Rock Me! (Saida)

Canadá. (39)

Dahyun POV

Aterrizamos y estábamos a punto de salir del aeropuerto.
-Amor, ¿estarás bien? Sí hay bastante gente esperándote.
Pregunté.
Escuchábamos los gritos de los fans.
-Tengo miedo.
-Toma mi mano, corazón.
Entrelacé mi mano con la suya y después le di un tierno beso en el cachete.
-Pero...los medios están afuera.
-¿Y?
-Tomarte de la mano iniciará rumores.
-No lo hará.
Traté de transmitirle seguridad.
Sana me sonrió con nerviosismo.
Salimos del aeropuerto y puedo decir que Sana estaba muy tranquila, se veía mucho mejor que antes.

Llegamos al hotel.
Sana tenía la suite presidencial así que me dijo que me quedara con ella.
-¡Ve esto, tienes un mini refrigerador lleno de chocolates!
Dije con emoción.
-Sí, siempre hago una lista de la comida que quiero en mi cuarto.
-Ah, eres una súper estrella muy exigente.
Sana se sentó a la orilla de la cama, alistándose para dormir mientras yo caminaba hacia ella.
-¡No es cierto! Hay peores.
-Es broma, tonta. Me encantas.
-Tu me encantas aún más.
Sana me tomó de la cintura y me acercó a ella.
La miré a los ojos.
Nos quedamos en silencio.
-Dios, sólo bésame. No hagas esto más doloroso.
Río.
Me acerqué a ella lentamente y comencé a besarla profundamente.
El sabor de sus labios era especial, tenía ese algo que te vuelve totalmente adicta a él.
Nuestras bocas se combinaron para hacer la mejor mezcla de amor y pasión.
-Mmm, Dahyun... te amo.
Dijo Sana entre besos.
Poco a poco Sana comenzó a bajar a mi cuello.
Lo atacó.
Sentí una pequeña mordida.
Gemí.
Sana comenzó a pasar sus manos por todo mi cuerpo y no puedo mentir, eso me excitaba demasiado.
La intensidad subía cada vez más.
Sana se detuvo de golpe.
-Espera, alguien está tocando la puerta.
Mi novia se levantó de la cama y corrió a la puerta.
Todo en mi se apagó.
Observé que Jihyo entró a la recámara así que me escondí en el clóset de la recámara.
Alisté mis oídos para escuchar todo lo que ella tenía que decir.
-Ten, aquí está.
Su manager sacó una bolsa transparente con algunas pastillas.
Sana sonrió.
-Se ven bien.
-Con cuidado, ahora tendrás tú el control de la dosis. Sólo tómalas cuando lo sientas necesario.
-Entiendo.
Sana tenía en sus manos la bolsa.
Todo me pareció bastante extraño.
Jihyo salió y Sana guardó las pastillas en algún lugar. No alcancé a ver con claridad.
Entró a la recámara.
-¿Amor?
Salí del clóset. Já, qué ironía.
-Aquí estoy.
Dije seriamente.
-¿En qué estábamos?
Sana se acercó a mí e intentó besarme de nuevo pero la alejé de mí.
-Me voy a dormir en mi cuarto.
Salí del lugar.