XVII. Al diablo.

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Antes de llegar a casa de Luffy hicieron una parada rápida en casa de los Vinsmoke; usando el poco tiempo que les quedaba para poder sacar la ropa de Ichiji. Ropa suficiente para estar con el peli negro por un largo rato.

No sabía cuánto tiempo estaría fuera, no cuales serían las consecuencias de sus acciones. Jamás había sido el rebelde de sus hermanos, ese era trabajo de Sanji y tenía cierto miedo por las cosas que su padre fuera a hacer.
Aún no sabía que cosas le había hecho a Sanji, se imaginaba que cosas terribles como para que Luffy se enojara tanto cuando Judge no lo soltaba en el salón.

Ichiji quería preguntar acerca de ese asunto con Sanji, pero no sabía cuál sería el momento adecuado para hacerlo. O tal vez era demasiado privado como para tocar el tema; él aún no era muy unido a Sanji y sabía que sí su hermano le quisiera decir, ya lo habría hecho.

Además de que no iban solos; Sabo y Sanji los acompañaban en el asiento trasero. Ninguno hablaba, entendían la gravedad del asunto, por lo que preferían esperar hasta llegar a la casa para hablar. 

Suspiró de forma pesada, mirando por la ventana como la ciudad se quedaba atrás; una señal de que no tardaba en llegar a casa de Luffy.

El peli negro no decía nada, tan solo se concentra en manejar. Sus dedos golpeaban el volante al ritmo de la música de la radio, y tarareaba un poco. Parecía feliz, pero no demasiado. Quizás solo ocultaba su felicidad ya que sabía a la perfección como la podía estar pasando Ichiji en esos momentos y lo que menos deseaba era incomodar o hacerlo sentir más mal por sus acciones. No quería que se viera obligado a seguir con eso.

Llegar fue un alivio. El ambiente de estrés en el auto estaba matándolos a todos, pero aún así, Luffy no dejó que Ichiji bajara.

Los dos rubios se retiraron inmediatamente, entrando a la casa con las maletas de los dos hermanos.

Ichiji apretaba su pantalón con las manos, tenía sus característicos lentes de sol puestos y el cabello cubriéndole el rostro, por lo que Luffy no alcanzaba a ver la expresión que el pelirrojo tenía en esos momentos. Aún sin ver, tenía una clara idea de cómo podía estar. Se encargó de desabrochar el cinturón del mayor, mientras lo jalaba un poco de los brazos para acercarlo a él.

—Ven acá.

Apretó el cuerpo tembloroso de Ichiji contra su cuerpo, bien sabía la reacción que tendría con el abrazo. El caucásico no tardó en soltar un sollozo; dejando libre cada uno de los sentimientos que lo abrumaban. ¿Cuando fue la última vez que lloró? ¿A los 10 años? Tenía 22 años, y ahora se soltaba en llanto contra el hombro de Luffy. Nadie lo había visto llorar, ahora se estaba dejando ver vulnerable ante alguien que realmente parecía importarle y preocuparse por él. Le estaba dando todo a Luffy y eso le aterraba de tantas formas, que le provocaba escalofríos.

Pero sobretodo, se sentía bien.

Extrañamente bien.

[...]

Tardaron un poco en entrar a la casa, y cuando lo hicieron, Ichiji pidió ir a la habitación donde el dormiría. Quería descansar, darse una buena ducha y pensar las cosas más claro.

O dejar de pensar.

Luffy lo llevo hasta la habitación de huéspedes y luego lo dejó solo.

—Estaré abajo, por si quieres algo.

Ichiji tan solo asintió. Se dejó caer sobre el colchón y tomo su maleta, la cual Luffy le hizo el favor de subirla y de ahí sacó una almohada. Sí, había metido una almohada en su maleta. Necesitaba esa almohada para sentirse más cómodo en aquella casa ajena, algo familiar que lo ayudará a conciliar el sueño.

Primer amor 🌻 LuffyIchiji ; One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora