6. Aún así.

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No había un sabor en particular. De hecho, alguna vez se había preguntado cómo sabrían sus besos, pero eso no se parecía a ninguna de sus teorías sobre el asunto. Se probaban el uno al otro de forma inocente pero apasionada. Tenten se sentía como en un sueño. Neji estaba tan perdido en los labios de Tenten, que no pensaba en absolutamente nada.

Cuando les faltó un poco el aire, se separaron con el rostro acalorado. La castaña tenía los ojos brillosos y aquella imagen conmovió el corazón del Hyuga profundamente.

-Neji, te quiero...- Rompió el silencio sin saber cómo iba a seguir todo aquello desde ese punto. Se habían besado y eso no podía quedar así nomás. Si sentía algo por él, era ahora o nunca el momento de confesar.

El joven de ojos blanquecinos la contempló durante un momento antes de por fin abrir la boca. -Yo a ti...- Su tono de voz no distaba demasiado del que siempre lo caracterizaba... Serio, un tanto frío.

La chica negó con la cabeza con nerviosismo y con una sensación extraña recorriendo su cuerpo. -No, Neji... No es que solo te quiera... Me gustas.- concluyó su declaración bajando la mirada, temerosa de conocer la reacción de su compañero.

Él, por su parte, dejó ver en su rostro una sonrisa sincera. Embelesado por la belleza y la ternura de la castaña, la tomó delicadamente por la barbilla y volvió a besar su frente.

-Eres la mujer más hermosa del mundo...-Le dijo con un poco de vergüenza. El bochorno de estar soltando todo lo mantenía con un fuerte rubor en su clarísima piel. Ella pudo notarlo cuando alzó la mirada luego de oírlo.

La chica asintió con la mirada perdida en esos ojos aperlados que siempre le habían sacudido el alma. Ahora sí que no sabía como seguir. Se había desnudado por completo frente al hombre que quería, arriesgando la amistad que los unía, la imagen que él tenía de ella.

Neji se puso de pie y le dedicó una sonrisa leve. -Mañana parto en una misión... Será mejor que regrese a preparar mis cosas y descansar.- Le dijo mientras levantaba del suelo la bandeja del almuerzo. -Será mejor que descanses y te repongas.- De pronto pareció como si nada hubiera sucedido.

El chico de cabellos oscuros llevó las cosas a la cocina y lavó los platos usados. Luego, reapareció en el umbral de la habitación de la chica. -¿Estarás bien?- Su preocupación era sincera. Aún no podía creer todo lo que le había contado acerca de su pasado. Ni mucho menos lo de su alucinación.

La joven asintió un poco incómoda. Se había abierto frente al Hyuga, se habían besado y el joven se iría ya mismo, y encima, partiría al día siguiente. Era extraño. Una parte suya quería rogarle que se quedara aunque sea un rato más. Pero Neji era organizado, meticuloso. Para él era fundamental prepararse bien y descansar apropiadamente antes de una misión.

-¿Cuando vuelvas qué será de nosotros?- Se atrevió a preguntar. Le temblaban los labios. El joven Hyuga cerró los ojos y le respondió con expresión apacible.

-Lo que tu quieras está bien para mí.-

La chica sonrió a medias. -¿Si te pidiera que estemos juntos qué harías?-

-Me conoces mejor que nadie, Tenten. Si aún así deseas intentarlo conmigo... Estaré para ti.- Respondió con una sinceridad bastante cruda. Sabía a la perfección que no era un hombre preparado para el amor. Carecía de tacto muchas veces, solía ser frío y distante. No se imaginaba en una relación, pero aún así, Tenten era lo que deseaba más que nada. Quería que fuera suya, quería darle lo mejor de él.

-Te conozco mejor que nadie, Neji. Sé bien lo que implica esto que deseo...- Le dijo con una sonrisa. -De hecho... Me gustas así como eres, genio.- Recuperó su seguridad en las palabras que salían de su boca. Lo último que dijo fue un tanto burlón.

El joven Hyuga sonrió cerrando los ojos. -Bien. Así será entonces. Se inclinó a dejar un beso casto en sus labios y al separarse la miró a los ojos.

-Cumpliré mi promesa...-Le dijo suavemente. -Pero prométeme que no volverás a llorar por eso. Eres una kunoichi fuerte. La más fuerte que conozco... Nunca más te harán daño, y de ser así, yo me encargaré de que paguen.- Su mirada se ensombreció un poco.

Sentía una profunda ira de sólo pensar en el enfermo que fue capaz de herir así a una pequeña niña. Además, en su cabeza rondaba otra cosa. Todo lo que Tenten había narrado, tenía ciertos puntos de encuentro con la misión que su sensei les había informado que llevarían adelante.

Las sospechas eran más que eso. Estaba casi seguro. El ninja que escoltarían era quien trajo a la joven sana y salva a Konoha. Y de ser así, él mismo sí estaría en la Aldea en ese momento, por lo que la posibilidad de que esa supuesta alucinación no fuera tal, era inmensa.

Probablemente escoltaría al salvador de Tenten. Probablemente al chico que la besó esa misma mañana. Probablemente entre quienes amenazaban la vida de ese shinobi, se encontraba el hijo de puta que le hizo tanto daño a su castaña.

Tenten sonrió apenas y asintió.-Sé que soy fuerte... Sólo fue un desliz.- Soltó mirándolo a los ojos. - Tal vez vea a Sakura para contarle lo de la alucinación...- Mencionó y Neji sólo intentó pasarlo de largo. -Descansaré y estaré bien. Sólo necesito eso. Tu cuidate ¿Si?- Sus palabras sonaban tímidas. El castaño sonrió y se dirigió a la ventana de la habitación para abrirla de par en par.

-No necesito que lo menciones. - Dijo con un tono un tanto engreído, lo que hizo que la castaña ruede los ojos divertida. -Adiós Tenten.- Musitó antes de saltar al techo de los vecinos y alejarse a paso rápido.

Ella quedó en su cama, con mil cosas rondando en su cabeza. Estaba enamorada y al parecer era correspondida, y además, había sido capaz de contarle todo sobre su pasado a Neji. Eso la aliviaba ya que toda su vida tuvo la idea fija de que el día que quisiera estar con alguien, eso sería una traba difícil de superar.

Justo en el techo del edificio de en frente, un Shinobi de cabello negro miraba atentamente como otro ninja salía de la ventana de la chica y se alejaba. Soltó un suspiro frustrado. ¿Se marcharía así como así con solo un beso de la castaña en la cual no había parado de pensar en años? Tal vez debería volver a visitarla la mañana siguiente, antes de partir.

En simultáneo, dos ninjas eran carcomidos por los celos. Claramente existía una competencia por el amor de la castaña. Neji llevaba las de ganar aparentemente, pero el azabache no se dejaría vencer tan fácil.

Tenten era su nombre. Había estado investigando. Además tramitó las cosas pertinentes para que Konoha fuera la siguiente aldea en darle asilo cuando se venciera el plazo en Suna.

....

Hola, queridas lectoras. No es una de mis cosas favoritas el uso de notas de autor pero creo que en este caso no me queda otra que recurrir a ellas.

Quería, antes que nada, agradecer el cariño con el que leen esta pequeña y humilde historia de amor, y la enorme gratitud que tengo para con las hermosas personas que comentan y votan los capítulos haciendo que Rota pueda ser leída por más gente.

Y además, quería comentarles del nuevo fanfic que estoy escribiendo sobre esta misma parejita. Siento que "Cuando estalle la guerra" es uno de mis mejores trabajos hasta el momento, así que los invito a pasarse a chusmear.

Ahora si, publicidad hecha, les mando saludos y me despido.

Rota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora