Escalofrío

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Los días siguientes pasaron con normalidad, es verdad que cada día me encontraba con menos fuerzas, en el hospital me explicaron la operación y los riesgos que habían.

El día se acercaba y mis nervios aumentaban, aun no se lo había contado a nadie pero Bea sabia que algo iba mal.

El día antes que me ingresaran llame a Bea, necesitaba decirselo.

- Hola amor..

- Hola amor..¿que tal todo?

- Bien..pero quería que nos viéramos a las dos en la cafetería NOCHE..

-¿La que esta al lado del hospital?

- Si.... esa misma..

Nos despedimos y acabe de arreglar el bolso con el pijama y demás..

Ya estaba sentada en la cafetería y en el interior de mi cabeza sentía como un tornado desordenaba todo lo que hallaba. Variaba las posibilidades que tenia en salir viva de la operación y en las que no, me sorprendí de que me dolería mucho la posivilidad de morir y no por egoísmo sino por mi madre. Se que mi madre sufre mas que yo y intento no quejarme ni darle motivos para hundirse mas, no me gustaría que se quedara sola.

Por otro lado esta Beà, nunca me perdonaría el no hablarle sobre mi operación si no salgo viva, por ello decidí contárselo.

Baje de mi nube de pensamientos justo a tiempo porque ya estaba delante mía.

Me levante de la silla y nos dimos un abrazo, al sentarnos ella me miró con preocupación.

- Se que algo no va bien y espero de todo corazón que no sea mi culpa, mira se que aveces no soy muy cariñosa pero te juro que puedo cambiar, solo....por favor...solo...dame otra oportunidad...no me dejes.- Su rostro se lleno de lágrimas y se me partió el corazón, ella pensaba que la quería dejar..

- Nooo....- Me corto lo que iba a decir con un llanto descontrolado...

Desesperada me acerque a ella y la bese, me dio igual que nos mirasen, total podría morir a la mañana siguiente.

- Yo te amo y no te voy a dejar.- Como su cuerpo se relajó me separe de ella.

- entonces...¿no me dejas?

- no, no se de donde te as sacado esa idea. Te tengo que contar algo por eso te he dicho que vinieras.

- Mañana....me...operan..- Tenía tanto miedo, a no poder volver a verla.

Hablamos un rato mas, le explique todo y Bea me daba ánimos pero se que estaba algo enfadada por no contárselo antes.

- Ya veras como en nada estas bien, acurrucada junto a mi en la cama.

No paraba de decirme cosas así, ella es mucho mas valiente que yo.

Eran las nueve de la mañana cuando el despertador comenzó a sonar, a mi lado sentía el calor de un cuerpo pegado a mi. Bea, después de contarle todo no hubo manera de separarla de mi ni un instante y nuestros padres no se opusieron a que durmieramos juntas.

- Amor...amor..-Le iba dando besos por su cuerpo, quería disfrutar de ella todo lo posible..

Se empezó a despertar y abría los ojos poco a poco.

- Amor tenemos que levantarnos.- Ella abrió los ojos del todo y me abrazo con fuerza.

- Por favor no me dejes sola.- Una lágrima rodo por su mejilla y se la seque con la mano.

- No te preocupes luchare por volver a tu lado.

Nos quedamos abrazadas un buen rato Hasta que oímos a mi madre en la cocina.

Dimos los buenos dias a mi madre que nos observo con cara de tristeza.

- Buenos días chicas, aquí tienes el desayuno Bea, cariño tu no puedes comer nada. ¿vale?

- Si mamá iré recogiendo las cosas.

Después del desayuno nos subimos al coche rumbo al hospital.

Al llegar un escalofrío recorrió mi espalda ya no tenía escapatoria.

LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora