Capítulo 2
- ¡Ya era hora!
Cerré la puerta después de pasar a la oficina, y sin aun mirarle a la cara me senté en el sofá.mientras Ana seguía echándome la bronca. Escondí mi cara entre mis manos y suspiré.
- ¡Ey! (Se acercó a mi) ¿Va todo bien? (La miré)
- He discutido con Alba... (Me miró extrañada)
- ¿Con Alba? (Se sentó a mi lado)
- Bueno, ella ha discutido conmigo. ¿Tú sabes que le pasa?
- Pues no. (Se levantó) Supongo que trabaja demasiado, (apoyo su cuerpo en la mesa del despacho, quedando de cara a mi) estará algo estresada. Lleva unos meses de mucho curro, muchas horas, muchas responsabilidades... Que te hagan directora de Planeta (sonrió orgullosa de nuestra amiga) no debe ser nada fácil.
Asentí, sin más. Pero, no me quedaba tranquila. Ni con ella ni tampoco... conmigo.
- Se le pasará... (Miré a Ana) Y ahora, ¿Podemos trabajar un poquito?
Volví a asentir, me levanté y me encaminé hasta la mesa donde tenía mi agenda abierta de par en par, algún que otro folio con las posibles canciones que ya teníamos previstas para la gira, y una gran cartulina con el montaje del escenario.
- Ya tenemos los aviones y los billetes de tren para las firmas de discos.
- Aja...
- Serán unos días duros, pero, (nos miramos) ¡¡la aventura vuelve a empezar!! (me reí)
- ¿Has podido coger un par de billetes más para Tenerife?
- ¿Lo dudabas? (Dijo dándome otro par de folios con los billetes)
- Gracias.
- De nada. (Me guiñó el ojo) Mañana tenemos varias entrevistas con periódicos así que estaré en tu casa a las 8 de la mañana. Y... y... (Continuó rebuscando entre los papeles) En dos semanas tu primera entrevista en la tele.
Asentí, hasta que fui consciente de lo que pasaba dentro de dos semanas, la miré.
- ¿Dos semanas? (Asintió) Pero... en dos semanas tenemos la fiesta de cumpleaños de Charlotte.
- Solo será una tarde.
- Ana, no. (Cogí su brazo) Lo quiere celebrar todo un fin de semana... con sus amigos, sus mamis (sonreí), y con vosotros.
- Vanesa... está cerrado. 8Bajé la cabeza) Solo será un par de horas.
No podía decir más, volvía de nuevo a la música y tenía que ser así. Bajé de nuevo mi cabeza y volví a encaminarme hasta el sofá. Me senté y la observé. De un lado a otro, mientras dejaba sonar su teléfono, y volvía a abrir mi agenda para seguir apuntando más entrevistas, más reportajes, más reuniones. Me miró.
- Tenemos que ir a hablar con Almu sobre la promoción del inicio de gira. (Volvió a girarse, no dije anda) La llamo y comemos juntas.
No me dejó ni contestar cuando ya tenía su teléfono en la oreja y estaba hablando con Almudena, apoyé mi espalda en el sofá y cogí mi teléfono. 'Cariño, como con Ana y Almu. Lo siento'. Recibí su contesta casi al instante, sonreí. 'No te preocupes, tenéis mucho trabajo... Saldré de la reunión antes y recogeré a Charlotte. Nos vemos en casa más tarde.'.
Bajamos al pequeño restaurante que había debajo de Warner, un menú diario entre más agendas y más fechas hizo que esa comida fuera inacabable. Pero, el día no terminaba aquí, de nuevo otra reunión, esta vez de vestuario, Soledad nos trajo sus ideas, por suerte alguien me dejaba un poco de espacio en aquella locura que estábamos viviendo con el disco y la gira. Terminamos por la tarde, después de un té en la misma oficina y me encaminé hasta la moto aparcada en la misma acera de la oficina, cogí el teléfono para avisar a Malú que iba para casa, pero ella se me había adelantado, 'Estamos en el centro de compras, ¡¡traemos la cena!!'. Sonreí, y le dije que iba para casa y nos veríamos allí cuando terminasen sus compras.
Llegué al piso, dejé mi chaqueta en el colgador, la mochila en la silla de la entrada, mi móvil en un bolsillo y me encaminé hasta la cocina, miré el reloj, mis chicas no tardarían mucho en llegar. Cogí el teléfono, abrí mis contactos y la primera, Alba. Era la primera vez en nuestra amistad que estábamos tantas horas sin hablarnos, sin enviarnos un simple mensaje o llamarnos por alguna cosa que nos hubiese pasado aquel día. Dejé el teléfono en la encimera y me fui a la habitación, me senté en la cama y abrí el primer cajón de la mesita. Cogí una carta doblada y abierta con mi nombre como destinatario, observé el sello de nuevo, 'Argentina'.
- ¡Ya estamos aquí!
Oí la voz de Malú entrando por la puerta del piso ycorriendo, volví a guardar aquel sobre juntamente con la
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¡Ay! ¡Ay! ¡Que esto empieza a estar calentito!
¡¡Gracias por volver a leerme, y por estar aquí de nuevo!!
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En la cola del viento 2
FanfictionSegunda parte de 'En la cola del viento'. Historia ficticia de Vanesa Martín y Malú. Con total respeto y admiración hacia ellas. Disfrútenla.