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Podía sentir el dolor de su mordida en mi hombro, pero mi mente estaba turbada.
Cuando sus dientes dejaron mi carne, mis piernas fallaron, y él me sostuvo; levantándome sin ningún problema y llevándome a la cama.
No protesté, sencillamente porqué no podía.
Súbitamente, la energía había abandonado mi cuerpo, además de que mis pensamientos se centraban en mi ardiente de deseo de ser tocada por él.—La espera ha valido cada segundo.—Dijo, con voz profunda, mientras se ponía sobre mí; separando mis muslos con su rodilla.
Sus ojos tan negros como mis pensamientos, no se apartaban de mi rostro mientras sonreía.
Es hermoso; Pensé sin poder moverme, sintiéndome repentinamente somnolienta.
Apoyó uno de sus codos justo al lado de mi cabeza, y lo usó como soporte para su cuerpo.—Voy a disfrutarte lentamente, voy hundirte hasta que no puedas ver nada más —Susurró en mi oído,mordisqueando mi oreja.
Una corriente de placer recorrió mi cuerpo, y se instaló en mi entrepierna.Mis ojos se cerraron, y gemí en protesta ante mi incapacidad de mantenerme despierta.
Lo escuché reír en voz baja, y lo último que sentí fue algo caliente en mi espalda.
Esa noche soñé con fuego, con plumas negras, y con un vacío infinito y oscuro; donde lo único que podía ver era un par de ojos brillantes.
Luego vi a mamá, encadenada y llorando mientras miraba hacia a algo o a alguien que yo no podía ver.
Gritó tan fuerte cuando intenté acercarme, que me tiré al negro suelo mientras tapaba mis oídos.Desperté cuando Vecky estampó sus nudillos contra la puerta de mi habitación.
—¿Becca? —Su voz amortiguada por la madera sonaba preocupada.
—Estoy despierta. —Respondí, al tiempo que intentaba incorporarme.
—Bien, te espero para desayunar.
Escuché como se alejaba. Miré el pequeño reloj a un lado de mi cama, eran las 6:30.
No tendría que verme con Alan hasta el medio día, pero quería aprovechar el tiempo para leer detenidamente el archivo con una copia del contrato que me habían enviado la noche anterior.Cuando intenté, una vez más, incorporarme mi espada ardió desde el inicio de mi vértebra hasta la parte baja.
Gemí, y cerré los ojos, intentado recordar si me había caído de la cama a mitad de la noche. Pero el recuerdo de unos ojos negro llenaron mi cabeza.
Casi dejé salir un grito de horror cuando recordé lo que había sucedido.
Cualquier deje de cansancio abandonó mi cuerpo; y di un salto rápido fuera de la cama, haciendo que la toalla con la había dormido cayera al suelo.
Corrí hasta quedar frente al espejo de pared que estaba ubicado al otro lado de la habitación.Una jadeo horrorizado escapó de mis labios mientras veía mi imagen.
Tenía la marca de una fuerte mordida en mi hombro, en alguna partes incluso había traspasado mi carne.
Sino fuera por la particular forma humana de la mandíbula que se podía distinguir perfectamente; habría jurado que un animal me atacó mientras dormía.
Incliné mi cuello hacía en lado contrario, en un intento por tener una visión más clara de la herida.
La toqué un poco y dolió como el infierno.Dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas. Estaba asustada.
¿Quién era ese hombre? ¿Si llamaba a la policia me creerían?
Mientras pensaba en ello, el ardor en mi espalda aumentó.
Temiendo lo peor, me giré lentamente hasta que esa parte de mi cuerpo quedó expuesta frente al espejo.
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Mi Alma Por Un Beso
Fantastique¿Qué estarías dispuesta a dar a cambio de cumplir tus deseos? Puedes vender tu alma; él estaría dispuesto a recibirla. Primer libro de la saga Desde el Infierno. EN CORRECCIÓN. ©Todos los derechos reservados. No se permite copia, adaptación o distr...