En la cola del viento 2

Capítulo 18

Capítulo 18

No contestó, siguió con la cabeza baja, jugando con un canapé en su plato. Cogí aire, moví un poco la cabeza de lado y volví a hablar.

- ¿Había cambiado de verdad?

Me miró tras hacerle aquella pregunta, bajó su vista un instante, pero volvió a mirarme, noté como se le llenaban los ojos de lágrimas.

- Sí... él... él cambió.

- ¿Entonces, seguís juntos? (Miré a Malú de reojo, pero inmediatamente volví a mirar a Inma)

- No...

- ¿Qué pasó Inma?

De nuevo su cabeza hacia el plato, cerró sus ojos, lo vi mientras movía un poco mi silla hasta su lado, toqué su espalda y me miró, le sonreí, necesitaba que supiese que estábamos ahí. Que no sería fácil, pero, estábamos.

- Sé que tenía que haberos dicho que me iba a Barcelona con Alex. (Bajé mi vista al suelo) Lo sé. Y pensé muchas veces en llamaros o...

- Podías haberte despedido antes de irte.

- Tuve miedo.

- ¿Miedo? (Preguntó Malú, Inma asintió con la cabeza y me miró)

- Se comportó tan mal... contigo, con la niña...

- Contigo también Inma.

- Lo sé. Pero...

- El amor, (Me miró, le volví a sonreír) ¿no?

- No sé si era amor, o... la necesidad de saber que nos teníamos porque... no teníamos a nadie más.

- Pero Inma, nos tenías a nosotras. (Volvió a repetir Malú) A Alba, a Charlotte, am i hermano... a tanta gente...

- Os hice daño. Y... soy consciente que hacer daño a una hija no se perdona.

- Inma. (Le dije para que no hablara así)

- Vanesa, es verdad. (Bajé mi cabeza) Y no os culpo, al revés, os entiendo perfectamente. (Volví a mirarla) Yo... yo tampoco me perdoné... Ni tampoco perdoné a Alex... Pero, nos creímos que juntos íbamos a hacerlo. Pasamos los meses y más que una pareja cada vez éramos más amigos, hasta que... por fin, decidimos sernos sinceros.

- ¿Se enfadó?

- No. (Dijo rápidamente) Aunque os sea complicado entender... sí ha cambiado. (Me separé un poco de ella) Está arrepentido, pero, no va a venir a decíroslo.

- Mejor. (Añadió Malú, la miré de reojo) Quiero decir que... no sé, no... (apoyó sus brazos en la mesa) Sería difícil que él volviese.

- Lo sé y lo sabe. (Cogió aire) Se ha ido una temporada a colaborar con una ONG... necesita coger su espacio y que le enseñen valores. (Asentí) Necesita dejar el orgullo a un lado...

- ¿Y tú... que necesitas? (Volví a apoyar mi mano en su espalda)

- No necesito vuestro perdón. (Miré a Malú) No me mal interpretéis. (Sonreí volviéndola a mirar) Ya os he dicho que... no es fácil...

- Inma...

- Malú, no pasa nada. Creo que... lo que de verdad necesito es... (me miró) perdonarme a mí misma.