Rock Me! (Saida)

Cuarenta y tres.

Dahyun POV

Tomé el primer vuelo que había disponible para regresar a Corea.
Después de largas horas dentro del avión llegué a mi hogar.
Al salir, estaba mi madre y mis amigas esperándome en el aeropuerto.
-¡Hija!
-¡Tofu!
Caminé con un poco de emoción a saludarlas.
Abracé a mi madre y a mis chicas.
-¿Por qué esa cara triste?
Preguntó Jeongyeon.
-No pasa nada.
Miré al suelo y una lágrima cayó al frío piso.
-Hija, no estás bien.
Mi madre me abrazó y sólo pude echarme a llorar en sus brazos.
Me acarició.
-Tenemos que hablar, pero no hoy. Vayamos a casa.
Mencionó mi madre.
-Nos queramos a dormir contigo.
Dijo Moguri.
Caminamos hacia un taxi y subimos a él.

Al llegar a mi casa, mi madre nos dio algo de cenar.
-¡Gracias, señora! Buenísima la cena.
Dijo Jeong mientras ponía los platos sucios en el lavabo.
-No se duerman tan tarde. Las quiero.
Mi madre subió y nos dejó solas en la cocina.
Mis ánimos estaban en cero, me sentía bastante deprimida por lo qué pasó con Sana.
-¿Quieres hablarlo?
Dijo Momo.
-Lo qué pasó es que yo... era novia de Sana.
Observé su rostro, para ver si se impresionaban por la noticia.
-¿Crees que no lo sabíamos? ¡Dubu, estás en todos los periódicos y revistas del mundo!
Jeong exclamó.
-¿Qué?
-Sí, todo el mundo sabe que eres novia de Sana.
-Era.
-Eras...
-¿Pero cómo?
Pregunté.
-Sí, ya había rumores sobre ustedes y Sana lo confirmó en ese concierto. Te besó, Dubu. ¿Qué esperabas?
Rayos.
Tomé mi cara con mis manos.
-Bueno, tuvimos una pelea fuerte. Terminamos. Renuncié.
Las chicas se pusieron a mi lado, me abrazaron.
-¿Por qué pelearon?
Momo dijo.
-¡La están engañando! ¡Le están dando droga con el pretexto de curar su ansiedad y depresión!
Grité.
Comencé a llorar de desesperación.
Mis amigas me tomaron con fuerza.
-¿Le dijiste?
-¡Claro que sí, investigué todo sobre sus "pastillas" y resultó que son drogas! ¡Dios mío, casi estuvo inconsciente antes de un concierto!
Lloré desconsoladamente.
Me tomé de cabello.
-Dubu, tranquilízate. Hiciste lo que pudiste...
Jeongyeon mencionó.
-¡No, no hice lo que pude! ¡No la pude salvar! ¡No estoy ahí con ella para ayudarla, estoy aquí en Corea!
Golpeé la mesa con fuerza.
-Dahyun, por favor cálmate. Ella no quiso escucharte, no quiso que la ayudaras. No es tu culpa.
Moguri exclamó y después depositó un beso en mi frente.
Me hundí en mis lágrimas.