Hanahaki

Cenicienta.

Soy el menor de once hijos, como supondrás, la atención que se me daba era mínima, de hecho la mayoría de veces me cuidaban las muchachas que mi madre contrataba, mi padre es un político, por ello nunca nos faltó que comer. No recuerdo haber sentido hambre alguna vez, y no me refiero a tener toda la comida disponible, sino que... realmente no sentía apetito. Comía porque debía hacerlo, porque eso me decían, no se me antojaba en lo absoluto, era como si no estuviese vivo ¿sabes? No era exclusivo hacia la comida, sino que no lograba sentir emociones. Es una sensación difícil de describir a decir verdad, pero así era, de esa forma transcurrieron mis primeros 8 años de vida. Sentía miedo de que ellos notasen que su hijo no estaba bien, de que vieran... que no era igual a ellos. Miedo es la emoción que más tuve en esa época, incluso les temía a mis hermanos. No me malentiendas, no eran malos padres, pero algo estaba mal porque yo no podía sentir.
Un día, mientras vagueaba me encontré con un chico de 16 años, era alguien bastante curioso a decir verdad. Estaba cerca de un rio sin hacer nada, cuando me le acerqué tampoco reaccionó y entonces cada tarde fui a ese rio, ninguno hablaba pero era reconfortante estar cerca. Luego de cerca de un mes al fin me presenté ''soy Osamu Dazai'' le dije y el volteó a verme ''Oda Sakunosuke'' me contestó. Y desde entonces... empezamos a hablar, de todo o de nada, de cualquier tontería que se nos ocurriera, de hecho aún me pregunto porque me hablaba, después de todo yo no era más que un crio de 8 años. Empecé a sentir, quizá no como todos pero al menos sentía curiosidad y algo de entretenimiento cuando hablábamos.

Dos año más tarde él dijo que estudiaría la universidad y se iría de ahí.

No sabía cómo reaccionar, hasta ese momento Odasaku era la primera persona con quien estaba cómodo. Pero él me dijo... que en cuanto llegara a la secundaria hablaría con mis padres para que me dejaran ir con él. Así que le esperé dos años. Durante ese tiempo descubrí mi gusto por la pintura y la literatura, él me visitaba cada mes y me llevaba libros, todos esos libros que ves aquí son los que he ido guardando desde entonces. Muchas veces volvía a ser como cuando tenía 8 años, antes de conocer a Odasaku, sentía miedo, pero cuando él volvía cada mes y traía consigo libros para mí, era feliz. Entonces, cuando el miedo volvía yo leía los libros que él me llevaba, o pintaba. En vacaciones Odasaku se quedaba y podía verlo diario, fue durante vacaciones de verano que él me animo a escribir por primera vez. ''cuentos de cabecera'' es uno de ellos, he ido agregando más cuentos, he ido modificando los primero que escribí también.

Cuando cumplí los doce él cumplió con su palabra y hablo con mis padres, ellos no pusieron oposición porque nos habían visto convivir desde años atrás, sabían que de alguna forma yo era más feliz con el que en casa. Una semana antes de iniciar la secundaria vinimos aquí. Bueno, no exactamente aquí, pero me refiero al lugar.

Para cuando pase a segundo año de secundaria Oda ya conocía a Ango, era obvio estaban enamorados pero no querían decirme nada. Eran bastante entretenidas sus excusas para quedarse solos o cuando los encontraba muy cerca uno del otro. Tenemos algo como un concurso de la mejor excusa, sea para lo que sea, quien haga la peor excusa de la semana le toca lavar ropa. Por la que dije en la mañana me tocara a mí.

Para mi cuarto año de secundaria ambos se graduaban de la universidad e iniciaban a trabajar, Ango en la policía y como Oda se graduó con honores y por recomendación de Natsume Soseki inició a enseñar en la universidad.

Ambos compraron esta casa, de hecho creo que aun la pagan, era a seis años.

Entonces ya no pudieron seguir poniendo pretextos y tuvieron que aceptar éramos como una familia. Cuando tenía 16 y estaba en segundo de secundaria ambos se casaron, pero no se hizo público, solo fue firmar frente a un juez.