RARO ENFERMO

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No importaba cuánto tiempo pasaran juntos, para Chuuya, Dazai seguiría siendo el raro del salón.

Habían estado jugando un par de horas y a Dazai se le ocurrió hacer más interesantes las partidas: el perdedor contaría algo gracioso que le hubiera pasado antes de conocerse.

Nunca imagino que Osamu, solo para obtener un nuevo paquete de pinturas había sido capaz de poner un puesto de besos. Y peor aún, que cuando la primera clienta llegó tomo el dinero y salió corriendo. La conclusión: varias chicas detrás de él y Ango obligándolo a regresar el dinero mientras Oda aguantaba la risa.

Defensa: era su primer beso.

Ni que su ingenuidad podría llegar a ser tanta como para que a los 8, cuando Oda le dijo que los bebes se hacían en nubes lo creería hasta que las clases de sexualidad le mostraron la realidad.

Defensa: nunca creyó que el buen Oda fuese capaz de mentirle. Además, el no solía leer sobre el cuerpo humano ni le interesaba demasiado.

O que pudiese ser tan solitario como para que Oda y Atsushi fuesen sus primeros amigos.

Tampoco imaginaria que Dazai era tan vengativo. Según le contó. Atsushi sufría bullying y cuando él lo descubrió era tarde pues estaban cortando el cabello del menor. En venganza, se aseguró de atormentar lo suficiente a quien lo había hecho hasta que el mocoso no resistió más y termino cambiando de escuela. El corte de cabello era conservado a la fecha por el peliblanco pues quería recordar como Osamu le había ayudado aquella vez y era su recordatorio constante de no permitir nadie abusara de él. Cuando Akutagawa notó el corte se cambió a la misma escuela que Atsushi.

Mucho menos lo que sucedió en la tarde: en cuanto empezó a atardecer, mientras jugaban, Dazai empezó a tener un corto ataque de tos, se levantó corriendo al baño y cuando volvió tenia puesto un cubre bocas, lo tomo bajo las axilas, lo levanto del suelo( donde habían estado jugando) y lo hecho de su habitación amablemente diciendo ''mira que tarde es, debes hacer tus tareas. Adiós Chuuya, gracias por venir''

Y sin más le cerró la puerta en la cara. Sin saber qué hacer, bajó a la sala. Ahí estaban Oda y Ango eligiendo una película, al verlo se detuvieron y lo miraron. Luego de un incómodo minuto en silencio Oda hablo:

- Discúlpalo. Es preso de una maldición.

- De día es uno, de noche es otro. Esa será su maldición, hasta el beso del verdadero amor- completó Ango.

- Veamos esa.

- Está decidido. ¿quieres verla con nosotros? – en ese momento entendió por qué Dazai era tan raro.

- No, muchas gracias- declinó cortésmente- es algo tarde.

- ¿quiere que te lleve a tu casa?- ofreció Ango.

- Está bien así, gracias por el desayuno y la comida - recordó que toda la semana había estado comiendo lo que llevaba Osamu- por cierto, gracias también la de la semana.

- ¿la de la semana?

- Si. Dazai me estuvo dando parte de la comida que le dieron ustedes.- los dos mayores se miraron y tras unos minutos ambos sonrieron.

- Chuuya, ninguno de nosotros cocina en las mañanas, el tiempo nos alcanza con suerte para tomar café.

- Ahora, fingiremos que no te lo dijimos. Y esperamos Dazai no sepa que lo mencionamos tampoco. Buena tarde Nakahara.

Después, tomándolo de los hombros ambos lo sacaron de su casa.

Vaya familia de raros había encontrado. Pero... si ellos decían la verdad, significaba que Osamu había estado cocinando para ambos.

Su sonrisa no se borró hasta la noche, cuando sin pensarlo mucho escribió un mensaje al castaño

Nakahara:

Buenas noches Osamu.

Dazai:

Buena noche, Chuuya.



¿era normal dormir tan feliz?

HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora