Hanahaki

Cuidar al ciego...

-¿Lo hacemos en tu casa o en la mía?

Lo preguntó sin pensar, pero tras ver el sonrojo de Dazai se dio cuenta de lo que había dicho. Y es que llevaba a Dazai del brazo para guiarle. Estaban demasiado cerca. Él nunca estaba tan cerca de alguien, pero como debía cuidarlo y el otro no veía nada le pareció la mejor opción.
-¿Pre-prefieres que te cuide en tu casa o en la mía?

-En la tuya estará bien. Más tarde, cuando mi tutor esté libre pasará por mi.

-¿Está enterado?

-Le ha llamado Kunikida.

-Entiendo, vamos entonces.

El transcurso a la casa ocurrió tranquilo, en un silencio cómodo y una caminata pacífica.

Mentira, el estúpido de Dazai, luego de 5 mtrs empezó a preguntar "¿casi llegamos? ¿casi llegamos? ¿casi llegamos? " y cada una fue contestada con un "no".
Chuuya estaba seguro que escuchó esa frase mínimo 30 veces. Al parecer el chico escuchó su molestia y dejó de hablar como por tres minutos. Más nada es para siempre y cuando al fin empezaba a disfrutar del silencio empezó con otra tanda de preguntas:

-¿Cómo es tu casa?  ¿tienes mascotas?  ¿te gustan los animales?  Yo odio los perros, amo los peces. ¿te gustan los peces?  Kunikida dijo que yo tenía ojos de pez ahora. ¿Qué haces en las tardes?  ¿te gusta leer?  Yo quiero ser escritor, aunque también me gusta pintar. Mi vecina odia mis pinturas ¿quisieras verlas? ¿Qué shampoo usas?  Huele a hierbas. Yo uso uno de chocolate. ¿Qué harás de cenar?  La verdad es que no desayuné siquiera. Tengo hambre. ¿Hay perros cerca de tu casa?  En serio no tolero los perros, son difíciles de tratar.
Sin poder aguantar más Chuuya explotó

-¡¿Quieres cállarte estúpida caballa?!

Osamu se quedó en silencio unos segundos y luego empezó a reír. 

-Eres fácil de molestar Chuuya, será entretenido estar juntos.

Gracias al cielo, solo quedaban dos casas para llegar a la suya o Chuuya lo habría matado.