Capitulo 9 💟

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Para sanar, primero tienes que superar el dolor....

Todo a mi alrededor es oscuridad, no veo más allá de lo que mis manos inútilmente intentan prender un fuego con unas pocas ramas secas que encontré tiradas por ahí. Las manos las tengo tan frías que si las meto directo en el fuego ni sentiría el calor.

Mi ropa sigue mojada y tiemblo tan incontrolable por el frio que tiro furiosa las ramas al no poder prender el fuego. Mis labios castañean con mis dientes. Temo morderme la lengua y hacerme sangrar. Maldita la hora en que me abandono.

Me acuesto en la tierra y me pongo en posición fetal. Cierro los ojos mientras muevo mis brazos arriba y abajo sobre ellos para tratar de darme un poco de calor.

Minutos, horas, días. Ya no se que hora es o en que día vivo. Mucho menos si estoy lejos o cercas de una población. Solo... Quiero morir de una vez. Quitar este dolor que siento. ¿Sentimental o físico? Toco inconsciente mi cadena con dedos tembloroso. En ella una foto vieja un tanto amarilla me hace sonreír con nostalgia.

~ mi niña, mi hermosa niña ~ las lágrimas se derraman sin control y ya no hago intento alguno por esconderlas.

Saber que ella está a salvo me alegra, mi corazón quiere llorar al estar lejos pero es por su bien. Duele que ella me odie pero prefiero eso a que el la encuentre y la mate.

~ pero que teatral eres~ y ahí frente a mi esta el hombre de mis pesadillas con unas ramas gruesas en un brazo y unas frutas rojas del otro lado.

Si no fuera por que me siento tan débil me pararía y le daría un buen golpe entre las piernas por a verme dejado tanto tiempo sola.

Deja las ramas en un montocito y en un dos por tres les prende fuego. Bufo irritada por que yo lo intente hacer por varias horas y el en un chasquido de dedos lo realizo. Ashhh ¡como lo odio!.

Se acerca a mi y me ofrece una.. ¿fresa?

~ ¿de donde la sacaste? ~ no es que piense que están envenenadas por que el gustoso se esta comiendo una pero no me da buena espina recibir algo que provenga de él. Nada es gratis decía siempre mi sabia madre.

~tu solo calla y come~ gruñe con la boca llena, un líquido rojo escapa entre sus labios y el lo limpia con el dorso de su mano. Me quedo embobada viéndolo. RAYOS!!! como me encantaría ser una fresa para estar entre sus labios..

Pensé que se quitaría la máscara para comer a gusto pero no estaba más equivocada al respecto. Solo lo subió arriba de la barbilla dejando libre su linda boca con la que disfruta como un niño pequeño tal delicia.

~ ¿te gustan las fresas verdad? ~  pregunto aunque ya se la respuesta. El solo gesticula un hmmm con la boca.

Sonrió sin pensar y muerdo una fresa. No puedo evitar cerrar los ojos y gemir ante el sabor dulce y salado de la fruta. Nunca me an gustado mucho, menos al ser la fruta preferida de Andrés. Pero verlo a él y saborearla como si fuera la última vez  me hizo querér probarla.

Al abrir los ojos me encuentro con unos ojos verdes oscurecidos mirarme intensamente. Sus manos sostienen una fresa que muerde y chupa tan lentamente sin dejar de mirarme.

No dejo de observarlo, mi estómago se contrae en un calorcito doloroso pero del bueno. Mis partes íntimas  hormiguean y hasta puedo sentir mis fluidos empapar mi vestimenta. Mis pezones se endurecen y claman atención. Una atención que obviamente no pienso pedir.

Estoy tan absorta que no me doy cuenta cuando pongo mi mano en mi pecho y me pellizco un pezon. Gimo y abro mi boca en un jadeo. El calor se intensifica. Es doloroso pero soportable. Quiero que unda sus dedos dentro de mi.

Viviendo Con ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora