Olvido.

6.1K 995 906
                                    

No sabia como había llegado a su casa. No recordaba el camino ni como es que terminó en su cama. Solo sabia que no podía dejar de llorar ni de abrazar su almohada.

En algun momento se quedó dormido, despertó gracias a su alarma y con todo el desanimo del mundo se arregló para ir a la escuela. junto a su cama estaba su sombrero, ese que guardaba Osamu hace mucho y no esperaba volver a ver. se lo puso y salió.

en camino a al escuela su celular sonó, desbloqueo y encontró un mensaje de su padre.

Mori:

Haz que te recuerde.

Nakahara:

Tu lo operaste.

Mori:

¿Y?

Nakahara:

Cómo que ''¿y?''

La respuesta nunca llegó, pero con ánimos renovados emprendió su marcha a la escuela.

Fue extraño no ver a Dazai esperándole, fue por sus libros para entrar a clase, al abrir su casillero no había ninguna nota y la culpa le invadió nuevamente.

Dentro del aula estaba Dazai, conversando con Fyodor, al parecer se daban consejos. Pero que tipo de consejo era ''invítalo a tu casa, tengan una tarde entretenida y en la bebida ponle somníferos, cuando despierte ya debe estar bien amarrado'' y pero aun: Osamu le estaba mostrando como hacer el nudo a Dostoyevski. oh, cuan afortunado se sentía de que Dazai hubiese querido jugar videojuegos cuando le invitó. Empezó a reír por lo que pensó y Osamu volteó a verle, Fyodor le vio con un gesto en la boca y le ignoró.

- ¿Eres nuevo?- preguntó el castaño mientas se acercaba sonriendo. Bien, eso había dolido, pero lo esperaba.

- No. Somos compañeros desde que inició el curso.

- Vaya, no te recordaba- murmuró pensativo- Como sea, soy Dazai.

- Na. Nakahara Chuuya- contestó mientras un nudo se formaba en su garganta.

Antes de que pudiese continuar hablando el profesor entró al aula, todos tomaron sus lugares y Osamu no fue la excepción. Solo le sonrió y se fue a su lugar. El resto de las clases transcurrieron igual.

Osamu Dazai no le tenia en sus memorias ya. Pero Chuuya Nakahara no se daría por vencido. Si su padre le había dicho que hiciera le recordara era por algo, ademas, aunque no se lo hubiese dicho él no dejaría que Osamu le dejase, no señor, si el bastardo se metió en su casa y en su mente en menos de un mes él podía lograr lo mismo.

Al termino de las clases, cuando Osamu empezaba a irse corrió tras él.

- ¡Osamu!- el castaño volteó y le miró extrañado, supuso era por cómo le llamó.- queria preguntarte, si, bueno, emm- no titubees- puedes ayudarme con la clase de filosofía.

- ¡Claro! ¿Cuando?

- Hoy.

- ¿No es muy pronto?

- No, de verdad necesito ayuda.

- ¿Esta bien si es en mi casa?- no le extrañaría si Dazai le tenia miedo, después de todo, no le reconocía y él le pedía ayuda.

- Si, es perfecto.

---------_--------

Estando ya en casa de Dazai, Chuuya pudo notar la habitación del castaño no había cambiado en nada. Todo seguía siendo un caos ordenado. En la mesa de estudio estaba su libro ''cuentos de cabecera''. lo tomó y notó un cuento mas había sido agregado.

- Has añadido otro- comentó.

Osamu le miró fijamente, nunca le había mirado así, de forma tan... Fría.

- ¿Por qué conoces mi libro?- no solo la mirada era fría, también su voz. Chuuya sintió escalofrios al escucharle.

- Tu me hablaste de él- era importante no titubear, se dijo mentalmente.

- No. Yo no le he hablado de él a nadie.

Chuuya bajó la mirada. Decidió arriesgar todo. Apretó los puños y cerró los ojos para luego empezar a hablar.

- Debajo de tu cama hay dos cajas, una con videojuegos, otra con fotografías. La gran mayoria de tus libros te los dio Odasaku, que por cierto es tu tutor, no tu pareja como la mayoría cree. Estas en teatro, conociste a Atsushi cuando se mudaron aquí, eras antipático cuando niño, Odasaku te ayudó a cambiar, ustedes compiten por la mejor excusa de la semana para no lavar ropa, tienen un gato, has ayudado a la policía con algunos casos, cantas bastante bien. Empezaste a escribir como forma de escape, por recomendación de Odasaku, tienes diez hermanos, consideras a Atsushi un hermano también. Oda y Ango dicen que eres un desastre en la cocina, pero eres bueno cocinando.

Abrió los ojos de golpe y miró a Dazai, estaba en shock, unos minutos después reaccionó.

- ¿Por qué sabes todo eso?

- Porque estabas enamorado de mi, tu me lo dijiste todo.

- Yo no...

- Lo estabas, me dejaste estúpidas notas rosa hasta en la ropa por semanas, te dejaste encegar por mi y te cuide una semana, estuve aquí, vi tus libros, pinturas y jugamos, conoces a mis padres, pero no tuviste el valor de decírmelo de frente, y como soy igual de idiota que tú no creí que tu fueses quien dejaba las notas, así que te rechacé sin saberlo queriendo enamorarte y te operaste, estúpido bastardo.

- No te estoy entendiendo.

Bien, estaba alterado, quizá no había dicho lo ultimo con la misma calma que al inicio, sino que había gritado y gesticulado con las manos mientras caminaba al rededor del mas alto que se limitaba a observarlo, considerando huir del psicópata que había metido a su casa.

- Nakahara...

-NO ME DIGAS NAKAHARA

el pobre chico, asustado, retrocedió y tropezó con sabe dios qué, lo que le hizo caer de sentón al suelo. Chuuya, sin pensarlo se arrojó sobre él y lo besó.

al inicio Osamu intentó alejarlo pero Chuuya le abrazó, eso hizo que dejara de alejarlo, de alguna manera ambos terminaron acostados, Chuuya sobre Dazai, y este correspondiendo su abrazo. Cuando la necesidad de respirar se hizo presente Chuuya alejó su rostro y abrió los ojos, se encontró a Dazai sonriéndole.

- Sabes Chuuya, hay formas de decir estas cosas.

Luego tomó el rostro de Chuuya y empezó a besarle.

_________________-_____________

- Mori, cariño, ¿Que hiciste exactamente con Osamu?

- Le hice un favor, a él y a nuestro hijo.

- ¿No es peligroso no extraigas del todo las raices?

-solo dejé una, no será problema si Chuuya se confiesa.

- ¿estás seguro?

- Chuuya no es tan tonto, no le dejará ir esta vez.

HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora