Seco mi cabello con la toalla y me enfundo en mi suave pijama, la tormenta ha cesado, sin embargo, aún se escuchaban truenos tenues y algunos rayos se lograban ver. Me meto a la cama y agarro mi celular.
"Descansa YoonGi"
Enviado 11:16 pm
No espero respuesta y bloqueo el aparato, lo dejo en la mesita de noche y hago un recordatorio de lo que sucedió en el aula de música.
Él, yo y poco espacio intimo. Después de que le diera una mordida a la barrita de cereal, solo se dejo caer en el mueble y me dejo ahí de pie como estatua. No sucedió nada relevante, el me trajo a casa sin decir mucho más, sin embargo intercambiamos números por si algún problema ocurría. En realidad fui yo quien le pidió su número, excusa barata que él no se creyó del todo pero me lo dio de todos modos.
Mi celular vibra y la pantalla se prende, lo agarro y es el mensaje de Yoongi.
"igual"
Recibido 11:24 pm
Dibujo una mueca pero no me sorprende la frialdad del chico. Cierro los ojos y me dispongo a dormir.
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―entonces― Tae deja de hablar y se lleva una patata frita a la boca― ¿Qué tipo de relación tienes con el innombrable?
Dejo escapar una risilla y me extraña el apodo que le ha puesto al pálido.
―con lorde voldemort ninguna.
No se ríe ante mi chiste, chasquea la lengua y me roba una fresa de mi plato. Le golpeteo la mano pero ya se lo ha llevado a la boca.
―Sabes a quien me refiero Yun. Hasta hace apenas unos días te veía tan negativa y llena de mal humor por su regreso y ahora eres otra, alguien sonriente y relajada.
Desvío la mirada y me hago la tonta. No es que no confiara en Tae, solo que no podría decir que tenía algo con Yoongi porque ni yo sabía que sucedía. Un día me habla y otro pasa de mí, tal vez la etiqueta para lo que tenemos sea que solo habla conmigo porque sabe de la existencia de la hermana de Jimin.
Después de lo sucedido en el salón de música no hemos hablado y ya ha pasado una semana de eso. A veces lo veo con mi hermano en los pasillos y otras conversando con otras chicas detrás del campus.
No negaré que me lástima, porque siendo honesta, aún tengo sentimientos por Yoongi, no puedo olvidarlo tan fácil como otros hacen. El cavó en lo más profundo de mi y me llevara tiempo sacarlo.
―No tengo nada con él. Solo es el amigo de mi hermano.
Sentencio dando una mordida al sándwich. Tae me mira fijamente y entrecierra sus ojos, relame sus labios y se queda un tiempo así hasta que exhala.
Veo su rostro aliviado y la tensión en sus hombros ha disminuido. Me dedica una sonrisa y cambiamos de tema.
Las horas pasan sin novedad, solo el aviso de próximos exámenes y el baile de verano. Sunmi se despide de mí en la entrada y le deseo un bonito fin de semana en casa de sus abuelos.
Esta vez me iría caminando ya que Jimin tiene una cita y Tae fue a tomar fotografías a un campo fuera de Seúl.
Me conecto los audífonos y me encamino a mi destino. La tarde es fresca, con el cielo despejado coloreado por colores naranjas y rosados. El atardecer estaba casi en su punto y solo podía disfrutarlo.
Recuerdo que hace unos días estaba con la idea de tirarme hacía un coche o ahogarme en cloro, porque siendo honesta mi vida era una mierda y sí, digo era porque curiosamente la regresada de Yoongi me ha puesto de mejor humor, ya no despierto con esos pensamientos, simplemente despierto y ya o tal vez estoy tan ocupada con exámenes que no me da tiempo de pensar en matarme.
Llego por fin a casa y el característico aroma a Kimchi, verduras hervidas y arroz cocido llega a mis fosas nasales. Me quito los zapatos y voy directo a la cocina, veo a mi mamá colocando la vajilla especial que solo se usa para ocasiones de cenas importantes y usa un vestido rojo largo que llega por debajo de las rodillas. Me mira y sonríe.
―Has llegado por fin Yun. Sube a bañarte que tendremos visitas.
Abro la boca para quejarme pero mi mamá me empuja por los hombros para que suba a mi habitación. Hago toda la rutina de baño y me coloco un pantalón ajustado negro, una blusa básica blanca y unos converse. No me maquillo, y solo me paso el cepillo para desenredar los nudos. Bajo y ahí estaba jimin sentado en la sala, lo ignoro y voy con mis padres.
― ¿Y quienes vienen a comer con nosotros?
Pregunto ayudando a colocar la comida en la mesa, pongo servilletas y un frasco con hielo.
―Una amiga de la infancia, casualmente me la encontré ayer en el centro comercial. Me ha comentado que tiene un hijo de tu edad Yun. Por favor, compórtate.
Reviro los ojos y me regreso con Jimin. Me siento en el otro extremo y coloco mis piernas encima de mi hermano. No se inmuta y sigue viendo televisión, mientras que yo me distraigo en twitter votando por mis favs que están nominados a ciertos premios y solo puedo votar por ellos usando hashtags.
Sin embargo, mi arduo trabajo es interrumpido por el sonido del timbre, así que me pongo de pie y abro la puerta, encontrándome a una señora de la edad de mi madre, su cabello negro hasta los hombros, moderadamente maquillada y con una sonrisa cálida en el rostro pero detrás de ella está un chico con un buzo negro y la capucha puesta, así que no veo su rostro con claridad.
―Buenas noches―doy una reverencia y me hago a un lado para que entre ella y su hijo― puede pasar.
Mis padres entran al recibidor y ella junto a mi mamá se abrazan y fangirlean sobre su reencuentro y que lucen más jóvenes y se van alejando dejándome con su hijo.
―Yoongi, sácate eso de la cabeza y entra ―grita Jimin.
Me congelo y veo como el pálido se deshace de su capucha para dejar ver su desordenado pero sedoso cabello y su rostro tan neutro como siempre.
Se quita los zapatos y se enfunda unas pantuflas, va directo a Jimin y aun sigo de pie a un lado de la puerta.
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―Yun has crecido bastante, te conocí siendo una hermosa bebé. Me hubiese gustado crecerte junto a tu madre, eres una niña preciosa, ¿no crees Yoongi?
El pálido medio asiente y sigue comiendo. Me sonrojo y agradezco por el alago.
Los adultos hablan y los menores nos quedamos en silencio o respondíamos cuándo hablaban directamente con nosotros. Soy la primera en terminar de comer y me excuso con retirarme. Estaba cansada y quería irme a dormir. Aunque mañana sería sábado, sabía que me despertaría después de las dos de la tarde.
Subo a mi habitación y me quito mi ropa, solo para quedar en interiores mientras buscaba algo cómodo que ponerme. Sin embargo, la puerta se abre y pego un grito, jalo la sábana de mi cama y me tapo.
― ¡¿Qué demonios Yoongi?! ―le tiro una almohada y se tapa los ojos con las manos― ¿Qué haces aquí?
―Estaba buscando el baño.
Seguía de pie con los ojos tapados.
― ¿no te piensas ir?
Se destapa la vista y me sonrojo al poco pudor que tiene al escanearme de esa forma.
―No sé que tanto te cubres si no tienes nada que enseñar Yun.
Da media vuelta y sale de mi habitación y las ganas de ahorcarlo me invaden.
―Hijo de puta.
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Bad Boy. M Yoongi
FanfictionDónde el chico malo no resulta ser todo lo que se rumoreaba de él. ☾ Hetero ☾ 100% Mía ☾ No adaptar sin previa autorización. Portada hecha por: @btsabrosones uwu