En la cola del viento 2

Capítulo 23

Capítulo 23

En otro lugar...

Apoyé mi cuerpo en el marco de la sala, observando, pensando, inquieto, sin saber que estaba bien y que no. Lleno de dudas. Lleno de miedo.

- ¡Querés comer! (Miré hacia la mesa)

- Quiero a mi mamá...

Marian, soltó el bol lleno de puré en la mesa, salpicando todo a su alrededor. Se levantó dejando caer un 'no soporto a esa niña', mientras yo seguía observando a la pequeña Charlotte, tenía los ojos rojos, no había parado de llorar, solo las pocas horas que había dormido, que habíamos dormido. Me acerqué a ella y me senté en la silla que Marian había desocupado.

- ¿Lo vas a intentar? (La miré de reojo, su sonrisa hiriente salió desbocada, asentí con miedo) ¿Vos? (Rio en una carcajada) ¡Si no sabes ni hacer un huevo frito!

Miré a Charlotte, estaba asustada, la entendía perfectamente. Recogí el bol, me levanté y volví a poner un poco de puré en él, cogí una cuchara de aquel pequeño apartamento.

- Voy a darme una ducha... (Ni la miré, hasta que colocó su mano en mi hombro) No quiero oírla llorar más, (miró a la pequeña) estás con tus papás mi amor, (sonrió llena de rabia) esto va a ser así... (se fue hasta la puerta acabando aquella frase) para siempre.

Cerró la puerta dando un golpe, Charlotte rompió a llorar de nuevo, la miré, me coloqué cerca de ella e intentó moverse, pero por un momento, me miró a los ojos, era la primera vez que los dos lo hacíamos, no pude no sonreírle. Tenía magia en aquella mirada.

- Quiero... quiero ir con mis mamis... (Volví a sonreír, bajé la cabeza, cogí aire y la miré de nuevo)

- ¿Hacemos un trato? (Su llanto disminuyó, miré el bol de puré que tenía en mis manos y lo dejé en la mesa) Yo te llevo con tus mamis, (me miró abriendo fuerte sus ojos, volví a sonreír) pero, tienes que comerte todo ese bol de puré para estar fuerte y bien guapa para verlas. (Miró el puré, y de nuevo a mí, el llanto había desaparecido) ¿Hay trato?

Por la tarde, en el hospital...

Narra Malú

- ¿Dónde está la mujer más guapa del universo? (Sonreí)

- Creo que es la otra puerta...

Rio conmigo, se acercó a mí y me dejó un beso en mis labios.

- ¿Ya lo tienes todo listo?

- Creo que sí...

- Bueno, lo bajo al coche y...

- Vanesa, (la miré) yo puedo llevarlo.

- Era para avanzar tiempo. (Me sonrió, me acerqué a ella y cogí sus manos) Lo sé, (asintió) tu puedes con todo, pero... déjame mimarte un poco.

- Y lo haces. 8Le sonreí) Pero, necesito un poco de espacio. (Se separó de mí, me reí y volví a cogerle las manos) Para mí todo esto es nuevo y... (Bajé mi cabeza)

- ¡Ey! (Cogió mi barbilla e hizo que la mirase) Todo irá bien, y de verdad Malú, si en algún momento no estás cómoda, si ahora, cuando lleguemos a casa no... no te sientes bien, por favor no dudes en decírmelo... (Sonreí)

- Tengo una sensación. (Vanesa alzó sus cejas esperando que siguiera, cogí aire) Tengo la sensación de que nuestra casa (sonreí aún más fuerte) es el mejor sitio en el que puedo estar ahora mismo.