Capítulo III

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Cuando vean algo como...

"—Te cuento.

»Todo empezó... (Un párrafo)"

Significa que la misma persona sigue hablando, pero es mucho. ¿Entienden? Espero que si jaja.

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By Tom

Despierto por unos golpes en mi puerta que me hacen reaccionar, meto mi cabeza bajo la almohada ya que un pequeño dolor se asoma en mi cabeza. Escucho un “señor Trümper” detrás de la puerta seguido de otros toques. Gruño, saco la cabeza y dejo que pase. Me sigue palpitando el cerebro.

Me siento en la cama recostándome en la cabecera mientras entra a mi habitación Celeste, trae una bandeja con el desayuno en manos.

—Lamento despertarlo señor, pero su madre me pidió que si pasaba de las once de la mañana aún durmiendo, viniera a despertarlo y de una vez le traje el desayuno —dice encaminándose a la mesita de noche y depositando ahí la bandeja.

—¿Y por qué mi madre quería que me despertaras?  —pregunto casi en un vostezo, tallándome los ojos con el dorso de mi mano.

—Bueno, es sábado y me dijo que se preparara para salir en una hora porque quiere pasar todo el día con usted.

—¿Qué? ¿Y por qué querría algo como eso?. —Frunzo el ceño.

—No lo sé señor. —Celeste se retira y tomo la bandeja para ponerla en mi regazo.

Termino el desayuno, salgo de mi cama y me dirijo al baño para tomar una ducha rápida. Me visto y me perfumo con la Habit Rouge de Guerlain, la marca que me regaló mi abuelo al venir de Francia y ahora es una de mis preferidas, al no decir la única.

Al rato bajo las escaleras y le pido a Celeste que le avise a mi madre que estoy listo para lo que sea que haya planeado, ella asiente y me voy al salón para tirarme al sofá y prender la televisión; así dejo pasar un poco el tiempo mientras espero a que baje.

Se aparece luego de una hora.

—Bien cariño, vámonos. —Me sonríe. Va vestida con un traje blanco, la blusa es negra, la chaqueta con las mangas de tres cuartos y su cabello en ondas castaño cayéndole como cascada sobre los hombros. Muy elegante, se ve hermosa.

Ahora sí, nos dirigimos al auto frente a la entrada el cual Kevin me entrega las llaves. Este es mi Aston Martin DB11, es un descapotable muy hermoso, y costoso por supuesto.

Le abro la puerta a mi madre para que pueda entrar y ahora yo salto la mía. Antes de que encienda el auto le pregunto.

—¿Y bien, a dónde quieres ir? ¿Cuál es tú plan?. —Enciendo el auto—. ¿Quieres que vayamos al club de tenis?.

—No, no, no quiero ir a nada de eso. Quiero hacer cosas… bueno, normales. Las que uno hace cuando es joven y vive de la mesada de sus padres —dice, comienza a reírse y yo la acompaño—. Bueno, quiero ir al cine. Hay una película que hace tiempo quiero ver.

Asiento y pongo el auto en marcha, en el camino mi madre coloca música clásica. Veo de costado como cierra los ojos y disfruta del aire golpeándole el rostro suavemente, como su cabello castaño se mueve al compás del aire.

Cuando llegamos, quiso ver una comedia, lo cual se me hizo raro, pero acepté sin rechistar. Compramos palomitas y unas golosinas, era raro entrar al cine con tu madre, pero me importa una mierda lo que piensen los demás, no le iba a negar este día a ella. Quiso que la acompañara de compras, aunque yo le dije que eso no era de jóvenes que viven con la mesada que les dan, pero me calló y dijo que no pusiera peros, así que la seguí por todo el centro comercial. Me di cuenta que no estaba comprando cosas para ella.

Te amaré por siempre (Twc NR)Where stories live. Discover now