Principito

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- Pero eso no es todo..

- ¿Poy es el día de las sorpresas o que?- Todos reímos por el comentario de Lidia.

- Solo falta decir quienes serán los padrino.

Pablo empezó a hacer el típico sonido de redobles de tambores.

- Como padrino hemos decidido que sea Rafa.-Le dijo a su hermano, después de la gran sonrisa se Rafa continúe yo..

- Como sabéis todos ya, yo no tengo hermanas ni madre así que quiero que tu Lidia seas mi madrina, para mi es muy importante que estés y representes a todos los que hemos dejado atrás.

- No si al final me harás llorar.- Pero fue tarde porque ya estaba lagrimeando.

- Pero falta lo más importante amor.- Me recordo Elia.

- A si es verdad....Alberto, ven un momento.- El pequeño se paro a mi lado.

- Si tía

- ¿Tu quieres el día de mi boda ser el principio que lleve los anillos? Es una tarea muy importante, sin ti no abría boda.

- Sii...yo lo ago..-Dijo eufórico por sentirse tan especial.

Quien diga que organizar un boda es difícil solo  quiere que exagerar!

Nos casariamos en dos semanas y por el momento solo teníamos los padrinos y el día, si nos lo tomábamos con calma.

Lidia me arrastro a una tienda de vestidos de boda, yo no tenia ni idea de lo que quería ponerme. para ser sincera me bastaba con un vestido cualquiera pero para mi querida amiga no era suficiente.

Elia se pondría su uniforme oficial y decían que yo tenia que ir a su altura.

En la tienda habían una pared llena de vestidos colgados y nada mas entrar una mujer de unos cuarenta años se acerco a nosotras.

- Buenas tardes señoras, ¿En que las puedo ayudar?

- Busco un vestido de novia pero muy sencillo.

- ¿Para iglesia o civil?- Sinceramente no sabia que diferencia tenia que haber...si un vestido te gusta da igual por donde te cases..pero bueno ella es la experta.

- Civil.-Contesto mi amiga por mi.

- En la iglesia no nos casarían ni por todo el oro del mundo..- La dependienta me miro extrañada y Lidia me pego un codazo pero aguantándose las ganas de reír.

Me enseñaron varios vestidos pero ninguno me gustaba, todos eran muy pomposos o recargados.

Hasta que lo vi, un precioso vestido de corte sirena y palabra de honor.

Fue el decisivo porque me negué a probarme otro, mi amiga no me permitió enseñarle el vestido a Elia. Yo no paraba de decirle que era una tradición de heteros ya que se supone que el novio no puede ver el vestido de la novia.

Pero eso donde queda si son dos mujeres...en fin por no discutir acabe aceptando que se llevará en vestido y lo guardara ella, ya no sabia si era ella la que se casaba o yo porque le permitía todos los caprichos.

Seria una boda muy intima y cuando digo muy me refiero a Lidia, Rocío, el pequeño y Pablo de mi parte , de la suya iría su hermano Rafa, su madre( a la cual aun no conocía), Caro y por el momento esos eran todos. Su padre seguía en sus trece y no quería asistir a la boda.

A falta de dos días ya estábamos nerviosas, en el tiempo transcurrido Elia se había mudado a mi casa y ahora vivíamos juntas.
Ya lo teníamos todo preparado y listo.

Y el gran día llego, esa noche tuvimos que dormir separadas por petición de Lidia y sus tradiciones.

Las chicas me estaban ayudando a vestir y el pequeño corría por la casa.

- Alberto ya lo tienes bien, ves a sentarte un rato.- Le dijo Rocío pero no le izo casoy se vino a mi lado.

- Tía...

- Dime cariño.

- Sí yo soy tu principio, ¿Elia que es?- Me costo pillar la pregunta pero lo comprendí, era normal que el niño se sintiera confuso pero mas que nada porque yo misma había utilizado la palabra principio y en sus cuentos solo hay una princesa y un príncipe.

- Veras Elia es mi princesa pero tu eres mi sobrino por ello eres mi príncipe.- No muy seguro con la respuesta obtenida fruncio el seño pero al rato se le paso y siguió corriendo.

Mi pelo estaba semi recogido y por todos lados salían tirabuzones, el maquillaje era muy suave casi inexistente.

Contratamos a un fotógrafo para que el día de mañana tuviéramos nuestros rostros, el de amigos y familiares impresos en un papel y poder decir lo jóvenes que eramos.

Llegamos al ayuntamiento y el fotógrafo ya estaba inmortalizando cada paso.

Al entrar allí estaba ella con su uniforme elegantisima y para mi sorpresa llevaba falda en ves de los pantalones.

Cuando se percato en mi presencia vino a mi rápidamente.

- Te ves hermosa..

- Tu estas impresionante.

Nos indicaron que ya podíamos pasar y eso hicimos seguidas de todos los asistentes.

El juez dio comienzo a la charla y paso algunos minutos hasta que pudimos empezar con las firmas.

Elia firmo y me cedió el asiento, con el boli entre mis dedos ya apunto de empezar a dibujar la L en el papel un golpe en la puerta me izo levantar la mirada de lo que iba a hacer y posarla en una mujer que acababa de entrar como si la vida le fuera en ello.

Clavo sus ojos en mi y en ese instante sentí un puñetazo en el estomago.

- Bea..

- ¿Que haces aquí?-Preguno Roció.

LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora