Bad Boy. M Yoongi

25

El camino a casa fue bastante silencioso, Taehyung no hacia preguntas y de ves en cuándo cruzaba sus brazos por encima de mis hombros y me reconfortaba. Me sentía bastante bien a su lado, es a quién necesito en estos momentos, tal vez si fuese Sunmi quién me limpiara las lágrimas lo haría al mismo tiempo en que me decía lo tonta que era.

Al llegar a la puerta de la casa, introduzco las llaves en la cerradura y abro la puerta. Todo está en silencio y era obvio, aún faltaban horas para que mis padres y Jimin llegasen a casa. Me quito los zapatos y los dejo a un lado, enfundándome en las pantuflas que son de mi propiedad, Taehyung hace lo mismo y subimos directo a mi habitación.

Al entrar tiro mi mochila en alguna parte y voy directo a la cama para sentarme en el borde de esta.

―Se nota que has hecho algunas remodelaciones ―dice tan observador como siempre― varios peluches se han ido y has agregado posters de STB.

Esconde sus manos en los bolsillos de su pantalón y veo como se detiene frente a mi escritorio, fijándose exactamente en una foto en particular. La sujeta y frunce el ceño, mantiene sus labios en línea recta y ahora me mira.

―¿Desde cuándo sales con ese imbécil? ―señala la fotografía que Yoongi me había tomado un día que fuimos a la feria local― ¿es enserio Yun?

―¿Podrías solo callarte y escucharme? ―escupo enojada.

Suelta un suspiro pero obedece y ahora se acerca a la cama para tomar asiento a mi lado. Un leve color rojizo se apoderó de sus lindas mejillas, lastima que no sea de vergüenza ese adorable rubor si no de enojo y decepción.

―Yoongi y yo venimos saliendo hace unas semanas.

―Pues no parece que ustedes tengan algo si llegó muy contento con Sulgi de la mano, ¿no es así?

Las lágrimas no tardan en aparecer y comienza la tortura de nuevo. Agarro una almohada y me tapo el rostro con ella, ahogando mis chillidos y de paso mi frustración por todo este embrollo.

―Yun, yo lo siento ―siento como la cama se siente más liviana, se ha puesto de pie― pero es que no estoy ni un poco triste por esto. Siempre tuve mis dudas sobre ese bastardo, y no sabes lo mucho que me podía que te hayas fijado en quién menos debías ―me arrebata la almohada, pero su mano sujeta mi rostro, mirando fijo y desiso― siempre fuiste una chica dura... pero con él te volvías más blanda que una gelatina y me duele no poder hacer nada para que lo superarás y aún así que el se fue tu nunca dejaste de pensar en Yoongi.

―Cuándo supe que el regresó, inconcientemente pensaba que esta vez tendría una oportunidad con él pero... me supo manipular e hice cosas que no debía Tae.

Un silencio se instala en el ambiente y ahora toda esa ternura y compasión en sus ojos se ha esfumado. Me quiere preguntar sobre que hice pero veo como duda y se muerde el labio.

―Yoongi quiere cobrar venganza sobre una ex que según le arruinó lo poco que había conseguido como rapero underground en Seúl. En si no se cuál es su plan contra ella pero me pidió conseguir la dirección en dónde será la boda de la chica, y es que si ella se casará con quién fue el jefe de Yoongi. Sulgi es prima de ella y ―me detuve ante lo que estaba a punto de confesar― el día que nos la encontramos en la boda a la cuál te acompañé yo... le tomé fotos teniendo sexo con el tipo que recién se había casado.

Tae me suelta y se levanta brusco dándome la espalda, se lleva las manos al cabello y camina de un lado a otro.

―¡¿Qué demonios Yun?! ¿Por qué hiciste eso?