Te amaré por siempre (Twc NR)

Capítulo XXI

Hola amiguitos, hoy no actualizo tan tarde, eh. Merezco sus beios votos y comentarios. Amo leer los comentarios. Ya les había dicho. Bueno, bueno. Me callo.
Bai.

By Bill

Intentaba correr más rápido, pero no podía, sentía como si llevara arrastrando un par de grilletes amarrados a mis tobillos, y llevara el peso de las mentiras sobre mi espalda. Cada paso hacia adelante eran dos hacia atrás, no lograba avanzar y él se estaba acercando. Sentía un miedo incontrolable, sabía que en cualquier momento me atraparía y me haría lo mismo que a mi familia, amigos, lo mismo que a Tom. Quizás merecía esa muerte por poner a todos en peligro, pero no tenía tiempo para pensar en eso porque en mi mente solo pasaban las imágenes desgarradoras y crueles de como todos murieron frente a mis ojos. Miré hacia atrás, y ese ser, no podría llamarle persona después de haber visto aquello tan inhumano, ya estaba a unos pasos de mí. Me tenía al borde de la muerte, ya no tendría escapatoria; tampoco podía gritar, mi voz estaba consumida por el terror de las consecuencias.

Entonces sentí su mano tomarme por el cabello y tirarme de el hacia atrás sin piedad. Me tenía, ya no había escapatoria, ni siquiera podía defenderme; mis músculos, cerebro, mi alma, todo estaba atrofiado por saborear perfectamente la muerte.

Me tiró al suelo y me tomó por la camiseta. Él llevaba una sudadera negra, tenía puesto el gorro, pero por alguna razón no podía verle el rostro. Quizás fuera suerte, o una maldita deagracia para un desgraciado como yo. Con el cuchillo afilado en su mano hizo un movimiento rápido; lo apuñaló en mi vientre mientras me veía a los ojos. Yo no lo veía a él, pero él si a mí. Lo sacó y metió repetidas veces hasta que me desperté.

Estaba demasiado agitado, apenas podía respirar, mi pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aire; era como si hubiera retenido la respiración durante toda la pesadilla. Sudaba frío, todo mi cuerpo estaba mojado. De repente sentí asco, no sé si del sueño, del desconocido, o de mí mismo y me incorporé apresudaro para comenzar a vomitar. Lo tiré todo, mis ojos lloraban por la fuerza en la que lo sacaba, mi garganta quemaba por los ácidos que comenzaban a salir; ya no tenía nada en el estómago, pero yo continuaba deshechando todo lo que me hacía mal, o eso era lo que quería.

Cuando mi cuerpo ya no dio para más, paré de vomitar. Había hecho un asqueroso y apestoso desastre en el suelo, nadie tenía que saber qué me estaba pasando algo que no podía controlar; no le pediría a Celeste que limpiara, lo haría yo.

Vi la hora y ni siquiera eran las tres de la mañana. Tenía que limpiar, pero el cansancio de todo me estaba consumiendo lentamente, y le ganó a la peste de lo que había salido de mi cuerpo. De mi interior podrido. Ahí me di cuenta que todos estábamos descompuestos, por eso existía la maldad, porque todos apestábamos por dentro, unos más que otros; pero podridos a fin de cuentas. Cuando sentí ya estaba dormido.

                           **

—¡Bill! ¡Hey! ¡Despierta!. —Me golpeaban la mejilla constantemente. No quería despertar, pero tampoco quería seguir durmiendo. Ahora la realidad y mis sueños eran solo hechos de sufrimiento. Ya no tenía tranquilidad en ningún momento. Todo era una constante tortura.

Abrí los ojos tratando de despejar el sueño. Vi una figura masculina casi encima mío, y un fugáz recuerdo apareció en mi mente relacionándolo con el hombre de la pesadilla. Cerré los ojos de nuevo instintivamente.

—¡No! ¡Aléjate!. —Comencé a gritar, patalear y tirar manotazos sin ver a donde caían. Quizás le di un par de golpes, de lo que estoy seguro es que le arañé el rostro.

—¡Joder, Bill! Tranquilo. —Me tomó de los brazos colocándolos a cada lado de mi cabeza y se sentó sobre mis piernas. Yo gritaba que no me hiciera daño, que no tocara a mi familia. Estaba rogando su piedad—. Soy yo ¡Tom!. Respira profundo. No te haré daño.