Legión de mujeres enfurecidas

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—¿Quieres un poco? —le pregunto a Manu, retirando un poco de mousse de chocolate del pequeño plato en que lo sirven aquí—. Está tan bueno. —Me meto la cuchara a la boca, disfruto el sabor, que no es tan bueno, pero estoy actuando, y luego lamo mis labios y paso delicadamente un dedo sobre una pequeña mancha de chocolate perdida.

Sus ojos están fijos en mi boca, al igual que Julián dijo que lo estarían. Maldita sea, tenía razón sobre todo eso.Manu ha estado respondiendo a cada truco. No de una manera obvia, por supuesto. Es reservado. Y no pasas de una hermanita a una sexy novia en un almuerzo de negocios de treinta minutos.

—Ah... uh... no, gracias,Lotty. —Pero me sonríe cálidamente, luego su mirada se dirige hacia mis labios mientras les doy un último lengüetazo, esta hablando de mudarnos. Mierda. Solo estoy empezando con los consejos de Julián . Si regresamos a Frankfurt y luego volvemos a nuestra vida anterior, Manu nunca volverá a verme bajo una nueva luz si mi padre está interfiriendo. Mi padre no es exactamente un idiota con mis novios —cuando tengo uno—, pero es uno de esos tipos sobreprotectores. Siempre me ha advertido sobre las personas a las que les gustaré por mi dinero y no por mí.

Manu es rico. Es de una familia muy rica con dinero heredado, como nosotros, así que el no sería un problema en ese departamento. Pero mi padre ve a Manu como un miembro más de la familia. Nunca insinuó que haríamos una buena pareja. Por lo tanto, es mucho mejor hacer este cambio lejos de casa.

—¿No podemos hacerlo a distancia? Quiero decir, una videollamada es más o menos lo mismo que estar allí.

—Quizás —dice Manu.

Mi optimismo se eleva.

Y entonces lo veo.

Julián Draxler está caminando hacia aquí.

Mierda. Tiene una expresión en su rostro que no puedo leer porque no lo conozco tan bien, pero no se ve feliz.

—Señorita Prust —dice. Manu está de espaldas a él mientras se acerca, por lo que tiene que girar en su asiento—. Qué gusto verla de nuevo. Está positivamente brillante hoy. ¿Qué pasó para hacerla tan feliz?

—Ah... —Me río y dirijo mis ojos hacia Manu—. Bueno, estoy feliz de almorzar con mi compañero de trabajo favorito. —Le sonrío a mi futuro novio.

—¿Podemos ayudarle en algo? —pregunta Manuel con un atisbo de sospecha en su voz—. Quiero decir, no estoy seguro de que sea una buena idea que socialicemos, señor Draxler. Estoy seguro que puede entenderlo después de sus acusaciones de anoche.

Oh, mierda. Julián tiene una mirada extraña en su rostro. Como si fuera a decir algo que puede que no me guste.

— Lotty y yo trabajamos...

—¿Julián? —Todas nuestras cabezas se vuelven hacia una chica rubia mientras agarra al chico del brazo y lo gira. Está furiosa. Sus labios están apretados firmemente y está apretando la mandíbula—. Llamé a tu habitación antes, pero me dijeron que no estabas allí.

—Mmmm... —Julián me mira y por un segundo creo que realmente podría decirle dónde estaba—. No me llegó el mensaje.

—Estás mintiendo, pedazo de mierda. Estaba mirando a la chica en la recepción cuando llamó a tu habitación después de que estuve esperando por una hora para ver si mostrabas tu patético rostro.

—Mira, ah... —se detiene, como si estuviera a punto de decir su nombre pero no lo recuerda.

—Lisa —espeta ella—. ¡Lisa! ¿Cómo puedes no recordarme? Me acosté contigo...

Servicio completo  Julián DraxlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora