Prólogo

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J E R E M Y

"Un amigo es siempre afectuoso,
y en tiempos de angustia es como un hermano".
San Francisco, CA.
Mayo, 2012.

Eso representaba para mí Bethany Bloomfield, o "Hannie", como yo solía decirle, ella era una amiga pero a la misma vez una hermana a la cual amé (y sigo amando) en tiempo de angustias.

Nos conocíamos desde la niñez, porque nuestros padres siempre han sido buenos amigos. Pero no fue hasta que la observé escondiéndose de la multitud en las últimas sillas de nuestra iglesia, fue en ese momento cuando comprendí que era una persona muy sufrida, cerrada y que por ende necesitaba ser escuchada.

Me dediqué a observarla en la escuela, era un año menor que yo, y me di cuenta de que era una persona bastante solitaria, sí, estaba rodeada de personas, tenía amigos, pero eso no significaba que se sentía acompañada, porque ¿De qué sirve tener amigos? Si no puedes confiar ciegamente en ellos.

En reiterada ocasiones la vi hablando con personas más solitarias, pero fueron tan pocas veces que podría contarlas con mi mano, el hecho es que Bethany no hacía acepción de personas, para ella no existían: populares, nerds, frikis, o hipsters, ante sus ojos todos eran iguales y por ende merecían aceptación y respeto.

Su hermano Kevin estudiaba conmigo, era mi mejor amigo y cuando le preguntaba respecto a ella, casi siempre me respondía lo mismo "Bethany es una chica con más problemas que vida". Su respuesta cambió radicalmente (para mal) meses más tarde cuando sus padres ya eran pastores, me dijo "Creo que la hemos perdido Jeremy", admito que lo que me dijo me afectó mucho, tantos años conociéndola, tantos años que frecuenté su casa y que estuvo asistiendo a nuestra iglesia y sólo le hablé para saludarle, todo esto teniendo en cuenta que temía atragantarme con mi propia saliva y morir en el intento, o que terminaría quedando en ridículo, sin saber que Dios siempre estaba conmigo.

Otra cosa que me molestó y que se lo dije personalmente a Dios, era que detestaba con todo mi ser el hermetismo de las personas en la congregación, tipo "Somos hermanos en Cristo, pero no debemos involucrarnos en la vida del otro" ¡Esas son patrañas! La biblia dice claramente "Cuidaos los unos a los otros, sed uno, con amor fraternal" para poder ser un cuerpo, debemos conocer nuestro cuerpo, sus fortalezas y debilidades, no se trata de inmiscuirse en los asuntos de otros, sino de ser un apoyo para quien lo necesite. Le prometí a Dios que si algún día tenía la oportunidad de ser un líder juvenil, acabaría con ese hermetismo de una vez por todas, ya no habrían más personas como Bethany con un corazón roto y solitario, porque haría todo lo que estuviera en mis manos para ayudar y alentar a otros.

Comencé a inquietarme, no entendía por qué me sentía así respecto a ella, quería ayudarla y no era con el propósito de hacerme el "héroe", siempre que la veía tenía la necesidad de acercarme y decirle "Las cosas pueden cambiar" "Tú historia puede dar un giro", y no es por espiritualizar los hechos, pero cuando la sensación se hacía más insistente, tomé la decisión de orar, ese día supe que más que un deseo propio, se trataba de la voluntad de Dios. Fue entonces cuando me llené de osadía y decidí acercarme a ella verdaderamente.

En ese momento jamás habría imaginado que ella llegaría a significar tanto para mí. Que yo llegaría a verla como Dios la veía realmente, a amarla como él la ama, y para mí sorpresa que ella me amaría devuelta.

Y mucho menos pude prever que ahora estaríamos en el punto de inicio, como dos completos desconocidos.

Ahora la estoy viendo por última vez desde la distancia, tratando de contener el deseo de salir corriendo hacia donde está ella y no dejarla ir nunca. Y aunque mis hermanos me están felicitando por mi graduación no puedo oirlos, sólo puedo verla a ella abriendo la puerta del auto de sus padres, pero antes de subir, se detiene, y por unos escasos segundos se voltea hacia mi dirección, como si supiera exactamente dónde estoy, me observa y su mirada me rompe el corazón, ella no quería esto.

Pero aún así, se va.

Historia de Soulfiregirl
Copyrirght 2018 ©

Todos los derechos reservados

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N/A: Hola ¡Dios te bendiga!
Después de tantos años escribiendo distintas historias, en mis cuadernos, en los portátiles, y en mi mente.
Después de tantos años nutriendome de distintos autores.
Hoy decido compartir (finalmente) llenándome de mucha valentía ésta historia que tiene mucho de mí, la inicié en Enero de 2018.
Es algo que nunca he hecho, pero creo que de eso se trata: quiero darte de gracia, lo que de gracia recibí.
Espero que pueda bendecirte, que la disfrutes, que rías, y que la misma te motive a creer que tienes un PROPÓSITO por el cual vivir.

Más de ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora