Habían pasado aproximadamente unas horas desde que todos salimos del agua, así que íbamos de regreso al hotel puesto que teníamos hambre y ya era hora del almuerzo. Jimin y Yoongi iban delante mío y de Tae. Ellos conversaban sobre una serie, mientras que nosotros estábamos callados.
Mis pensamientos se acunaron en mi mente y las imágenes de un Yoongi siendo un cretino con el chico de hoyuelos y recordando el toque de sus fríos dedos en mi cintura me pone de maneras diferentes. Digo, tal vez en otras circunstancias no dejaría de sonreír y sonrojarme cada diez segundos pero la actitud que tomó el pálido con el morocho no me pareció correcta y recordando las duras palabras que me había dicho, me hace pensar que no tiene ninguna pizca de vergüenza hacía mis sentimientos por él.
En la entrada reconocimos a nuestros padres quienes conversaban con otros turistas. La señora Min fue quién se fijó de nuestra presencia y nos regaló una cálida sonrisa invitándonos a acercarnos a ellos.
―Oh, veo que han regresado ―dice mi madre acariciando las mejillas sonrojadas de Jimin― ¿cómo estuvo la playa? ¿Se divirtieron? Díganme que se colocaron protector solar que no deseo verles quemados.
―Estuvo bien ―respondo cortante― en realidad regresamos porque tenemos hambre.
Mi papá saca apresurado de su billetera una tarjeta de crédito y se la da a mi hermano.
―Tiene suficiente dinero para que vayan al restaurante que deseen. Nosotros reservamos un paseo exclusivo en barco, así que estaremos de regreso al anochecer. Por favor, no se alejen mucho del hotel y Yun no hagas una tontería.
Me llevo la mano al pecho y hago un gesto dramático, fingiendo sentirme ofendida con lo que acaba de decir mi papá. Quise recordarle que si alguien hacía tonterías era mi hermano y no yo, el vago recuerdo de él tirándose del segundo piso con el traje de superman y creyendo que podría volar me hace dibujar una sonrisa tonta. Pero antes de reclamarle los adultos ya se habían ido.
― ¿entonces? ¿Qué comemos? ―pregunta Yoongi arrugando su frente― opino que vayamos a alguna pizzería. Rápido y barato.
Todos concordamos con la idea del pelinegro, así que nos encaminamos a la pizzería más cercana que pudiésemos encontrar. Por suerte no nos tomó mucho tiempo hallar una.
Tae y yo fuimos por una mesa, mientras que Jimin encargaba la pizza y Yoongi iba al baño.
Al sentarnos, el ambiente se sentía incómodo y tenso. Me ponía triste que actuáramos así porque somos mejores amigos y no me gustaba lo que ahora me provocaba estar con él aunque sea por unos segundos.
―Yun ―la voz gruesa del chico me hace levantar el rostro que estuvo mirando fijo a la mesa― ¿podemos hablar?
Muerdo mi labio indecisa. Me fijo en su rostro y puedo notar que sus ojos han perdido ese brillo tan característico de él. Tal vez es lo que nos hace falta, hablar y dejar en claro la conversación que quedó pendiente esa noche en su cocina.
―Listo, doble peperoni con orilla rellena de queso ―interrumpe Jimin sentándose a mi lado― ¿de qué hablaban?
Tanto Tae como yo desviamos la mirada y solo me queda soltar un suspiro.
―De nada. En fin, ¿Qué haremos mañana? Puedo decir que los adultos tienen una agenda llena de actividades y nosotros no.
Jimin lleva sus dedos a la barbilla como pensando en la teoría del big bang o por que le decimos rosas a las rosas si son rojas. Preguntas que no me dejan dormir siendo honesta.
― ¿Recuerdas a esa rubia que se acercó a mí en el mar? ―asiento― me invitó a una fogata mañana en la noche. Le dije que venía con ustedes, así que dijo que no habría problema si los llevaba conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Bad Boy. M Yoongi
FanfictionDónde el chico malo no resulta ser todo lo que se rumoreaba de él. ☾ Hetero ☾ 100% Mía ☾ No adaptar sin previa autorización. Portada hecha por: @btsabrosones uwu