Capitulo 13

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Capítulo 13

Narra Vanesa

La alarma de teléfono había sonado cinco veces, lo cogí por fin y la apagué. Volví a centrarme en todos los papeles que tenía en la mesa. Mi guitarra entre las piernas y mi cuerpo en el suelo, mi espalda apoyada en el sofá, el sol ya había salido hacía varias horas por la ventana de mi salón. Suspiré.

- Hola mami...

Giré mi cara después de oír la vocecita de Charlotte entrando por la sala, sonreí cuando con sus manos frotaba sus ojos para desperezarse. Aparté la guitarra de mis piernas y estiré mi mano para que la cogiera, recogí mis piernas para que se pudiera sentar en el hueco y apoyase su espalda contra mi pecho. Besé su cabeza.

- ¿Has dormido bien? (Asintió, giró su cabecita para mirarme)

- ¿Has hecho magia?

Me reí y volví a besar su cabeza después de que girase su cara hacia los papeles. Asentí y le susurré un 'algo así...'. Me emocionaba cada vez que recordaba los primeros minutos que compartí con Charlotte, aquellas primeras palabras que nos dedicamos y los primeros acordes que le regalé, la magia con la que nos enamoramos la una de la otra.

- Buenos días.

Miré hacia la puerta de la cocina, Malú había salido del pasillo y se dirigía hacia allí. Sin parar, sin ni siquiera mirar hacia donde estábamos nosotras.

- ¡Mami! (Dijo Charlotte levantándose de mis piernas) Vane ha hecho magia.

- ¿Si? (Dijo Malú cogiendo su taza para ponerse un poco de café)

- ¡Si! Y seguro, seguro, seguro... (La miró, sonriéndole) Que es para ti.

La pequeña se rio traviesa y volvió a sentarse en mi regazó. Yo, no quité la vista de Malú, en cambió ella, volvió a girarse para continuar con su desayuno. Volví a centrarme en Charlotte, que cotilleaba una de los folios de encima de la mesa. Se lo quité y volvió a reír.

- Oye, que no está terminada.

- Jo, mamá...

- Ni jo, ni ja. (Le di la vuelta para quedar cara a cara) A desayunar, venga.

- ¿Y luego, que? (Dijo cruzando los bracitos y poniéndose seria, mientras yo intentaba aguantarme la risa)

- Luego... Pondremos una peli, o... podemos ir al centro...

- Como siempre... (me reí)

- ¡Oye!

- ¿Podemos volver a Tenerife? No está tan lejos... (Volví a reírme)

- Mm... ¿y qué te parece si... hacemos una fiesta? (Se le iluminó la cara)

- ¿Una fiesta? (Miró a Malú, sentada en la cocina, nos observaba, le sonrió. Volvió a mirarme y asentí)

- Una fiesta... de cumpleaños.

Volvió a salir corriendo de encima de mí y se puso a saltar en el suelo, me reía mientras ella solo gritaba '!Fiesta de cumple! ¡Fiesta de cumple!'. Observé de nuevo a Malú, que se reí de como de contenta se había puesto Charlotte con la sorpresa. Me levanté y me puse enfrente de la pequeña y la cogí en brazos.

- Vale ya, loquita. (Me abrazó fuerte) Y ahora a desayunar, que en dos horas están aquí todos los invitados.

La dejé en el suelo, se fue hasta la nevera, cogió un poco de leche y le pidió a Malú que le diera su taza. Leche fría, cola cao y sus cereales de chocolate favoritos. Se los comió en apenas un par de minutos.

En la cola del viento 2Where stories live. Discover now