De un vídeo a la acción en vivo

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(No hay gif más real que su imaginación)

—¡Maldita caliente!

—¿Qué? —Oh, Dios mío. Mi cabeza. Me está dando vueltas.

—¡Asquerosa traidora! ¿Te quedaste toda la noche emborrachándote y mirando videos de ese bombón? Debería golpearte.

—¿Por qué estás gritando? Mi cabeza.

—Charlotte —dice Bernard, apartándome de la barra. Me tambaleo intentando bajarme del taburete y caigo sobre su pecho, derribándonos a los dos—. Vas a pagar por esto, cariño. Lo juro. ¡Tienes una reunión en una hora y todavía estás borracha! ¿Qué demonios pasó anoche después de que me fuese a la cama?

—No lo sé.

—Apártate de mí, desagradecida...

—¡Deja de insultarme!

Bernard logra empujarme a un lado así puede apartarse de mí, luego permanece allí de pie, frente a mi rostro.

—Vas a joder esto, Lotty. Y fuiste la que me arrastró aquí, para ayudarte a arreglar este hotel. Podría estar de vacaciones ahora mismo. Podría estar bebiendo margaritas con un chico guapo en las Bahamas.

—Lo sé. Lo siento. Ayúdame a levantarme. —Estiro la mano hacia él, pero no llega ninguna ayuda. Bernard es un rencoroso. Y tiene razón. 

Apoyo las manos en el suelo y logro ponerme de rodillas. Pero luego comienza a darme vueltas la cabeza y tengo que tomar un descanso. No estoy segura de cuánto permanezco allí arrodillada, pareciendo como si esperase que alguien me tomara al estilo perrito, pero al final, Bernard me da una mano antes de que logre ponerme en pie.

—Gracias —chillo. Mi estómago es un desastre y comienza a gruñirme audiblemente.

—Tu reunión es en cuarenta y cinco minutos. ¿Ahora qué?

Mierda. Mierda, mierda, mierda. A Julian Draxler le ha llegado su hora y ni siquiera estoy coherente.

—Llama a Manuel y dile que debería ocuparse de ello.

—No puedo hacerlo, amiga. Te ha estado enviando mensajes toda la mañana. De hecho, llamó justo antes de que te despertaras y dijo que puede que llegue a la reunión unos minutos tarde. Tienes que ocuparte de esto. Y si yo fuese un hombre que apostase, predeciría que Draxler tiene algo bajo la manga. No va a rendirse sin pelear.

—Usa a miembros del público para tener sexo después del espectáculo. Ambos sabemos lo que está sucediendo.

—Pero no sucedió anoche. Te pidió ir a cenar y le invitaste a entrar. Así que eres la que parece que intentó seducirlo.

—Ridículo.

—Coincido. — se ríe—. Es ridículamente guapo. ¡Y esos videos! —Toma mi asiento en el bar y comienza a pulsar en los videos que estuve viendo anoche—. Todos son deliciosos.

Suena mi teléfono y me tambaleo hacia la mesa de café para tomarlo antes de dejarme caer en el sofá.

—Charlotte —contesto, sin mirar la pantalla.

—Gracias a Dios, Lotty. He estado intentando llamarte toda la mañana.

—Lo siento, Manu, estaba durmiendo profundamente.

—Supongo —comenta—. ¿Te sientes bien?

—Sí, sí, sí —aseguro—. Estoy perfecta.

—Bien, porque tengo las manos llenas con un problema en el hotel de Lyon . Tengo de dirigirme allí y ocuparme de un problema de personal esta mañana, así que no solo voy a llegar tarde a la reunión, sino que voy a perdérmela por completo. Pero volveré pronto. ¿Podemos tener un almuerzo tardío hoy?

Servicio completo  Julián DraxlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora