Habían pasado ya los tres días de Chuuya suspendido, el pelirrojo aún no sabía cómo pero con Osamu en su casa no había notado más que cuando amanecía (porque el castaño tocaba como si se le fuese la vida en ello) y cuando anochecia (el tutor de Dazai iba por él). Entre películas, videos de lo que Osamu hacía para fastidiar a Kunikida, anécdotas y libros que él le pedía le leyera, el tiempo había volado.
-Chuuya, mañana regresas a la escuela ¿no?
-Sí.
-Mi tutor seguirá ocupado... Si voy a la escuela ¿me ayudarías?De alguna manera, la compañía de Dazai ya no era tan molesta, y no le desagradaba la idea de estar cerca de él en la escuela, no acostumbraba tener compañía pero Osamu era el rarito de la clase, no muchos se le acercaban.
-Sí. Pero no tomaré notas por ti, tendrás que copiar las mías después. Además, quizá te ponga un collar para que no te pierdas.
-Que grosero. Pero está bien. Solo evita que me golpee contra una pared y estaré bien.
Chuuya rió, no le pondría un collar de perro al chico... Aún.
ΞΞΞΞΞΞΞΞΞΞΞΞ
-Te lo entrego en la entrada de la universidad, ahora es tu responsabilidad.
-Hasta las 8 de la noche que lo recoja, sí.
-No le des muchos dulces porque se pone hiperactivo y créeme, no quieres ver eso.
- ¿Puede tomar café?
-sigo aquí- Dazai intentaba no sentirse como una mascota, pero Ango y Chuuya no se lo ponían fácil.
-No más de dos tazas.
-Perfecto. ¿Desayunó?
-Algo así.
-Lo tomaré como un sí.
Tras eso tomó a Dazai del brazo y empezó a caminar.
Primero pasaron por sus casilleros, Dazai le dio su contraseña y Chuuya se esforzó por encontrar lo necesario, que no hubiera salido una rata de ahí ya era un milagro.Cuando Chuuya abrió el suyo... Se encontró con más notas. Todas color rosa y con el mismo maldito segundo poema, sin contar los pétalos. Había mínimo 15 notas.
Azotó el casillero y empezó a caminar hasta que escuchó como Dazai le hablaba, se giró y vio como el chico se tocaba el brazo derecho con la mano izquierda y agachaba la mirada.
Osamu no tenía la culpa, se recordó.-Lo siento Osamu.
-No te preocupes, no me he golpeado con ninguna pared- le contestó sonriendo.
Chuuya le sonrió también, olvidando que el chico no podría verlo y sin más ambos fueron a la primera clase.

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Hanahaki
FanfictionLas rosas son Rojas el cielo es azul yo tengo cerezos en los pulmones. Con este romántico y original poema se encuentra Nakahara Chuuya al llegar a la escuela y así inicia la travesía para encontrar quién lo dejó ahí. Bella portada hecha por @Alba_S