O morir en el intento.

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Paciente: Osamu Dazai
Aplicación de gotas.

Paso uno: sentar a Osamu.
Paso dos: cerrar todas las ventanas.
Paso tres : cuando la luz sea mínima, retirar las vendas y poner las gotas.  
Paso tres punto cinco: no reírse de los ojos de Dazai.
Paso cuatro: colocar nuevamente las vendas.
Paso cinco: Osamu debe descansar.

Bien, Chuuya había cumplido todo al pie de la letra, tal y como se lo pidieron incluido el paso 3.5, fue difícil, pero lo logró.
Lo dejó cinco minutos para preparar algo de desayuno y unas risas psicópatas se empezaron a escuchar, cuando fue a verlo descubrió que el chico estaba drogado, había quitado las vendas de sus ojos y corría por todo el departamento.
Chuuya detrás de él cerrando cada ventana y cortina que el otro intentaba abrir. Nunca se había cansado tanto. Agotado, luego de media hora tras él, tiró a Dazai al suelo y se sentó sobre él. Por su parte, Osamu no dejaba de parlotear sobre elefantes rosa, tigres y dragones bailando juntos y escarabajos arcoiris. Además de decir que una babosa estaba sobre él.
Chuuya quería gritar, ahorcar a Dazai o abandonarlo a su suerte, pero no podía hacerlo. No por ser buena persona, sino que sabía el tutor había sido notificado y decirle "no sé dónde está" le traería problemas.

Resignado, releia la receta para ver en qué paso exactamente hablaba sobre que el chico quedara drogado.
Fastidiado, hizo una bola la receta, y así notó unas pequeñas letras en la parte posterior.

"NOTA: las gotas tienen como efecto secundario alucinaciones".

El grito que se soltó se escuchó en toda la cuadra.

Tras un par de horas el efecto pasó, Dazai no recordaba nada pero parecía muy contento. Chuuya lo llevó consigo a la cocina y preparó lo primero que encontró. Ambos comieron, esta vez Osamu no le fastidió ni preguntó nada. Solo tarareo una canción.
Al terminar lo dejó sentado nuevamente en la sala pero esta vez con las gotas bastante alejadas. Lavó los trastes usados y volvió con el chico que se había quedado dormido, y como no, si había corrido por toda la casa. Sin notarlo, él también cayó dormido. Despertó por la voz de Dazai que parecía tararear una nueva canción. Una agradable canción.

-¿Qué canción es? - preguntó.

-No lo sé. Solo recuerdo esa parte, mi madre solía cantarmela, pero hace mucho de eso- y tras un suspiro ambos se sumieron en el silencio.

-¿Te duele?

-No. Solo es extraño no poder ver. Chuuya ¿leerías algo para mi?

-¿Qué tipo de literatura?

-La que sea esta bien.

Sin pensarlo mucho, Chuuya empezó a recitar

Escribo versos truncados
como nuestro amor:
tristes
secos
demediados:
como yo.

Tras unos momentos de silencio, Osamu se atrevió a preguntar.

-¿Quién lo escribió?

- No lo recuerdo tampoco.

Ambos rieron esta vez y Chuuya pudo notar que realmente no tenía una risa odiosa, al contrario.

- ¿Quieres ver televisión?

-No.

-¿Por qué?

-No puedo. El paranoico de mi compañero puso cámaras a más no poder en mi casillero y me dejó ciego-Las mejillas de Nakahara se sonrojaron, pero antes de poder contestar Osamu volvió a reír - aun así, me gustaría escucharla.

Y así paso su tarde, con ambos escuchando la tv.

HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora