Viviendo Con El

Capitulo 4 💟

Eres importante para mi. Más no debes saberlo...

Mis pies me duelen horrible. La rodilla me arde. Y ni hablar de mis otras partes del cuerpo. Corro por el bosque nocturno tropezandome cada dos por tres en mi huida. Se que el me sigue de cerca. Pero no volteo a comprobarlo.

El suelo se hunde bajo mis pies. Hace varios kilómetros atrás que perdí mis zapatos. Las piedras se clavan en las plantas de mis pies. Una rama se rompe cerca de mi y el pánico me invade. Cojeando me apresuró y volteo a ver atrás.

Todo esta oscuro. No distingo nada pero se que me sigue de cerca.  Como un lobo a su presa. Caigo al suelo y la cabeza me da vueltas. Me golpeó un árbol frente a mi el cual choque por ir viendo atrás.

Los ojos se me nublan. Sangre me brota de una herida en la Frente. Siento mi cuerpo pesado y no me puedo parar por más que lo intento. Unos ojos verdes me observan peligrosos. Cautelosos. Sedientos.

Siento que me levanta de un tirón y mi cabeza pega con su duro pecho. El olor me hace cerrar los ojos. Humo y madera. Su corazón danza rápido pum. Pum pum. Y eso me recuerda al otro conductor. ¿Que abra pasado con el? ¿Es el mismo?.

La luna se alza orgullosa. Solitaria. Despejada. Los árboles a mi alrededor me observan macabros. Espantandome con sus ramas movidas al viento.

Visulizo una cabaña a los lejos. ¿No creo que me lleve ahí o si?. Nos acercamos lentamente y sin prisa. Un carro estacionado en la entrada me tranquiliza . Me relajo en sus brazos pensando en que me lleva al coche. Miro horrorizada cuando lo pasamos de largo y nos acercamos ala entrada.

NO NO NO...

Me entra el pánico. Pataleo. Golpeo. Me retuerzo de mil formas, como víbora atrapada con tal de no entrar a la casa inmunda .

El maldice, su furia es palpable cuando me aprieta con sus grandes manos hasta clavar sus dedos en mi cintura y no dejarme caer. Jadeo del dolor.

No me importa. Sigo... sigo... sigo. Hasta que me tira al piso furioso. Me duele el culo del golpe que me di. Apenas lo estoy asimilando cuando un paño me Cubre la nariz inesperadamente. Grito, golpeo su manos, me retuerzo impaciente . Intento con todas mis fuerzas quitar el paño pero el es más fuerte, terminó respirando el olor y poco a poco me dejo vencer.

Voy cerrando los ojos y antes de caer inconsciente veo su sonrisa engreída y burlona.

Estoy sentada leyendo un libro sobre fantasias. Como me gustaría ser como las princesas. Esas que el príncipe salva infinidad de veces solo para obtener su amor.

¿Será que nunca conoceré al amor? Ese por el cual uno hace estupideces. El que uno puede cometer errores y lo perdonan infinidad de veces. No. No creo que algún día lo conozca.

Te veo venir a mi con esa sonrisa engreída. Sabes que me gustas y te aprovechas de esa ventaja. Te sientas a un lado  y pasas el brazo por mi espalda despreocupadamente. Me  remuevo incomoda. Me pones nerviosa. Me alteras las hormonas. Pum pum pum. Mi corazón late y hasta puedo jurar que lo puedes oír. Por tu sonrisa.

Te inclinas cerca de mi. Tus ojos me hipnotizan. Me miras serio como un maestro a punto de regañar a su alumna. Tus dedos me acarician la nuca. Mandando escalofrios por todo mi cuerpo. Se me escapa una sonrisa tonta.

Te acercas lentamente, tus lindos ojos azules me encantan, quiero retroceder pero tu mano me lo impide. Tus labios rozan los míos quedamente. Pidiendo permiso y yo te lo concedo. Son tan suaves.

Cierro mis ojos y tu lengua invade mi boca. Acaricia
Succiona. Lengüetea. Tus labios son adictivos y nunca quiero dejar de probarlos. Me muerdes levemente el labio inferior y yo gimo.