejó el pelirrojo.

—Y a ti te encanta eso.

—Sí —inclinó su cabeza hacia Luffy, abriendo un poco los labios mientras se acercaba más y más, a nada de besarlo, su teléfono comenzó a sonar, por lo que desvío su camino de los labios de Luffy a un costado, tratando de alcanzar su teléfono—. Es Judge.

El moreno soltó un suspiro. Interrumpido por su suegro, ¡Vaya suerte! Hundió el rostro entre el hombro y cuello de Ichiji, sin malas intenciones.

—¿Vas a contestar?

—Creo que es el momento.

Con los dedos enredados en el despeinado cabello de Luffy, tomó la llamada y oír la voz de Judge del otro lado de la línea causó un poco de nervios en Ichiji.

—No creí que contestarás —el murmuro de su padre fue tan bajo, que Ichiji creyó que lo había imaginado.

—Creo que era hora de oír lo que tienes que decir.

Las manos le temblaban un poco. Cuando Luffy lo sintió temblar, dio un apretón sobre su cadera y un pequeño beso en su hombro. Parecía querer darle fuerzas; lo lograba. Ya que poco a poco el temblor fue disminuyendo.

Un suspiro por parte de Judge llegó a los oídos de Ichiji.

—Quiero hablar contigo, hijo. No por teléfono. ¿Podemos?

Oh.

Judge realmente le estaba preguntando. Era como si le pidiera permiso para verlo; como si no tuviera el control ahora. La

—Podemos.

—Ven a casa, a la hora que quieras, el día que quieras —se oía tan tranquilo que parecía una mentira—. Solo a hablar y, si tú lo deseas, puedes regresar.

Respiró profundo, las manos le sudaban. Miró de reojo a Luffy.

—¿Y que hay de Sanji? —se atrevió a preguntar.

No fue una sorpresa que Judge evadiera la pregunta.

—Solo ven a casa.

No hubo más.

La llamada se finalizó, por lo que el pelirrojo dejo el celular de lado. Se llevó ambas manos al rostro, pensando en todas las posibilidades de ir a ver a Judge para hablar. ¿De qué? Probablemente de su homosexualidad y de el hecho de estar saliendo con el chico que parece odiar más. Aún no sabía que carajos había pasado entre ellos y Sanji, quería saberlo, más no se atrevía a preguntar. No aún.

Por su parte, Luffy escuchó con atención cada palabra, aunque no fueran muchas las que cruzaron, se preocupaba, sobretodo viendo a Ichiji estresarse por todo lo que ocurría. Acarició suavemente la espalda de Ichiji, apoyando su rostro en el hombro izquierdo del pelirrojo.

—¿Quieres hacer algo hoy?

Ichiji le sonrió ligeramente, acomodando los mechones negros que caían sobre la frente de Luffy.

—Hay que ir al cine —murmuró.

El peli negro se apartó del mayor, poniéndose de pie dispuesto a vestirse de forma decente para salir e Ichiji hizo lo mismo, aunque se le veía más tenso, no parecía muy a gusto y eso le preocupaba a Luffy.
Pero no dijo nada; no quería presionarlo a hablar.

🌻

capítulo de relleno nomás.
el siguiente capítulo habrán pedoooos JAJAJA. ¡comenten! es gratis. uwu

Primer amor 🌻 LuffyIchiji ; One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora