Casados Por La Mañana [KyuMin] Libro 4

Capitulo 5

—Kyuhyun, —dijo Heechul cuando Kyuhyun entró en la sala para desayunar a la mañana siguiente. —tienes que casarte.

Kyuhyun le dirigió una mirada de advertencia. Su hermano sabía que no debía intentar hablar con él de esa forma tan temprano. Él Prefería comenzar su día con tranquilidad, mientras que Heechul le gustaba empezarlo completamente acelerada.

Por otro lado, había pasado una mala noche, plagada de eróticos sueños que envolvían a Sungmin Marks.

—Tú sabes que nunca me voy a casar. —dijo él con cansancio.

La voz de Sungmin provino de la esquina. Él estaba sentado en una silla pequeña, a la luz del sol que brillaba sobre el pelo rubio y las motas de polvo parecían brillar a su alrededor.

—Por supuesto, una persona racional nunca lo haría con usted.

Kyuhyun aceptó el reto sin dudarlo.

—¿Una persona racional?.."—reflexionó en voz alta.

—No creo que conozca ninguna.

—¿Cómo saber si lo hizo? —Se preguntó él institutriz. —No creo que estaría interesado en su carácter. Usted estaría demasiado ocupado examinando su... su...

—¿Su qué? —Le picó él.

—Su medidas del cuerpo. —dijo él finalmente, y él se rió de su mojigatería.

—¿Es realmente imposible para ti poder nombrar las comunes partes del cuerpo, Sungmin? Las caderas, piernas... ¿Por qué es indecente hablar de la anatomía humana de una manera directa?

Sus ojos se estrecharon.

—Lo es puesto que conduce a pensamientos incorrectos.

Kyuhyun le sonrió a Sungmin.

—Los míos ya lo son.

—Bueno, los míos no lo son, —le contesto. —Y yo preferiría que sigan siendo de esa manera.

Sus cejas levantadas.

—¿No tienes pensamientos incorrectos?

—Casi nunca.

—Pero cuando lo hace, ¿qué son?

Sungmin le dio una mirada indignada.

—¿He estado alguna vez involucrado en sus pensamientos incorrectos? —Kyuhyun persistió, provocando que la cara de ella entrara en llamas.

—Te dije que no tenía ninguno. —protestó él doncel.

—No. Has dicho "casi nunca" Lo que quiere decir has tenido uno o dos escondidos por ahí.

Heechul interrumpió:

—Kyuhyun, dejar de atormentarlo.

Kyuhyun apenas la escuchó, su atención estaba fija en Sungmin.

—No pensaría mal de ti, si lo hicieras. —le dijo él. —De hecho, me gustaría mucho.

—Sin duda, lo haría —replicó Min a espalda. —Es probable que prefiera los donceles y mujeres sin virtudes.

—La virtud en la mujer o un doncel es como la pimienta en la sopa. Un poco lo convierte en un condimento agradable. Pero si tiene demasiado, no le agrada a nadie.

Apretando su boca cerrada, Sungmin deliberadamente miró hacia otro lado, para poner un rápido fin a la pelea. En el silencio, Kyuhyun se dio vuelta y se dio cuenta que toda la familia lo estaba mirando con desconcierto colectivo.