XVIII. Suavemente

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(!!) Mucho amor, roces indecentes y besos ardientes (!!)

Las ganas que se traían eran más que evidente, hay que decir que casi desde el momento en que se conocieron se traen unas inmensas ganas de comerse y no solo a besos. ¿Para qué negarlo? Ahora que tenía la viva oportunidad de hacer lo que les plazca, era hora de actuar o quedarse con las ganas; y eso último no estaba en los planes de ninguno de los dos.

Las manos de Luffy se colaban por debajo de la camisa de Ichiji, acariciando su abdomen, sobre sus costillas y llegando hasta su pecho, para luego volver a descender. Raspando sus uñas en el hueso de la cadera mientras rodeaba su cuerpo para apretarlo contra él. El tacto se sentía extremadamente bien para los dos, tal vez porque estaban tan necesitados el uno del otro, que hasta los más ligeros roces los hacia sentirse en la gloria.

Ichiji estaba más que fascinado con los dedos ásperos de Luffy tocando su piel, la excitación recorría su cuerpo de pies cabeza cuando sentía que era apretado por los fuertes brazos de su contrario y no podía evitar hacer su cuerpo hacia adelante con cada apretón y cada beso que ambos compartían. Sus pálidas manos se fundían con la piel morena, acariciaba sus hombros, lo tomaba del rostro mientras acariciaba sus mejillas con sus pulgares. Poco a poco movió las manos hasta la melena negra de Luffy, enredando sus dedos y tirando de los mechones negros, apartándolos de su rostro. En ese momento, se apartó del beso que había mantenido con Luffy.

—¿Qué pasa? —murmuró Luffy, acercando nuevamente sus labios a los de Ichiji, besándolos lenta y suavemente. Las manos de Ichiji hicieron que Luffy apartara un poco su rostro; así pudo observarlo desde arriba. Con sus dedos delineaba los pómulos del peli negro, paseado su pulgar sobre la pequeña cicatriz bajo su ojo izquierdo—. ¿Sucede algo?

Ichiji negó, ladeando un poco la cabeza; era incapaz de dejar de observar el rostro de Luffy, observando cada detalle, viendo como sus pupilas se dilataban cada que volteaba a verlo. 

—Dicen que las pupilas de dilatan cada que ves algo que te gusta —comentó—: tal como están las tuyas.

Parpadeó un par de veces, de forma rápida. Aquello hacía que sus pestañas se abanicaran; Luffy no podía evitar apreciar las largas pestañas del pelirrojo, tan perfectamente quebradas y con un particular brillo que, según él, solamente había visto en Ichiji. 

Efectivamente estoy viendo algo que me gusta.

El sonrojo que se expandió por sus mejillas le habría molestado en cualquier otra situación, más ahora no quería ocultar lo agradable y sumamente hermoso que sentía por oír esas palabras. 

Sonrió sin esperar más para volver a besarlo. 

La lengua de Luffy se abrió paso dentro de su boca suavemente, encontrándose con la suya, se fundían de una manera única; recorría cada centímetro de su boca, mordía sus labios, hasta llegó un punto en el que sus dientes chocaron accidentalmente, pero ni siquiera eso hizo que se apartaran el uno del otro. 

El deportista se encargó de comenzar a subir la camisa del pelirrojo, dejando al descubierto cada centímetro de esa piel pálida, que tanto se le antojaba probar. No le sacó la camisa, la dejo arriba, sobre su pecho, separando los labios de los de Ichiji. Depositó un beso sobre el blanco mentón, bajando de a poco, con un camino de besos hasta su pecho; dejaba besos húmedos en su camino, sonriendo contra la piel cada que sentía como se erizaba ante el tacto. Se encontró con uno de los rosados botones del mayor, lo capturó entre sus dientes, mordiendo la zona sensible y así conseguir un delicioso gemido de su parte. Jugó con el de todas las formas que se le ocurrían. Mordía, lamía, succionaba, besaba y hasta dejaba caes su caliente respiración sobre el sensible pezón, que se ponía cada vez más erecto.

Primer amor 🌻 LuffyIchiji ; One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora