❄Respondiendo. ❄

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La autora deja salir un largo suspiro, mientras mir a los demás.

-¿Esto es enserio?-Cruza los brazos sobre su pecho, y echa su cuerpo hacia atrás en la silla.-Dejen de comportarse como bebés, sólo llevamos diez minutos aquí, y tú.-Señala al exorcista más joven.-Ya casi matas a alguien.

Los demás en la sala, evitaban la mirada de la autora. Unos miraban al piso, y otros fingen observar el infinito.

-Sí, bueno.-Empieza a decir Driel, alzando la barbilla con un gesto orgulloso.-Es mi deber exterminar a los monstruos como ella.-Señala con un gesto despectivo a la morena esta recostada en la puerta, mirando sus uñas; como si todo la resultará demasiado aburrido.

-Ajá, y obviamente yo iba a dejar que si quiera me tocarás un poco.-Contesta Noelia,estirando la comisura de sus labios.

Rebecca, sentada en pequeño sofá individual, pasa sus ojos entre Rael, quien la mira fijamente, y Stephan; quien parece listo para saltar en el momento que se necesitario.

-Driel, ya basta. Estamos aquí para ayudarla a ella.-Interfiere Aira, señalando a la Autora.-Disculpa a Driel, por favor; él es un niño muy impulsivo.

-¡No soy un niño!-

-Pues te estas comportando como uno.-Dice la chica de cabello azul, con expresión cansada.-Saben que estoy medio muerta, ¿No? Acabemos rápido con esto,necesito volver a esa jodida cama de hospital a esperar que un milagro me salve.-Esto último lo dice mirando con fastidio a la escritora, quien se hunde un poco en su silla.

- Terminemos rápido con esto.-Rebecca se abraza a sí misma.-No quiero estar cerca de él.- dice refiriéndose al demonio de ojos oscuros que la observa mientras sonríe.

-No te preocupes, vamos a tener toda una eternidad para hacerte cambiar de parecer.-Contesta Rael.

-Como si yo fuera a permitir eso.-Salta Stephan.

-No vayan a empezar o juro que los mato a todos.-Espeta la autora, apretando el puente de su nariz.

-¿Nos estas amenazando?-Pregunta Driel. Todos los demás están con sus ceños fruncido esperando una respuesta.

-Voy a comenzar, y el que vuelva a interrumpir lo dejo fuera.-Dice en cambio la cansada mujer.- Ahora, saluden.

Nadie dice una palabras.

-Bien, háganme parecer una chica sin modales. Ya me las pagara. La primera pregunta es para Noelia.-La morena sonríe coquetamente y se acerca a la mesa, apoyando sus manos en las caderas.-La hace Nallo-997: ¿Tienes algo con Stephan?.

Noelia suelta una profunda carcajada, echando la cabeza hacia atrás. Luego mira con coquetería al aludido, quien se remueve con incomodidad en el asiento.

-Digamos que hemos pasada mucho tiempo juntos: conociendonos.-La última palabra la dice como en un ronroneo.-Ya sabes, soy su musa a la hora de escribir.

En la sala, Stephan suelta un bufido, y Rebecca voltea los ojos al cielo.

-Bien.-dice la escritora.-Ahora hay una para Aira. La chica parece algo sorprendida cuando escucha su nombre.-La hace EFIMERAA32: Ya conocías a Rael de antes, ¿verdad?

-Oh, bueno.-Aira le da una rápida mirada al demonio, y este se la devuelve con molestia.-Sí. Es decir, siempre ha habido un sacerdotisa que evite que cosas malas pasen, y yo soy la reencarnación de ella.-Termina Aira, mirando al piso.

La autora asiente, dándole un sonrisa de gratitud.

-Esta es para Rael, la hace Nallo-997: ¿Por qué estas obsesionado con Rebecca? ¿Por qué, sí de verdad la quieres, no intentas ganarte su amor y no su desprecio?

Mi Alma Por Un BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora